STAR TREK - JTK

Star Trek-JTK narra las aventuras de la nave de la Federación de Planetas Unidos -USS James T. Kirk-.

La acción se inicia unos tres años después de los hechos narrados en DS9.

jueves, 6 de agosto de 2015

STAR TREK - JTK VII // ESPEJO SOMBRIO

Prólogo

El capitán Jean-Luc Picard se encontraba en su despacho leyendo el informe que comandancia de la flota le había enviado respecto a su misión actual. Al parecer, un número indeterminado de insurrectos alienígenas se había apoderado del ISS ARES y ahora la nave estaba desaparecida. Su misión era lanzar al ISS ENTERPRISE en su busca, encontrarlo, reducirlo y capturar a los cabecillas o, si no había otra opción, destruir la nave.


Picard frunció el entrecejo al llegar a la parte donde se informaba de las muertes de la capitán La Rouge y su primer oficial, el comandante Norn. Les había conocido a ambos. La Rouge era hábil y ambiciosa, pero demasiado voluble. Se preguntó como esa mujer se había mantenido en el mando tanto tiempo, seguramente Norn tenía mucho que ver en ello. En su opinión, la flota imperial no había perdido un gran capitán. En cuanto a Norn, Picard le recordaba del corto tiempo en que había servido en el Enterprise como jefe de seguridad. Eso fue antes de que le injertaran ese bicho trill, lo que le valió un ascenso y un nuevo destino en el Ares. Al igual que La Rouge, Norn era hábil y ambicioso, pero sabía contenerse y esperar a que los acontecimientos le fueran favorables y no dejaba escapar una oportunidad de mejorar su status. Había llegado a apreciarle, pero en parte se alegró de su marcha porque sin duda, con el tiempo, habría intentado usurpar su puesto. El informe concluía con la última posición registrada del Ares, una luna del sistema de Bajor con atmósfera adecuada para la vida humana.
Picard pulsó su comunicador.

-Picard a Riker.

-Aquí Riker.

-¿Cuanto tardaremos en llegar al sistema Bajor en warp máximo?

-Un momento señor... aproximadamente setenta y cuatro horas capitán.

-Bien, dispóngalo todo nº1, de la orden de partida así que sea posible.

-A la orden capitán.

Picard cortó la comunicación y empezó a pasearse a grandes zancadas por el despacho, tenía el aspecto de un tigre enjaulado y se sentía tan furioso como uno.

-¡Enviar a la nave insignia del Imperio a una simple caza de aliens! -dijo para si. -Sin duda alguien debe de estar riéndose mucho en comandancia en este momento.


Capítulo 1

La capitán Mina Lars estaba en su camarote, contemplando el espacio estrellado a través de la ventana. Se llevó a los labios la taza de café que sostenía entre sus manos mientras rememoraba como había llegado a esa situación.

Cuando T'Brell y ella fueron a ver a Beratis, el jefe de los comandos nausicanos y le expusieron su plan, él se alió de inmediato con las mujeres, discutieron los detalles durante días y se pusieron en acción. Beratis y los suyos tomaron la armería por sorpresa y no tardaron en asesinar al estado mayor del Ares. Tras eso, la veintena de nausicanos se distribuyeron por toda la nave y no tardaron en imponerse al resto de la tripulación gracias a las armas robadas en la armería. Como los únicos que tenían derecho a ir armados en la nave eran los oficiales de alto rango, los tripulantes del ares no tuvieron más remedio que someterse a las órdenes de los alienígenas, los pocos que intentaron resistirse fueron desintegrados en el acto. Un par de llamadas a través de una frecuencia en desuso por las naves imperiales y el resto del plan se puso en marcha. Cuatro días después, la nave, que ahora llevaba el nombre de “Libertador”, se situaba en la órbita de un satélite del cuarto planeta del sistema bajorano. La pequeña luna estaba desierta, pero tenía una atmósfera que la hacía apta para sostener vida humanoide. Un grupo de 1200 hombres y mujeres de todas las razas, pertenecientes a la clandestina Alianza Rebelde, esperaba en la luna para embarcar en el Libertador, los antiguos tripulantes fueron abandonados en esa luna con suministros para varios días, pero sin ningún aparato de comunicación. Los rebeldes la nombraron capitán y ella aceptó esa responsabilidad. Nombró a T'Brell su primer oficial y a Beratis su segundo, el nausicano también fue asignado como oficial táctico. Una vez instalados, el Libertador desapareció en dirección a la zona neutral romulana.

------------

El Libertador se encontraba en alto total justo en el borde de la zona neutral, esperando algún movimiento por parte de los romulanos. Sin embargo, no fueron estos los primeros en dar señales de vida.

-Capitán, los sensores han detectado una nave saliendo de warp.

Mina se levantó de su asiento y observó el monitor de OPS, operado por el vulcano Garen.

-¿Romulana?

-Negativo capitán. Es terrana, clase Intrepid.

-Nos llaman capitán -informó Glessa, la caitiana que ocupaba el puesto de comunicaciones.

-Señor Beratis, levante escudos y cargue armas.

-Listo capitán.

-En pantalla.

-Soy el capitán Ben-Alí del ISS Charles Lindbergh -dijo el hombre que aparecía en pantalla. -Bajen los escudos y prepárense a ser abordados.

-Soy la capitán Mina. Esta nave a sido requisada por la Alianza Rebelde. No pensamos rendirla, al contrario, le conmino a que rinda la suya capitán.

-¿Me desafía? ¿Cómo se atreve maldita rebelde alienígena?

-Seamos realistas capitán. Su nave no es rival para una Galaxy.

-Eso lo veremos.

El Charles Lindbergh hizo una maniobra y disparó sus fásers contra el Libertador.

-Señor Ren, maniobras evasivas. Beratis, deles duro, ataque a su generador de escudos y a sus motores. Si es posible, me gustaría apoderarme de esa nave.

Beratis devolvió el fuego mientras el joven piloto ferengui esquivaba las andanadas de la nave imperial. Los cálculos de Mina no estaban equivocados, tras unos minutos de lucha, la intrepid, mucho más pequeña y con menor armamento se encontraba sin escudos e incapaz de entrar en warp.

-Beratis, envíe un pelotón y apodérese de esa nave.

-Yo mismo les lideraré capitán.

Beratis había visto incrementado el numero de guerreros asignados a su sección, ahora tenía más de trescientos hombres y mujeres bajo su mando, la mayoría de razas guerreras como nausicanos, gorns y caitians aunque también contaba con valientes de otras razas menos belicosas, pero igualmente diestras en el combate, como bajoranos, vulcanos o andorianos entre otros. Escogió a los cincuenta hombres que formarían el pelotón de abordaje y se teletransportaron a los puntos estratégicos de la nave imperial. Treinta minutos más tarde comunicaba a la capitán Mina que el Charles Lindbergh pertenecía ahora a la Alianza Rebelde.

-Buen trabajo teniente -dijo Mina. -Mantenga la posición hasta nueva orden. Comandante T'Brell, escoja a trescientos tripulantes para reasignarlos a esa nave y tome el mando de la misma. Haga las reparaciones pertinentes, llévela a nuestra base secreta y dótela de una tripulación completa. Y procure que la gente de Beratis no se cebe demasiado con los prisioneros.

-Enseguida capitán.

Tres horas más tarde el Charles Lindbergh, rebautizado como “Justiciero”, estaba a punto.

-Capitán Mina, estamos a punto para partir.

-Buen trabajo... capitán T'Brell, buen viaje.

T'Brell alzó una ceja cuando escuchó a Mina llamarle capitán, aparte de eso nada reveló las emociones que despertó ese hecho en ella.

-Gracias capitán. Hasta pronto.

El Justiciero maniobró con elegancia y poco después desapareció en un estallido warp.

Mientras, el Libertador, que ya había sido reparado de los daños sufridos en el enfrentamiento, seguía esperando.

--------------

El Enterprise salió de warp en las afueras del sistema bajorano y se situó en órbita geosincrónica de la pequeña luna. Picard, escoltado de cuatro hombres, se materializó en la superficie donde la anterior tripulación del Ares esperaba su incierto destino custodiada por varios hombres de la sección 31. El oficial al mando se adelantó a recibirle.

-Bienvenido capitán Picard, le estábamos esperando señor.

