STAR TREK - JTK III // EL ENIGMA KUROSAWA

Este relato está dedicado a:

Esther Rodríguez

que me animó a terminarlo

cuando yo estaba a punto

de abandonar.

          PRÓLOGO EN LA HOLOCUBIERTA

Mina Lars adoptó una posición de defensa, en la mano derecha empuñaba una espada y en la izquierda un cuchillo.
Las empuñaduras de ambas armas estaban decoradas con las mismas filigranas, y ambas tenían la hoja ligeramente curvada por lo que era fácil adivinar que habían sido diseñadas para ser complementarias. Su adversario era un guerrero Klingon vestido con traje de batalla que empuñaba una bat´leth.

El escenario del enfrentamiento era un claro en un bosque, el aire olía a pino. A lo lejos se oían los trinos de los pájaros.

Laurence Norn estaba apoyado tranquilamente en un pino observando el enfrentamiento con una sonrisa en los labios.

El guerrero klingon atacó con un golpe de arriba a abajo de su bat´leth, Mina paró el golpe con su espada y contraatacó con un golpe circular de su cuchillo que el klingon esquivó dando un salto hacia atrás. Aprovechando que su rival había quedado en precario equilibrio, Mina atacó lanzando continuos golpes con sus armas que el klingon paraba y esquivaba, paraba y esquivaba. En uno de sus golpes con la espada, esta quedo trabada en el arma de su adversario lo que el klingon aprovechó para atacar con un golpe ascendente con el otro extremo de su bat´leth. El arma se detuvo una décima de segundo antes de que se clavara en el estómago de Mina y el klingon quedó congelado.

-¿Cual ha sido tu fallo?- preguntó Norn acercándose a ella.

-He abierto mi guardia.

-Eso es evidente. No es lo que te he preguntado.

Mina hizo un gesto de disgusto.

-He atacado de forma irreflexiva. Me he precipitado.

-Tienes suerte de que esto solo sea una simulación holográfica. Si hubiese sido un combate real ahora tu estarías muerta y yo sería un viudo desconsolado.

-Siento que tengas que sufrir tanto por mi culpa.

-Creo que ya es suficiente por hoy. Computadora, cierra el programa.

Primero el klingon y después el claro y el bosque se desvanecieron y solo quedaron las paredes de la sala de hologramas.

-Has mejorado mucho, pero tienes que aprender a controlarte.

Mina guardó sus armas en una bolsa que se colgó al hombro.

-Lo haré mejor la próxima vez, “maestro”.

-No hace falta que te pongas sarcástica conmigo. La idea de que yo te entrenara fue tuya.

-Es difícil controlarte cuando alguien quiere hundirte un metro de acero en las tripas.

Norn miró su cronómetro.

-Aún nos quedan quince minutos... te enseñaré algo. Computadora, carga el programa Norn siete.

Las paredes de la sala de hologramas desaparecieron y de pronto se encontraron en una espaciosa sala con el suelo de piedra del que partían gruesas columnas que sostenían una gran cúpula. Al fondo se veía una enorme estatua dorada de Buda sentado en la posición del Loto frente a la cual varios pebeteros desprendían un intenso olor a incienso.

-¿Qué sitio es este?

-Es una sala de un templo budista que está en Lhasa. Una ciudad de una región de la Tierra llamada Tíbet.

-¿Y qué se supone que debo hacer aquí?

-Aprender. ¿Ves ese baúl en aquella pared? Ve, ábrelo y trae lo que hay en su interior.

Mina hizo lo que le pedía su esposo preguntándose de que diablos iba todo aquello. Llegó donde estaba el baúl, lo abrió y en su interior vio un bastón de un metro y medio de largo aproximadamente y una tira de tela negra de la misma longitud que el bastón.

-Me pregunto que me podrá enseñar con esto.

Cogió ambos objetos y fue a reunirse con Norn que se había situado en el centro de la sala, de cara al Buda y, como la estatua , sentado en la posición del Loto con los ojos cerrados.

-¿Qué se supone que tengo que hacer con esto?

-Espera.

Norn permaneció en esa posición sin moverse, su rostro reflejaba una gran tranquilidad. Finalmente abrió los ojos y miró a Mina.

-Coge la tira de tela y véndame los ojos.

Mina hizo lo que Norn le pedía asegurándose de que no podía ver nada a través de la venda.

-Ahora, coge el bastón, ponte detrás de mi y en el momento que tu quieras dame en la cabeza tan fuerte como puedas.

-¿Te has vuelto loco de repente?

-Ahora y aquí soy tu maestro. Obedece.

La voz de Norn sonó autoritaria y, a pesar de todo, absolutamente tranquila. Mina levantó el bastón y miró a su esposo. Este no había hecho un solo movimiento desde que se sentó en el suelo. Mina esperó unos segundos y descargó el golpe con todas sus fuerzas. Mas rápido de lo que la vista de Mina podía seguir Norn levantó su brazo derecho y agarró el bastón un instante antes de que este le golpeara.

-¡Increíble! ¿Cómo has hecho esto? ¿Cómo podías saber cuando...?