-¿Han interrogado a la tripulación del Ares?

-Afirmativo señor. Ninguno parece saber nada del destino del Ares.

-¿El interrogatorio ha sido el adecuado?

-Le aseguro señor que si alguno de ellos supiera a donde ha ido esa nave lo habría confesado.

-Bien. Retengan a los cuatro de mayor rango para que los ahorquen públicamente en la Tierra, el pueblo agradece un buen espectáculo. Ejecuten al resto aquí mismo.

-A la orden capitán.

Con el semblante impasible, Picard presionó su comunicador y él y su equipo desaparecieron entre el fulgor del teletransportador.

-----------

El sonido del comunicador despertó a la capitán Mina de un sueño reparador.

-Diga.

-Siento despertarla capitán, una nave romulana acaba de descamuflarse a corta distancia. Nos llaman.

Mina, aun medio dormida, tardó unos segundos en reconocer la voz de su nuevo primer oficial, el comandante Glem. Ella había escogido al andoriano para el puesto después de que Beratis lo rechazara, el nausicano prefería seguir en su puesto como líder guerrero.

-No sería útil en un puesto burocrático como el de primer oficial -le dijo -prefiero estar donde está la acción.

Mina se levantó de la cama y se vistió rápidamente.

-Voy para allá señor Glem.


Capítulo 2

Mina entró en el puente encarándose a la pantalla principal donde se veía un oficial romulano.

-Soy la capitán Mina Lars, de la Alianza Rebelde. ¿Con quién tengo el placer...?

-Soy el capitán Talok. ¿A quién pretende engañar? Esa es una nave de la flota terrana.

-Que ha sido requisada por la Alianza. No somos sus enemigos capitán, más bien todo lo contrario. De hecho estamos aquí para proponer una alianza.

-¿Qué clase de alianza?

-Sería mejor hablarlo en persona. Le invito a visitar el Libertador.

-¿Y caer en manos del Imperio Terrano, me toma por estúpido?

-Ya le he dicho que esta nave no pertenece al imperio. Míreme, soy bajorana, mi primer oficial es andoriano, mi jefe de armamento es nausicano. En este puente puede ver además a un vulcano un boliano y un ferengui. ¿Cuando ha visto una nave del Imperio Terrano tripulada solo por alienígenas?

-Pueden ser terranos alterados quirúrgicamente.

-¿Con qué propósito? Si no se fía puedo ir yo a su nave.

-¡No! Ningún enemigo potencial entrará en esta nave... De acuerdo iré yo a la suya, bajo ciertas condiciones.

-Exponga esas condiciones capitán, seguro que podemos entendernos.

------------

Talok se materializó en la sala de transportador 3 acompañado de cuatro hombres fuertemente armados.

-Bienvenido al Libertador capitán -saludó Mina. -Le presento a mi primer oficial, el comandante Glem.

Talok miró a su alrededor intentando descubrir alguna trampa, pareció darse por satisfecho con el resultado de su escrutinio y, por primera vez desde su llegada, miró a Mina a los ojos.

-Usando una expresión terrana, vayamos al grano capitán Mina. No pienso permanecer en esta nave más tiempo del necesario.

-Lo comprendo.

Poco después se instalaban en la sala de juntas.

-¿Qué quiere proponerme capitán Mina?

-Hace poco, la Alianza Rebelde se enteró de un plan del Imperio Terrano para invadir Rómulo. Si su Tal Shiar es tan bueno como dicen, ya les supongo enterados.

Talok se limitó a mirar a Mina con cara de poker, sin soltar una palabra.

-Lo tomaré como un si. Nuestra propuesta es la siguiente. A cambio de cierta ayuda tecnológica, nosotros mantendríamos al imperio tan ocupado que no tendría tiempo de invadir a nadie.

-¿Y como van a hacer eso? Dígame capitán ¿Disponen de muchas naves como esta?

-Lo cierto es que no. De ahí nuestra solicitud de ayuda.

-No parece que puedan hacer gran cosa. Supongamos que el gobierno de Rómulo aceptase su proposición. ¿Y si a pesar de todos sus esfuerzos lo terranos intentaran su invasión?

-Entonces tendrían una guerra, pero contarían ustedes con una ventaja. Tendrían una quinta columna actuando desde dentro del Imperio Terrano.

-Interesante. ¿Y en qué están ustedes pensando exactamente al hablar de ayuda tecnológica?

-En su tecnología de ocultación, evidentemente.

-Rómulo jamás aceptará compartir esa tecnología.

-Capitán, seamos sinceros, El Imperio Romulano resultó muy tocado después de su último enfrentamiento con los terranos. No les interesa esta guerra. Nosotros les estamos dando la oportunidad de evitarla o, en el caso de que se produzca, contar con un aliado.

Talok desvió la mirada y pareció meditar sobre lo que le había dicho Mina. Estuvo varios segundos pensativo hasta que, al fin, levantó de nuevo la mirada.

-Yo no puedo tomar esta decisión. Solo puedo traspasársela a mi gobierno. Y necesitarán algún tiempo antes de decidirse por una respuesta.

-Es comprensible. Hágalo Talok. Mientras tanto nosotros abandonaremos la zona neutral. ¿Le parece que nos veamos de nuevo aquí en digamos...dos meses?

-Creo que para entonces podré darle una respuesta.

-Gracias por escucharnos.

-Ha sido interesante.

------------

Picard entró en su camarote al finalizar su turno, se despojó de la parte superior de su uniforme y se dejó caer en un sillón.

-Pareces cansado Jean-Luc.

El capitán permaneció con los ojos cerrados sin responder a la mujer que le había hablado desde su cama. Ella se incorporó y cruzó la habitación con andares felinos, se acercó al mueble donde Picard guardaba su coñac y sirvió un trago en una copa. Se acercó a él por detrás y le entregó la copa por encima de su hombro mientras le besaba en el cuello. Picard bebió un sorbo y su rostro se relajó un poco. La mujer empezó entonces a masajearle el cuello y los hombros y poco después Jean-Luc Picard se sentía otro hombre.

-Mi pequeña Tasha, tú si sabes como relajar a un hombre cansado.

Tasha Yar rodeó el sillón donde descansaba Picard, se sentó sobre las rodillas del hombre y rodeó su cuello con los brazos.

-Espero que no estés muy cansado Jean-Luc, tu pequeña Tasha tiene ganas de jugar.

El la besó mientras acariciaba su cuerpo apenas velado por un fino vestido de seda toliana.

------------

El sonido del comunicador despertó a Picard.

-Picard al habla.

-Siento despertarlo capitán – dijo el comandante Riker. -Tenemos noticias del Ares.

-Voy de inmediato.

Se vistió y antes de abandonar el camarote deposito un beso en los labios de su jefa de armamento que continuaba durmiendo plácidamente.

--------------

Tierras Baldías era una región del espacio en la frontera entre el Imperio Terrano y la Unión Cardassiana, lugar de frecuentes tormentas de plasma y anomalías gravimétricas, por lo que era una zona evitada por el tráfico comercial de naves espaciales. Sin embargo, había quien conocía unos pocos pasos seguros por la región. Allí, en un pequeño planeta sin vida, se encontraba la base secreta de la Alianza Rebelde. El Libertador llegó al planeta sorteando los torbellinos de plasma atravesando uno de esos pasos.

Cuando Mina entró en la base se encontró con que T'Brell le estaba esperando.

-Bienvenida capitán.

-Gracias, capitán. ¿Como va el Justiciero?

-Ya está operativo al cien por cien. ¿Fue fructífera su reunión con los romulanos?

-Mejor de lo que esperaba T'Brell.

-Bien, le están esperando en comandancia para que presente su informe.

-Vamos para allá entonces, no les hagamos esperar.



Capítulo 3

Picard entró en el puente donde le esperaba su primer oficial.

-Informe número uno.

-Hace diecinueve horas, el ISS Charles Lindbergh informó de que había avistado al Ares en el borde de la zona neutral y de que se disponía a enfrentarse a los rebeldes. No se ha vuelto a saber nada de ellos.

Picard estudió el informe que le entregó Riker con atención antes de decidirse.

-Timonel, introduzca las coordenadas, llévenos hasta allá, warp ocho.

-Warp ocho capitán, tiempo de llegada diecisiete horas aproximadamente.

-----------

-¿T'Brell, estas segura de que no quieres llevarte el Libertador? Tiene mucha más potencia de fuego.

-Te agradezco la oferta Lars, pero me he acostumbrado al Justiciero. Es una buena nave y su armamento es suficiente para llevar la misión a buen término. Además, necesitarás al Libertador si tienes problemas en tu encuentro con los romulanos.

-Espero no tenerlos.

La conversación se vio interrumpida por el sonido del comunicador de T'Brell.

-Aquí T'Brell.

-Barclay al habla. Capitán, todo está a punto para partir.

Reginald Barclay era uno de los pocos terranos que simpatizaba con la Alianza Rebelde. Firme defensor de la igualdad entre todas las razas del imperio, resultó ser un hábil ingeniero y, a pesar de su hipocondría, un útil elemento para la alianza.

-Voy de inmediato teniente.

-Buena suerte -dijo Mina.

-Gracias, pero los vulcanos no creemos en la suerte.

-Lo se, pero buena suerte igualmente.

T'Brell asintió con la cabeza y se marchó sin pronunciar otra palabra. Mina la observó hasta que desapareció de su vista y se dirigió hacia el mirador para ver partir al Justiciero.

--------------

El Enterprise salió de warp a corta distancia de la zona neutral romulana, justo en el lugar donde pocas horas antes había estado el Charles Lindbergh

-Informen -ordenó Picard.

-Los sensores no detectan ninguna nave en la zona capitán.

-Sigan escaneando, hasta el límite de los sensores. Busquen restos, desperdicios, cualquier cosa que pueda darnos una pista.

Picard se puso en pie y recorrió todo el puente, viendo como sus hombres se afanaban en encontrar alguna pista. Finalmente se dirigió al oficial de comunicaciones.

-Comuníqueme con comandancia. Páseme la llamada a mi despacho cuando contacte. El puente es suyo señor Riker.

Sin esperar respuesta de su primer oficial Picard entró en su despacho.

Se sentó tras su escritorio y pensó en lo que se había encontrado, que no era para nada lo que esperaba. El creía que se encontraría con los restos de una de las naves, tal vez de las dos. Pero en vez de eso...¡nada!, nada en absoluto, ninguna pista. ¿Qué habría pasado después del último informe del Lindbergh? Fue al replicador y encargó un Earl Grey caliente. Se bebió la infusión lentamente mientras observaba el espacio a través del mirador del despacho.

-------------

-Capitán, comandancia está respondiendo a nuestra llamada.

-Pásela a mi despacho.

La pantalla de su escritorio se iluminó mostrando le imagen de un hombre con uniforme de almirante.

-Almirante Queen, tiene buen aspecto señor.

-Gracias Jean-Luc. ¿Qué has encontrado?

-Absolutamente nada. Ni rastro de ninguna de las dos naves almirante.

-Ya veo.

-No parece sorprendido señor.

-El caso va de mal en peor Jean-Luc. Hace siete horas la colonia penal para alienígenas disidentes de Tántalus 5 ha sido atacada por una nave de guerra. Todos los prisioneros han sido liberados y transportados a esa nave.

-¿El Ares?

-No, el Charles Lindbergh.

-¿Me está diciendo que ahora tienen dos naves?

-Así parece. Quiero que lleves al Enterprise a Tántalus 5. A ver que puedes averiguar.

-Partiremos de inmediato señor.

-Envíame un informe cuando hayas investigado la colonia. Buena suerte capitán.

Queen cortó la comunicación en ese punto.

-Maldita sea -pensó -tal vez no sea tan descabellado enviar al Enterprise tras esos insurgentes. ¿Cual será su próximo movimiento?

------------

En la base rebelde, el Justiciero fue recibido con vítores y aplausos. Casi ochocientas personas procedentes de todo el cuadrante, afines a la causa, habían sido liberadas y la gran mayoría estaban más que dispuestos a alistarse.

-Buen trabajo T'Brell.

-Gracias Lars, pero no ha sido muy difícil. La dotación de la colonia no era muy numerosa, además, no estaban enterados de que la nave pertenece ahora a la alianza. Creían que era una visita de inspección.

-No te restes méritos. Lo has hecho muy bien capitán.



Capítulo 4


Picard observaba Tántalus 5 desde el mirador de su despacho cuando sonó su comunicador.

-Diga.

-Capitán, el alcaide Hatchinsson acaba de teletransportarse a bordo.

-Traiganle a mi despacho enseguida.

Hatchinsson era un hombrecillo menudo y flaco, evidentemente tenía más de funcionario que de soldado, lo cual no era extraño dado su trabajo.

-Siéntese señor Hatchinsson. Acabo de leerme su informe por enésima vez. ¿Tiene algo que añadir al mismo?

-Nada, capitán.

-Para empezar, ¿como es posible que esa nave entrara en la atmósfera? ¿Porqué retiraron la cúpula defensiva?

-Era una nave imperial. Nos dijeron que venían por una inspección.

-¿Y usted les creyó sin más? ¿No se supone que tenía que estar avisado de esa inspección?

-No si se trataba de una inspección sorpresa. Son muy habituales.

-¿Como de habituales?

-Se sorprendería.

Picard hizo un gesto de disgusto. El hombre tenía razón, él mismo había llevado a cabo más de una de esas inspecciones sorpresa.

-Está bien, puede retirarse. Vuelva a su puesto y espere instrucciones.

Hatchinsson salió del despacho dejando a Picard solo y pensativo.

La jugada de liberar a los rebeldes atacando la colonia penal había sido arriesgada y bien planificada. No, no estaba enfrentándose a una banda de revoltosos. Eran un grupo bien organizado y numeroso. Seguramente, incluso tenían espías infiltrados en la flota. Pero lo que más le intrigaba era la visita del Ares a la zona neutral. ¿Qué diablos buscaban allí?

-Atención señor Riker.

-¿Capitán?

-¿Esta todo el personal de la colonia penal en la instalación?

-Afirmativo.

-Bien, dispare dos torpedos de fotón contra ese antro y llévenos de vuelta a la zona neutral, seguiremos allí con nuestra búsqueda.

-A la orden señor.

--------------

Mina Lars y Jadzia Dax se pararon frente a la puerta de un ascensor.

-Deja de tocarte la prótesis de la nariz o la estropearás.

Lars emitió un gruñido ante esas palabras.

-Me pica.

-Pues te aguantas. ¿Has visto alguna vez un bajorano vistiendo un uniforme de oficial? Esa prótesis es ahora mucho mejor que un sistema de ocultación. Además, ¿crees que a mi me hace mucha gracia que hayan ocultado mis manchas?

-Supongo que no.

Jadzia, la bella trill unida al simbionte Dax, llevaba siete años trabajando para la Alianza Rebelde y esta no era la primera vez que se había infiltrado en territorio enemigo.

-¿Y si alguien nos pregunta quienes somos y que hacemos aquí?

La puerta del ascensor se abrió y Jadzia esperó a responder a que estuvieran dentro.

-En este lugar continuamente está entrando y saliendo gente. Es muy normal para los trabajadores de este astillero cruzarse con gente que no han visto antes. Tu solo actúa como si tuvieras que estar aquí y no tendremos problemas.

-Si tú lo dices...

Cuando llegaron a la planta que les interesaba, salieron del ascensor y empezaron a recorrer los interminables pasillos de los Astilleros Antares.

-Dax, ¿puedo hacerte una pregunta personal?

-Puedes, pero no te prometo que la conteste.

-¿Qué edad tienes? Y no me refiero a Jadzia.

-Trescientos treinta y uno.

-Y en todo ese tiempo...¿Conociste alguna vez a Norn?

-¿Norn? Claro, somos amigos desde hace mucho. Lo último que supe de él es que fue obligado a unirse a un terrano. No se como salió el experimento.

-Salió bien. El era el primer oficial del Ares.

Jadzia la miró a los ojos y pudo ver en ellos toda la historia oculta tras sus preguntas.

-¡Oh, pobrecilla! -dijo abrazándola. -Tú le querías, ¿verdad?

-Eso no importa ahora, tenemos trabajo que hacer, y ya hemos llegado a nuestro destino.