-No hay un “cómo”. Simplemente lo sabía.

Se levantó y se quitó la venda.

-Pero...

-No. No mas preguntas por hoy. Solo decir que algo así solo se consigue con auto-control. Si aprendes a controlar tu agresividad, tú también podrás hacerlo.

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Capítulo 1

Adam Grant y T´Brell entraron juntos en la enfermería donde les estaba esperando el Doctor Bashir.

-Siéntense por favor.

-¿Qué sucede doctor?- preguntó Grant.- ¿Pasa algo malo con el bebé?

-No, nada malo. Les he llamado porque ya se el motivo de los problemas que tiene T´Brell en controlar sus emociones.

-¿Puede sanarme doctor?- preguntó T´Brell.

-Verá, es complicado...¿Han oído hablar del Trelium-D?

-¡El Trelium-D!

-¿Qué es el Trelium-D?- preguntó Grant

-El Trelium-D es un mineral que afecta a los vulcanos como una neurotoxina destructora de los tejidos neuronales que controlan las emociones, suelen volver al sujeto inestable y violento, pero en el caso de T´Brell solo le impide el control emocional propio de los de su raza.

-Pero yo no me he expuesto al Trelium-D.

-Se equivoca. He podido leer el estudio sobre la composición de la atmósfera del planeta donde ustedes quedaron anclados. Tiene un porcentaje muy bajo de Trelium-D.

-¿Cómo de bajo?

-Menos del uno por mil.

-No parece suficiente como para afectarme.

-Tal vez no, pero recuerde que en esos momentos estaba usted bajo los efectos del pon-farr. Creo que eso la hizo mas sensible al Trelium-D, claro que como no se conocen otros casos similares no puedo hacer una comparativa y, por lo tanto, no puedo asegurarlo.

-¿No hay ningún tratamiento?- preguntó Grant.

Existe un tratamiento, pero debe ser suministrado en corto plazo, antes de que la afección se vuelva irreversible. Y en su estado no me atrevo a suministrárselo. No hay ningún registro sobre su efecto en embarazadas.

-¿Qué consecuencias puede traerle todo esto a T´Brell doctor? ¿Afectará en algo al niño?

-¿Consecuencias? Solo una. T´Brell tendrá que aprender a convivir con sus emociones. En cuanto al niño, creo que él podría ser la causa de que no esté usted mas afectada por el Trelium-D. El feto en formación puede haber fabricado antitoxinas especificas y al compartir los dos un mismo sistema circulatorio, se las ha pasado a usted. De todas maneras les haré revisiones periódicas a usted y al niño, como lo haría con cualquier tripulante embarazada.

-Convivir con mis emociones. Eso puede ser muy difícil doctor.

-Lo es, créame. Los humanos tenemos que hacerlo todos los días desde que nacemos. También usted aprenderá a hacerlo

-Pero si el niño a fabricado esas antitoxinas ¿Porqué T´Brell no recupera su control emocional?

-Las antitoxinas destruirían el Trelium-D del organismo, pero no podrían reparar el daño ya hecho. De todas formas solo estoy teorizando, podre decirles más cuando le haya hecho unas pruebas.

-De acuerdo doctor, hágame esas pruebas.

-Acompáñeme. Usted debe irse ahora Grant. Habremos acabado en una hora.

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En el puente de mando del JTK reinaba la tranquilidad propia del trabajo rutinario. Laurence Norn estaba sentado en la silla del capitán. Mientras el comandante Glem continuara de baja el tenía que asumir las funciones del primer oficial, lo que comportaba quedarse al mando cuando la capitán La Rouge terminaba su turno.

Norn descubrió que le gustaba la silla de mando y ya se estaba imaginando a si mismo al mando de su propia nave cuando el alférez que ocupaba la consola de comunicaciones se giró hacia el.

-Comandante, recibo una llamada de auxilio.

Norn se puso en pie y se acercó al suboficial.- Informe alférez.

-Es una llamada de auxilio automática estándar señor, tiene la firma de la federación.

-¿Una nave de la federación?¿En el cuadrante Gamma? Creía que el JTK era la única nave de la federación por estos barrios. ¿A qué distancia está?

-Ocho punto siete años luz señor.

-Timonel, fije las coordenadas de esa nave y llévenos allá, warp 7.- Norn pulsó la insignia de su pecho- Norn a La Rouge.

Pasados unos segundos se oyó la adormilada voz de la capitán.- Aquí La Rouge. Espero que sea algo importante comandante.

-Siento despertarla capitán,hemos recibido una llamada de auxilio, lleva la firma de la federación.

-¡¿De la federación?! Voy ahora mismo.

Minutos mas tarde La Rouge entraba en el puente.

-Informe Sr. Norn.

-Hemos captado el radio-faro de la nave capitán, no se lo va a creer.

-Sorpréndame comandante.

-Se trata del USS Kurosawa, número de registro NCC 1718.

Clase Constitución.

-¿Constitución? Las constitución se retiraron hace casi un siglo.

-Pues parece ser que aún hay una dando guerra.