A través de los ventanales de la gran sala en la que se encontraban, podía verse la pequeña pero dura nave experimental “Defiant”.

-Nunca verás tanta fuerza de ataque concentrada en una nave tan pequeña -dijo Jadzia.

-Es una monstruosidad.

-Tal vez, pero si todo sale bien, ese pequeño monstruo será nuestro. Prepárate porque los nuestros deberían llegar ya.

Nada más pronunciar esas palabras, todo el complejo empezó a zarandearse, las alarmas sonaron por todos los pasillos y la gente empezó a correr de un lado para otro.

-Es el momento, vamos.

Lars y Jadzia se lanzaron a toda velocidad hacia la puerta de atraque del Defiant.

--------------

Glem dirigía el ataque desde el Libertador, acompañado de cuatro viejos navíos de guerra andorianos de dos siglos de antigüedad. Eran reliquias de tiempos mejores, antes de que Andoria cayera bajo la bota del Imperio Terrano. Estos solo harían una pasada y volverían a entrar en warp de inmediato. Solo tenían que causar mucho alboroto para que todos en Antares se centraran en las defensas del astillero. Eso les daría a Lars y a Jadzia la oportunidad de hacerse con la nave experimental. Observó como las viejas naves construidas en su mundo natal desaparecían una tras otra al entrar en warp, disparó un par de andanadas más, esperó a que el Defiant se uniera a ellos y ambas naves desaparecieron en un estallido warp.

Todo sucedió tan rápido y de modo tan inesperado que en Antares no descubrieron la desaparición del Defiant hasta casi una hora más tarde.

-----------

-¿Qué cree que buscaban en la zona neutral Riker?

-Contactar con los romulanos, claro.

-Eso es evidente. Pero...¿Para qué?

-¿Asilo político?

-Ridículo. No se habrían tomado la molestia de capturar dos naves de guerra. Robar unos cargueros habría sido más sencillo.

-Bueno tal vez la pregunta adecuada sea...¿Porqué los romulanos? ¿Porqué no los klingon o los cardasianos? ¿Qué pueden ofrecerles ellos que no puedan ofrecer los otros?

Picard se puso en pie como impulsado por un resorte.

-¡Oh, mierda, eso es...!

---------------------------

Capítulo 5

El ISS Enterprise se encontraba de nuevo patrullando la zona neutral cuando Picard recibió un nuevo comunicado de la comandancia.

-Almirante Queen. Señor, seguimos peinando la zona, pero...

-Olvídate de la zona neutral Jean-Luc. Esos rebeldes son cada vez más osados.

-¿Qué han hecho esta vez?

-¿Puedes creerlo? Han atacado los Astilleros Antares. Han causado varios daños en nueve naves y por si fuera poco se han hecho con el Defiant.

-¿El nuevo prototipo experimental?

-Debes llevar al Enterprise a Antares, allí te reunirás con el Voyager. Te pondrás a las órdenes de la capitán Janeway.

-¿Como? El Enterprise es la nave insignia de la flota. No pienso supeditarme a esa advenediza de...

-Jean-Luc, el emperador no está muy satisfecho con tu falta de resultados, te aconsejo por tu bien que hagas lo que se te ordena, y se amable con Janeway.

-Está bien, pero volveremos a hablar de esto.

Picard cortó la comunicación de golpe y asestó un fuerte puñetazo al monitor, que salió despedido para estrellarse en la pared más próxima.

-----------

Will Riker estaba repasando los informes sobre los últimos movimientos de los rebeldes. Los había leído ya varias veces, pero en ese momento, no tenía nada mejor que hacer. Entonces se percató de algo que antes se le había escapado. Tal vez se equivocaba, pero su intuición nunca le había fallado en otras ocasiones parecidas. Lo recogió todo y se dirigió al despacho de Picard.

-¿Qué ha encontrado señor Riker?

Picard seguía furioso, tener que someterse a Janeway era como un insulto para él. Riker pensó que, tal vez, su descubrimiento, aunque sería mejor llamarlo su teoría, le animaría un poco.

-Verá capitán es solo una teoría, una intuición, pero creo saber donde se esconden los rebeldes.

-Veamos lo que tiene.

-Mire, primero se abastecen de personal en una luna del sistema Bajor, luego atacan la colonia penal de Tántalus 5 y finalmente atacan Astilleros Antares. Todos estos lugares tienen algo en común.

-Se encuentran en el Sector Bajor -dijo Picard.

-Así es. Por lo que creo que su base secreta está cercana a ese sector. Y cerca del Sector Bajor hay un lugar perfecto para esconderse.

-¡Tierras Baldías! Riker, creo que ha acertado. Comuníqueme con comandancia. Y ponga rumbo a Bajor de inmediato, a warp máximo.

----------------

Cuando Riker entró en la taberna todos los presentes le miraron con hostilidad, pero ninguno de ellos se atrevió ni tan solo a levantarle la voz. Se sentó en una de las mesas, pidió una bebida y esperó.

Llevaba dos semanas dando vueltas por los tugurios de la capital, haciendo preguntas y recibiendo solo evasivas como respuesta. Pero esa mañana le llegó una nota anónima de alguien que decía poder llevarle hasta los rebeldes. Le había citado en la taberna donde ahora se encontraba. Estaba a punto de marcharse, pensando que le habían tomado el pelo cuando un encapuchado se sentó frente a él.

-¿Comandante Riker?

-Yo mismo. ¿Quién es usted?

El otro se sacó la capucha y Riker pudo ver que era un andoriano.

-Me llamo Glem, comandante. Tengo entendido que desea hacerle una visita a la Alianza Rebelde.

-Su información es correcta.

-Bien, yo puedo llevarle...por un precio.

-¿Cuanto?

-Directo al asunto, me gusta. Pero no es dinero lo que quiero.

-Dígame su precio.

-Mi esposa, Reana, lleva dos años encarcelada en alguna de sus colonias penales, quiero que la encuentre y la libere.

-Si su información resulta ser cierta será liberada, pero primero deberá llevarnos a esa base oculta.

-Está bien, supongo que es la mejor oferta que puedo esperar de usted. Tenemos un trato comandante.

-No tan deprisa. Primero dígame como tiene usted esa información.

-Soy contrabandista comandante. En un par de ocasiones les he llevado suministros.

-De acuerdo, venga conmigo, nos transportaremos al Enterprise de inmediato.

-Nada de eso comandante. Prefiero tomar mis precauciones. Yo iré en mi carguero y ustedes me seguirán.

-Negativo. Un carguero es demasiado lento. Usted embarcará en el Enterprise y nos guiará.

-¡En fin! Otra vez será -dijo Glem mientras se levantaba con la clara intención de marcharse.

-Quieto ahí amigo -respondió Riker echando mano de su phaser.

-Yo no haría eso comandante. Tengo a tres amigos apuntando a su fea cabeza y le aseguro que nadie aquí pedirá explicaciones si se la vuelan.

Riker guardó el phaser.

-Está bien Glem. Lo haremos a su modo.

-Sabía que llegaríamos a un acuerdo. Dentro de tres horas, en la órbita del planeta, en la vertical de la capital.

Dicho esto, volvió a colocarse la capucha y abandonó el local.

-----------

-Supongo, capitán Janeway, que ya habrá recibido el cambio de órdenes dijo Picard con una sonrisa sarcástica dibujada en su rostro.

-Así es señor. Debo ponerme bajo sus órdenes durante la incursión en Tierras Baldías. Pero si esta expedición fracasa, volveremos a las órdenes originales.

-No fracasaremos. Ahora vuelva al Voyager y espere instrucciones.

Janeway se retiró y volvió a su nave que estaba estacionada junto al Enterprise en la órbita de Bajor. Tres horas después ambas naves abandonaban la órbita escoltando a un viejo carguero andoriano.

-Deberá tener un poco de paciencia capitán Picard. Mi vieja “Nelly” solo alcanza warp 4.

-No intente ninguna jugarreta Glem -respondió Picard mirando furioso a la imagen del andoriano que ocupaba la pantalla principal.

-Cumpliré con mi parte del trato, espero que ustedes también cumplan la suya.

Picard cortó la comunicación sin responder.

-¿Seguro que ese alien es fiable Riker?

-Todo lo fiable que puede ser un contrabandista señor. Pero no tenemos muchas opciones.

-No, supongo que no.

--------------

Capítulo 6

El carguero andoriano maniobraba entre las anomalías gravimétricas seguido de cerca por el Enterprise y el Voyager que imitaban sus maniobras.

-¿Falta mucho para llegar Glem?

-Tranquilo capitán Picard. ¿Qué prisa tiene?

-Responda a la pregunta.

-Es difícil de decir capitán. La ruta varía ligeramente cada vez. Esos torbellinos de plasma no están fijos en un lugar... Está bien...está bien, a este ritmo llegaremos en menos de una hora.

Finalmente llegaron a una zona despejada, donde brillaba una estrella con un único planeta orbitando en torno a ella.

-Ahí lo tiene capitán -dijo Glem.

-Capitán, detectamos varias construcciones en el continente norte de ese planeta.

-¿Formas de vida?

-No se aprecian formas de vida capitán. Pero los sensores no funcionan muy bien en las cercanías de esas anomalías.

-Está bien. Que todos los grupos de asalto de ambas naves desciendan al planeta y tomen posesión de esas instalaciones. Disparen a discreción, tomen prisioneros solo a los principales cabecillas.

Las órdenes fueron ejecutadas a la perfección. 600 comandos del Enterprise y 400 del Voyager, a las órdenes de la teniente Yar, fueron materializándose en la superficie a 10 kilómetros del complejo.

-Bueno capitán -dijo Glem -yo ya les he traído hasta aquí. Ahora les toca a ustedes llamar a la puerta. Yo he cumplido con lo mio, ya no tengo nada que hacer aquí. Me voy, no quiero que mis amigos de la alianza descubran que les he traicionado.

El carguero empezó a maniobrar para dar la vuelta.

-Detengan a ese trasto -dijo Riker.

-Déjelo -intervino Picard. -Ya tenemos lo que queríamos.

La nave andoriana desapareció entre los torbellinos de plasma.

-Teniente Yar, informe.

-Estamos dentro capitán. Esto parece que ha sido abandonado hace poco. Hay algunos muebles, varias computadoras obsoletas, pero ningún signo de vida.

-No se fie Tasha. Sigan con la incursión.

Las tropas de asalto siguieron penetrando más y más en la instalación hasta que el grupo de cabeza entró en una gran sala vacía excepto por una mesa que ocupaba el centro exacto de la misma. Tasha Yar se acercó a la mesa y pudo ver un pad encima de ella. Junto a él había una nota manuscrita, Yar la leyó: “A la atención de nuestros amigos imperiales.” Hizo una bola con el papel y la lanzó a un extremo de la sala, después cogió el pad y lo activó. El rostro de una mujer bajorana apareció en la pantalla.

-Saludos, señores imperiales -dijo. -Si estáis viendo esta grabación significa que nos hemos marchado a otra parte. Pero para que veáis que nos acordamos de vosotros os hemos dejado un regalito. La imagen de la bajorana desapareció siendo sustituida por un número 6. El 6 cambió a 5 y Tasha lanzó el pad por los aires.

-¡Todo el mundo fuera, esto va a explotar!

Desde le órbita del planeta, los tripulantes del Enterprise y del Voyager, pudieron observar las múltiples explosiones que se formaron por todo el complejo.

--------------

-Otro duro golpe para el imperio.

-Así es almirante Tuvok -respondió Lars. ¿De verdad cree que es una buena idea permanecer aquí?

-Nunca se les ocurrirá buscarnos dos veces en el mismo sitio. Estas instalaciones subterráneas están ahora bien ocultas por las ruinas de la superficie. El plan de Glem ha sido un éxito. Jamás sospecharán que ha sido la misma alianza quien les facilitó la localización de nuestra supuesta base secreta.

-¿Cuál es el siguiente paso almirante?

-Estamos en ello capitán Mina. Mientras, tendrán ustedes tiempo de descansar. Se lo han ganado.

---------------

Picard estaba en su camarote vaciando una botella de brandy sauriano cuando Riker entró acompañado de dos hombres de seguridad. Adivinó el motivo de la visita y permaneció en silencio mientras seguía apurando la botella.

-Acaba de llegar un comunicado de comandancia de la flota. Órdenes directas del emperador. Debo arrestarle y llevarle de vuelta a la Tierra, donde será ejecutado públicamente.

-Y naturalmente, usted queda al mando del Enterprise.

-Así es señor.

-Bien, será un buen capitán. ¿Qué hay de Janeway?

-Está arrestada en el Voyager. Su primer oficial, el comandante Kim, está ahora al mando.

-¿Puedo llevarme la botella al calabozo capitán Riker?

-Concedido.

----------

Riker estaba en el puente del Enterprise cuando le llegó el informe que estaba esperando. No había ninguna andoriana llamada Reana en ninguna de las colonias penales del imperio. El tal Glem, si es que se llamaba realmente así, les había engañado desde el principio.

Bien, eso era agua pasada. Comandancia le había concedido su petición de seguir con su investigación en el sistema Bajor. Ahora, con Picard a bordo del Voyager, camino a la Tierra donde se enfrentaría a su destino junto a Janeway, Riker esperaba triunfar donde el que había sido su superior había fracasado.

Lo bueno era que ahora sabía que no se había equivocado. La base de la alianza estaba donde él creía, por eso sus superiores le permitieron seguir con la investigación. Lo malo era que los rebeldes habían abandonado dicha base. Esperaba encontrar alguna pista de su nueva ubicación husmeando en el sistema Bajor.

-Comandante La Forge, estaré en mi despacho, el puente es suyo.

-A la orden capitán -respondió su flamante primer oficial.

Riker entró en el despacho, se sirvió una copa del surtido bar de Picard y se puso a estudiar por enésima vez los informes de la misión.

Frente a él estaban las fichas de Mina Lars, T'Brell y Beratis. Las estudió detenidamente con la esperanza de conocer así mejor a su enemigo. No cabía duda de que las dos mujeres fueron los cerebros tras el motín del Ares y que Beratis y los suyos fueron el brazo ejecutor. Nunca se había sentido a gusto con el hecho de que aceptaran alienígenas en las naves de guerra imperiales. Los hechos le habían dado la razón.

------------------------------------

Capítulo 7

-Ese trasto tiene tanta potencia de fuego como el Libertador y el Justiciero juntos -dijo Lars observando al Defiant desde las ventanas del despacho de Tuvok.

-Así es. Pero ese es también su punto débil. Si se intenta aplicar todo su potencial, los sistemas se sobrecargan y la nave se autodestruye. Ese es el problema de los imperiales, siempre quieren abarcar demasiado.

-Pero nuestros ingenieros están trabajando para solucionar ese problema. Tal vez tengamos éxito donde el imperio a fracasado.

-No adelantemos acontecimientos, capitán Mina.

-¿Sabemos algo de T'Brell, Almirante?

-Su último informe decía que iba a encontrarse con ese contrabandista klingon.

-¿Donde?

-Cerca de la frontera klingon.

-----------

El Justiciero se encontraba en paro total muy cerca de la frontera con el Imperio Klingon. En el puente de mando, T'Brell empezaba a impacientarse cuando el oficial de OPS anunció.

-Una nave saliendo de warp capitán, es klingon.

-Contacte.

En la pantalla principal apareció el rostro de un guerrero klingon.

-Soy Worf. ¿Es usted T'Brell?

T'Brell había estado en contacto con Worf a través de intermediarios. Esta era la primera vez que se encontraban en persona, y seguramente sería la última.

-Soy T'Brell. Le esperábamos hace cinco horas.

-He tenido que esquivar una patrulla del imperio. ¿Trae el pago convenido?

-Lo traigo. ¿Puedo ver la mercancía?

-Están en órbita de una luna cercana. Si echa un vistazo a su pantalla secundaria podrá verlas.

T'Brell observó el monitor y lo que vio no le gusto demasiado.

-Quedamos en que traería seis, ahí solo veo tres.

-No es fácil conseguir y mover esa clase de mercancía, tendrá que conformarse. ¿O acaso cree que está siendo engañada?

-No dudo de su honorabilidad Worf, pero solo trae el cincuenta por ciento del producto. Le pagaré la mitad de lo convenido.

-Inadmisible. El ochenta por ciento sería un trato más justo.

-El setenta. Es mi última oferta.