-Capitán he accedido a los archivos de la flota.- dijo el oficial a cargo de la computadora - La USS Kurosawa fue declarada como desaparecida en 2279 en el sector Nevanna.

-Y ahora la encontramos en el cuadrante Gamma. ¿Han intentado comunicarse con esa nave?

-Si, y no responden.

-Pasen todos los datos disponibles sobre esa nave a mi despacho. Avíseme cuando lleguemos Sr. Norn.

-Si capitán.

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USS KUROSAWA

Nº de registro: NCC 1718

Botada el 2 de Junio de 2260

Oficial al mando: Capitán Raimond Bradbury

Declarada como desaparecida el 12 de Abril de 2279

La ficha continuaba con todos los detalles de las diferentes misiones de la Kurosawa, extractos de las bitácoras e informes inconcluyentes de Pavel Chekov, capitán del USS Metrópolis, que fue enviado en busca del Kurosawa.

Según el informe, el Kurosawa efectuaba una patrulla rutinaria por el sector Nevanna cuando desapareció sin dejar rastro ni enviar ningún mensaje de auxilio ni de otro tipo. Chekov no encontró restos ni señales de ningún posible enfrentamiento.

-Vaya, tenemos un buen misterio entre manos- se dijo La Rouge levantándose y dirigiéndose al replicador- Té, mezcla La Rouge 2.

En el hueco del replicador apareció una de las tazas estilo victoriano que tanto le gustaban llena de humeante infusión de té verde con un toque de menta poleo.

La Rouge cogió la taza y volvió a su escritorio con aire pensativo.

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-Capitán, estamos llegando a las coordenadas, tenemos al Kurosawa en pantalla.

-Recibido comandante.

La Rouge entró en el puente y miró la pantalla principal. Las sencillas pero bellas líneas del ya anticuado modelo Constitución brillaban bajo la luz de las lejanas estrellas.

-Ahí la tiene capitán, parece que la nave está en perfecto estado pero no se detecta ninguna forma de vida a bordo.

-Es extraño, no parece que lleve casi un siglo en el espacio.

-Es cierto- dijo Norn- parece que acabe de salir de los astilleros. No hay ni rastro de los típicos signos de desgaste en un pecio espacial. Ni un impacto de micrometeorito. Nada, como si hubiese llegado aquí hace muy poco.

-Capitán, detecto una nave saliendo de warp. Es Jem´Hadar, nos llaman.

-En pantalla.

El rostro de un mutante les observó detenidamente desde la pantalla principal, tras él podían verse dos soldados jem´hadar.

-Soy Odo, embajador del Dominio, supongo que usted debe ser la capitán La Rouge.

-En efecto. ¿A qué debemos su visita embajador?

-¿Puedo teletransportarme a bordo capitán? Preferiría hablar con usted en persona.

-Será un honor recibirle embajador.

-Perfecto, prepárense para recibirme dentro de una hora.

-Estaremos a punto para su visita Sr. Odo.

La imagen de Odo desapareció y en su lugar volvió a aparecer el Kurosawa.

-Una visita muy oportuna. ¿Cree que tiene alguna relación con el Kurosawa?

-Es muy posible capitán- dijo Norn- Aunque no me imagino qué tipo de relación pueda ser.

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Capítulo 2

Laurence Norn paso su dedo indice por el interior del cuello de su uniforme de gala. Se sentía incómodo con él, demasiado rígido.

La Rouge vio el gesto de su primer oficial en funciones y no pudo reprimir una sonrisa.

-Procure disimular un poco Sr. Norn, el protocolo es el protocolo y no todos los días recibimos la visita de un embajador.

-Me pregunto que estará haciendo aquí, tengo entendido que el Dominio dio su conformidad a nuestra presencia en el cuadrante Gamma.

-Tal vez tenga que ver con nuestro enfrentamiento con los oxalanos. Puede que hayan presentado una queja.

-No había pensado en eso, un conflicto diplomático no sería nada bueno para nuestra misión.

-Bien, estamos a punto de averiguarlo.

En ese mismo momento una luz azulada apareció sobre la plataforma del teletransportador y el embajador Odo se materializó junto con dos soldados jem´hadar.

-Bienvenido al JTK embajador.- La Rouge ofreció su mano a Odo y este se la estrechó con una sonrisa cordial.

-Gracias capitán.

-Le presento al teniente comandante Norn, mi primer oficial en funciones.

-Encantado Sr. Norn, su rostro me resulta familiar. ¿Nos conocemos?

-Creí que no se acordaría embajador. Coincidimos en una conferencia sobre seguridad de la flota, en DS9.

-Si, ahora lo recuerdo, pero entonces no se hacía llamar Norn.

-Es una larga historia señor, si usted lo desea, tal vez pueda contársela más tarde.

-Hace tiempo que no oigo una buena historia comandante, le tomo la palabra.

-Y creo que ya conoce a la teniente Dax- dijo La Rouge.

-Siempre es bueno reencontrarse con viejos amigos. ¿Como le va Ezri? ¿Sigue con el doctor?

-