-De acuerdo. Le envío las coordenadas de la luna.

-Recibidas. Ya tiene en su almacén el pago convenido.

-Un placer hacer negocios con usted vulcana.

-Lo mismo digo.

Worf cortó la comunicación y su nave desapareció en un estallido warp.

-Timonel, ponga rumbo a esas coordenadas. Veamos de cerca lo que nos ha traído ese contrabandista.

---------------

Picard estaba de pie sobre el cadalso, a su lado se encontraba Janeway que, como él, ya tenía una soga rodeando su cuello.

El juez se puso en pie para pronunciar la sentencia.

-Jean-Luc Picard, Katheryn Janeway, se les sentencia a morir en la horca por negligencia en el cumplimiento del deber en el asalto a la base de los rebeldes, causando la muerte de mil soldados del imperio. Jean-Luc Picard ¿Tiene algo que decir?

Picard se limitó a negar con la cabeza.

-Katheryn Janeway ¿Tiene algo que decir?

-Soy inocente. Solo cumplía sus órdenes -dijo mirando a Picard.

-Irrelevante. Como segundo al mando podía haber detenido las acciones de Picard y optar por un plan alternativo.

-Vamos Kathy, alegra esa cara -dijo Picard. -Somos las estrellas del espectáculo. Y el pueblo siempre agradece un buen espectáculo.

Janeway no tubo tiempo de responder a ese comentario. En ese momento, el juez hizo una señal al verdugo y la trampilla que tenía bajo los pies se abrió de golpe.

----------------

Tuvok y Mina estaban viendo la ejecución a través de un monitor de TV. La emisión era de visionado obligatorio en todo el Imperio Terrano.

-Si seguimos haciendo tan bien nuestro trabajo pronto se quedarán sin capitanes -dijo Mina.

-Ojalá fuera así de fácil.

-¿Sabemos algo de T'Brell?

-Está de vuelta con las nuevas adquisiciones. Dice que intentará ponerlas a prueba por el camino.

-Bien, ese ataque seguro que desorientará a los imperiales.

-¿Todo a punto para su partida capitán Mina?

-Afirmativo señor. Partimos en una hora.

-Entonces no le entretengo más. Buen viaje capitán.

Mina Lars se retiró y se dirigió al Libertador. Ojalá que los romulanos aceptaran su propuesta. Esos dispositivos de ocultación serían muy útiles a la hora de enfrentarse a las naves del imperio. Cuando entró en el puente de mando de su nave escuchó los informes de las distintas secciones. Todo estaba a punto para la marcha.

-Señor Ren, introduzca las coordenadas de la zona neutral.

-Introduciendo coordenadas...hecho capitán.

-Llévenos hacia allá señor Ren, warp cinco.

----------------

Mientras, Tuvok recibía un informe secreto de su informador en la flota terrana.

-Esto es muy interesante -pensó. -Si lo hacemos bien podría ser un golpe definitivo para el imperio. Pero de momento no diré nada. Esperemos a que Mina y T'Brell acaben con lo que tienen entre manos. Dependiendo de los resultados veremos que podemos hacer con esta información.

Se acercó a la ventana desde donde podía verse el hangar donde reposaba el Defiant.

-Pilotar esa nave es como manejar una caja de bombas. Espero que nuestros ingenieros puedan hacerla más segura.

--------------

Will Riker también vio la ejecución por el monitor de su despacho. En parte lamentaba la muerte de Picard, había llegado a admirar a ese hombre, pero su caída en desgracia le había permitido ascender y ahora él era el capitán del Enterprise. No sería fácil mantenerse en el puesto, todo dependía de que encontrase la localización de la base rebelde. No sería tarea fácil encontrarla en una galaxia tan grande.

-Dígame La Forge ¿Cual es mejor método de esconder algo?

-Se dice que dejándolo a la vista.

-Demasiado arriesgado. Alguien que supiera exactamente lo que busca podría hallarlo. Vamos, piense, usted tiene algo que yo estoy buscando. ¿Donde lo esconde?

-Bueno, si usted ya lleva un tiempo buscando ese objeto, lo escondería en algún lugar que ya hubiese revisado.

Riker se quedó tenso en el asiento mientras su cerebro procesaba la respuesta de su primer oficial.

-Geordi, es usted un genio. Ponga rumbo a Tierras Baldías. Vamos a revisar lo revisado.

Capítulo 8

El Libertador salió de warp justo al límite de la zona neutral.

-Todos lo sensores abiertos -dijo la capitán Mina. -Levanten escudos, paro total.

-¿Cree que vendrán? -preguntó Glem.

-Eso espero comandante.

-Capitán, una nave desocultándose frente a nosotros.

-Esos romulanos siempre tan puntuales.

-Nos llaman.

-En pantalla.

-Saludos capitán Mina.

-Saludos capitán Talok. Espero que sea portador de buenas noticias.

-Mejores de lo que yo esperaba. Han llamado ustedes la atención en el senado de Rómulo.

-¿Entonces nos darán esa tecnología?

-Estoy autorizado a entregarles tres dispositivos de ocultación. No esperen más ayuda por parte de mi gobierno.

-Tres es mejor que nada capitán. Transmita a Rómulo el agradecimiento de la Alianza Rebelde.

-La mayor Belta subirá a bordo con los dispositivos para instruirles en su instalación.

-Será bien recibida.

-Transmita mis felicitaciones a la alianza. Hemos seguido sus evoluciones con mucho interés.

-Si, ya imaginaba que lo harían. Espero que les hayamos impresionado.

-Así a sido. Y es difícil impresionar a un romulano.

-----------

Veinte horas más tarde la asesora romulana se disponía a volver a su nave.

-Mayor Belta, gracias por asesorarnos. Su experiencia nos a sido muy útil.

-Solo cumplía órdenes capitán Mina. El Libertador ya esta equipado con su dispositivo y ya saben como instalar los otros dos. Es hora de que regrese.

-Le acompaño.

Mina acompañó a la romulana hasta la sala del transportador y ella misma accionó los mandos. Luego regresó al puente y se acercó al joven piloto ferengui.

-Vámonos de aquí señor Ren. Warp 7.

Ren manejó el timón con su pericia habitual y poco después el Libertador desaparecía en un estallido warp.

-Y ahora vamos a inspeccionar a fondo esos dispositivos de ocultación. Solo por si acaso. No pienso fiarme de esos romulanos. Son muy sibilinos.

---------------

-Capitán, ha llegado un nuevo informe de comandancia.

Riker se volvió hacia su oficial de comunicaciones.

-¿Qué novedades hay?

-Al parecer, hace unas diez horas, tres cruceros de ataque klingon clase Vor'cha, han atacado al Potenkim a dos años luz de distancia de la frontera. El capitán Boavista ha preferido activar la autodestrucción antes que rendir la nave como pretendían los atacantes.

-¿Ahora también nos atacan los klingon?

-No señor, las Vor'cha estaban tripuladas por rebeldes.

-Maldita sea. ¿De donde diablos las han sacado?

-Se desconoce señor.

Riker cerró los ojos y contó mentalmente hasta diez para no estallar. ¿Como iba a ganar esta guerra si sus tripulantes ni tan solo podían reconocer una pregunta retórica cuando la oían.

Dos horas más tarde el Enterprise salía de warp al borde de la región conocida como Tierras Baldías.

-Timonel. ¿Recuerda la ruta que seguimos la otra vez?

-La computadora trazó un mapa mientras la recorríamos señor, solo tengo que seguirlo.

-Adelante.

-Señor, hay una nave desocultándose frente a nosotros.

El Libertador apareció de la nada disparando sus phasers y torpedos fotón alcanzando de lleno a un Enterprise totalmente desprevenido.

-Maldita sea -gritó Riker. -Maniobra evasiva Delta. Levanten escudos. Fuego a discreción.

Lo sorpresivo del ataque dio una ventaja inicial al Libertador, pero la veteranía de Riker y su tripulación fue nivelando la lucha a medida que ambas naves intercambiaban disparos.
Riker empezaba a darle la vuelta a la situación cuando de repente, el Defiant salió del caos energético de Tierras Baldías vomitando muerte a través de sus cañones phaser. El Enterprise no pudo escapar del ataque combinado de las dos naves rebeldes y poco después estallaba en miles de pedazos.

A bordo del Libertador, la capitán Mina sonreía al conocido rostro que la saludaba desde la pantalla principal.

-Bienvenida capitán Mina. Parece que hemos llegado justo a tiempo.

-Nunca nadie ha sido tan oportuno capitán Beratis. Creía que no le gustaba estar al mando.

-Por nada de la galaxia me perdería gobernar esta preciosidad capitán Mina.

-Ya veo. Le sienta como un guante.

-¿Volvemos a casa?

-Después de usted.
----------

Horas después del enfrentamiento del Libertador con el Enterprise, toda la base rebelde se asomaba a los hangares para ver aterrizar al Justiciero acompañado por los tres cruceros de ataque klingons.

-Bien, ahora que ya estamos todos, tendremos que empezar a pensar en otra localización para nuestra base -dijo Tuvok.

-¿Cree que el Enterprise consiguió enviar un mensaje con nuestra posición?

-No lo se T'Brell. Pero más vale asegurarse.

-Creo que tengo una idea -intervino Mina. -Podemos seguir con la misma estrategia y escondernos en algún lugar donde ya nos hayan buscado.

-¿Tiene alguna sugerencia?

-La tengo.

--------------

Después de la destrucción del Enterprise, el emperador estaba realmente furioso y decidió implicarse de forma más personal en el asunto de los rebeldes. En ese momento tenía frente a él a uno de los más renombrados capitanes de su flota.

-No pienso tolerar más retrasos -dijo. -Ya ha visto lo que les ha pasado a Picard y a Janeway. Si no quiere que le pase lo mismo a usted y a su familia, tráigame a los cabecillas de esta rebelión, vivos o muertos. Tiene usted carta blanca. ¿A quedado claro capitán?

-Claro como el agua majestad.

-Bien, retírese. Y recuerde, quiero resultados. ¡Ya!

Benjamín Sisko tragó saliva, se inclinó en señal de respeto y abandonó la sala de audiencias. Fuera le esperaba el almirante Queen.

-Lo siento Ben. Yo no quería meterte en este embrollo, se que tienes familia. Pero el emperador te señalo a ti para arreglar este lio.

-Comprendo. Lo haré lo mejor que pueda almirante.

-Mucha suerte capitán.

-Gracias, la necesitaré.

--------------------

Capítulo 9

La construcción de la nueva base rebelde en Tántalus 5 requirió poco tiempo. Los rebeldes aprovecharon las estructuras subterráneas de la antigua colonia penal, que habían sufrido pocos daños. Tras unas pocas reformas el antiguo recinto penitenciario quedó perfecto.

En el espacio habilitado como sala de conferencias se habían reunido el estado mayor de la alianza y las tripulaciones de las seis naves con las que contaban. Completaban el público asistente otros miembros de la alianza cuya función era coordinar los movimientos de los rebeldes desde la base. Todos los asistentes se preguntaban porque se les había convocado a esa reunión, pues nadie fue informado del motivo de la misma.

Todos los murmullos se acallaron al entrar en el estrado el almirante Tuvok, que se situó frente un atril.

-Señoras y señores, gracias por su asistencia a esta reunión. Antes de abordar el tema que nos a traído hasta aquí, quiero hacer mención de los capitanes Mina, T'Brell y Beratis. Gracias a ellos, disponemos ahora de nuestra pequeña flota, por no hablar de los dispositivos de ocultación romulanos. Pido por favor un fuerte aplauso para ellos.

Todos los asistentes se pusieron en pie para aplaudir a los aludidos hasta que a un gesto de Tuvok se impuso nuevamente el silencio.

-Bien, ahora pasemos al tema que nos ocupa.

------------------

Benjamín Sisko estaba en su despacho, a bordo del ISS Executor, repasando los informes de Picard, Janeway y Riker. Él debía triunfar donde los otros habían fracasado, estaba en juego su vida y la de su familia. Decidió empezar en el sector Bajor, donde la actividad rebelde era más intensa. ¿Y qué mejor lugar que el planeta que daba nombre al sector?

La voz de su primer oficial sonó a través de su comunicador.

-Capitán, estamos a punto de salir de warp.

-Gracias comandante.

Sisko dejó los informes sobre la mesa y se dirigió al puente.

En la pantalla principal las lineas cinéticas de las estrellas se convirtieron en puntos estáticos de luz al abandonar la nave la velocidad warp. En el centro exacto de la pantalla podía verse el planeta Bajor. Sisko lo encontró extrañamente hermoso.

-Comandante, que todos nuestras tropas desciendan sobre las principales ciudades del planeta. Que se coordinen con las autoridades locales y que hagan incursiones en los puntos más conflictivos. Ya sabe, lugares donde se concentre el hampa local, locales de reunión de contrabandistas, asociaciones alienígenas, todo eso. Que efectúen detenciones indiscriminadas y organicen ejecuciones al azar en todas las ciudades. Difunda un boletín informativo que diga que cualquier información que nos lleve a los rebeldes será generosamente recompensada. Que nuestras tropas actúen con la máxima dureza, sin piedad. ¿Queda claro?

-Si capitán.

Sisko contemplo la pantalla. Era un hermoso planeta, ciertamente. Pero lo destruiría pedazo a pedazo, si era necesario, para obtener algún resultado.

-----------

Tuvok observó a su audiencia por unos segundos antes de continuar.

-Todos conocen la costumbre del emperador de, una vez cada cinco años, organizar una gira por todo el imperio, visitando varios planetas durante la misma. Pues bien, dentro de treinta días el emperador iniciará dicha gira. En contra de la opinión de sus consejeros no la suspenderá, a pesar de nuestros recientes ataques. Eso nos da una oportunidad única. La oportunidad de dar al imperio un golpe definitivo, la oportunidad de segar su cabeza.

-¿Está hablando de atacar la comitiva imperial? -pregunto alguien.

-Así es.

-Eso es una locura. -terció otro de los asistentes. -¿Ha visto usted al Imperator? Esa monstruosidad es inexpugnable.

Tuvok accionó un mando a distancia y la enorme pantalla que había a sus espaldas se iluminó mostrando diversas imágenes de una nave.

-El Imperator, la nave personal del emperador. Una monstruosidad, como la han definido hace un momento, de tres kilómetros de largo. Construida tomando como base los planos de una nave tipo Sovereign. Cien cañones phaser y treinta toberas lanzatorpedos. Es como una pequeña ciudad flotante.
Pero su enorme tamaño es también su desventaja principal. La superficie a cubrir es tan grande que sus generadores de escudos no pueden soportar un ataque continuado por más de diez minutos seguidos. Tendremos que usar todas nuestras fuerzas, sabemos que hay pocas probabilidades de éxito, pero no tendremos otra oportunidad como esta en otros cinco años.
Gracias a nuestro informador en el palacio imperial, conocemos la ruta de la comitiva. Uno de los planetas visitados por el emperador será Vulcano. Allí será donde llevemos a cabo nuestro ataque, en el momento en que entre en el sistema vulcano. Eso será dentro de setenta y nueve días.

----------------

Cinco días después de su llegada, Benjamín Sisko descendía a Bajor. Sus jefes de escuadrón le estaban esperando.

-Informen.

-No hay nada capitán. Esta gente o no sabe nada o se niega a hablar. No sacaremos nada de ellos.

Al oír esta última frase Sisko sacó su phaser y disparó contra el hombre que la había pronunciado.

-¿Alguien más opina como él? ¿No? Pues entonces aumenten el número de detenciones y ejecuciones. Diezmaré la población de este maldito planeta si es necesario. Doblen la recompensa por la información. Alguien tiene que hablar tarde o temprano, por propia voluntad o en contra.

Mientras pronunciaba esas palabras, en unas cuevas a las afueras de la capital, se celebraba una reunión clandestina. Un grupo de valientes bajoranos preparaba un contragolpe para librarse de las fuerzas de ocupación de Sisko.

-------------

T'Brell estaba en el comedor de la base cuando se acercó Barclay con una bandeja en las manos.

-¿Puedo sentarme?

-Por supuesto.

T'Brell observó como el hombre se sentaba frente a ella y acomodaba los elementos de la bandeja. Era consciente de que Barclay llevaba un tiempo ingeniándoselas para pasar el mayor tiempo posible cerca de ella y aún no sabía muy bien que pensar de ese comportamiento.

-¿Cree que hay alguna probabilidad de tener éxito en ese ataque? -preguntó Barclay.

-Las probabilidades son escasas. Pero por pocas que sean debemos intentarlo.

-Y usted está decidida a ello.

-Soy la capitán del Justiciero. Mi deber es estar en el puente.

-Claro, claro...Yo...No quisiera ser indiscreto, pero la veo siempre sola. ¿No tiene familia por aquí?

-No tengo familia.

-¿Pareja?

-No, no hay nadie.

-Bien...qui-quiero de-decir lástima.

-Señor Barclay. ¿Está usted intentando alguna especie de cortejo?

-¿Qué? ¡Oh...no, no!...es decir...S-s-si...Yo...yo...

T'Brell se levantó y apoyó las manos sobre los hombros del hombre.

-Barclay...Rex, es usted un buen hombre. Le prometo que cuando todo esto acabe volveremos a hablar de ello.

Entonces T'Brell hizo lo que Rex Barclay menos se hubiera imaginado. Se inclinó y deposito un suave beso en sus labios.

Rex se quedó mirando a la vulcana con una tonta sonrisa en la cara mientras ella abandonaba el comedor.

-¡Vaya, me ha besado! Ella es la mujer más hermosa de la alianza. ¡Y me ha dado un beso!

-------------------

Capítulo 10

-Capitán, hay tres naves saliendo de warp. Son klingon señor.

Sisko se puso en pie.

-Levanten escudos. Prepárense a responder al fuego.

Los tres cruceros de ataque rodearon al Executor. Sisko comprendió que esa era una batalla perdida. Solo le quedaba una jugada.

-Nos llaman capitán.

-En pantalla.

La pantalla principal se iluminó mostrando el rostro de un nausicano.

-Capitán Sisko, prepárese a rendir su nave.

-Ni pensarlo. Acabo de enviar un mensaje a mis tropas en tierra. Si efectúan un solo disparo contra esta nave, aniquilarán a toda la población de la capital.

-Capitán, sus tropas han sido derrotadas por la milicia de liberación bajorana. No nos obligue a destruir su nave.

El rostro de Sisko reflejó una gran ira.

-No hace falta que se tomen la molestia caballeros. Lo haré yo mismo. Computadora, orden de autodestrucción en un minuto. Código: Sisko, alfa, uno, beta, dos.

Los tres cruceros de ataque se retiraron a una distancia prudencial y pudieron ver como el Executor desaparecía en una inmensa explosión.

-------------

El Imperator salió de warp al borde del sistema boliano. El almirante Queen estaba en el puente, en la silla de mando.

-Almirante, hay cuatro naves frente a nosotros, nos estaban esperando. Son viejas naves de guerra andorianas. Nos atacan señor.

-Levanten escudos. ¿De verdad piensan que pueden hacer algo con toda esa chatarra? Fuego a discreción, pulvericen esas antiguallas.

Los cien cañones phaser del Imperator abrieron fuego contra las viejas naves que le atacaban disparando a plena potencia.

Las naves andorianas hicieron una pasada atacando todo el perímetro de sus escudos. Una de ellas cayó bajo el fuego del Imperator, pero las otras tres, consiguieron completar el recorrido desapareciendo luego en un estallido warp.

-¿Qué ha sido eso? -dijo Queen. -¿Qué creen haber conseguido?

-Capitán otras naves nos atacan. Tres cruceros de batalla klingons.

Sin duda son las naves que adquirieron los rebeldes, pensó Queen, pero ¿porqué les atacaban aquí? Su informador le había dicho que el ataque de los rebeldes tendría lugar en Vulcano.

Los tres cruceros se separaron y mientras dos de ellos atacaban a los motores del Imperator el tercero se centró en los generadores de escudos.

-Maniobras de evasión. Disparen con todo lo que tengamos.

-Escudos al noventa por ciento Almirante.

-Acaben con esas naves de una vez.

Los cruceros de batalla continuaron valientemente con su ataque a pesar de los daños que el poder de fuego de la nave imperial les estaba causando. Al final, la superioridad del Imperator se impuso y uno tras otro los navíos klingon fueron entrando en warp abandonando el campo de batalla.

-Informen.

-Escudos al setenta por ciento almirante. Daños de diversa gravedad en quince cubiertas.

-Informen al emperador, debemos abandonar este sistema.

-Almirante, dos naves desocultándose a babor y a estribor. Corrección, una tercera lo está haciendo a popa.

El Libertador, el Justiciero y el Defiant atacaron al Imperator siguiendo un plan preestablecido. Mientras las otras dos naves atacaban los motores del Imperator, el Defiant castigaba sus escudos concentrando toda su potencia de fuego en un solo punto, justo frente a los ventanales del puente de mando.

A pesar del desgaste al que ya lo habían sometido las naves andorianas y klingon, el Imperator resistía sin cesar de disparar con sus cien cañones phaser.

-Almirante, mensaje del emperador. La retirada es inadmisible.

-Maldito loco. ¿Cual es el estado del Imperator?

-Los daños se extienden a todas las cubiertas, excepto las centrales. Los escudos han bajado al cincuenta y cinco por ciento.

-¿Qué hay de esas naves?

-Daños diversos en todas ellas. Sus escudos están a niveles muy bajos.

-Sigan disparando.

Mina Lars contactó con sus compañeros.

-A este paso no lo lograremos. Sus escudos resisten más de lo que esperábamos. Tendremos que abortar el ataque.

-¡No! No podemos abandonar ahora -respondió Beratis.

-Beratis, no aguantaremos mucho mas en este infierno.

-Aún queda algo que puede hacerse.

-¿Qué ha pensado?

-Lars, T'Brell, ha sido un honor conocerlas y luchar a su lado.

-¡Beratis! ¿Qué va a hacer?

Por toda respuesta, el Defiant hizo un looping y se lanzó en picado contra el puente del Imperator sin dejar de disparar por sus cañones delanteros.

-¡Beratis, no lo haga!

Una enorme explosión se produjo en la proa del Imperator en el momento del impacto.

-Sus escudos han caído dijo T'Brell.

-Entonces a por ellos, que el sacrificio de Beratis no sea en vano.

Ambas naves concentraron su fuego en los puntos vitales del Imperator sin prestar atención a lo peligrosamente bajos que estaban sus propios escudos. Los tres cruceros Vor'cha salieron de warp y se unieron al ataque. Una serie de explosiones en la parte central de la nave imperial hizo que esta se partiera literalmente en dos.
Las naves rebeldes observaron como las explosiones se sucedían en ambas partes del Imperator hasta que finalmente, se desintegró en un enorme estallido final.

-------------

Epílogo

Horas después, todo el mundo en la base rebelde celebraba la victoria y la muerte del emperador. Tuvok, Mina y T'Brell conversaban con una copa en la mano.

-La información falsa dio resultado -decía Tuvok. -Nos esperaban en Vulcano, no estaban preparados para ese ataque anticipado. Aún así, lo hemos logrado por muy poco.

-¿Qué va a pasar ahora? -preguntó Mina.

-Gozaremos de un corto tiempo de paz, supongo. -respondió Tuvok. -Pero el sucesor al trono será nombrado emperador en breve y volveremos a estar en guerra.
Pero ahora, los terranos ya no están tan seguros de si mismos y mucha más gente se unirá a la rebelión. El sector Bajor ya es totalmente nuestro y si todo va bien, pronto anexionaremos nuevos territorios. Pero sea cual sea el resultado, sera una guerra muy larga y muchos más caerán en la batalla.

-Eso el tiempo lo dirá -dijo Mina. Hizo sonar su copa golpeándola con una cucharilla.-Quiero proponer un brindis -dijo en voz alta cuando atrajo la atención de todos los presentes. -¡Por Beratis y los suyos! Gracias a su sacrificio ha sido posible esta victoria.

Todos levantaron sus copas y exclamaron...

-¡Por Beratis!

Justo en ese momento, T'Brell descubrió a Barclay observándola desde un rincón.

-Discúlpenme – dijo a los otros. -Tengo que cumplir una promesa.

Los otros vieron como ella se acercaba al terrano, hablaba brevemente con él y ambos abandonaban el recinto.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario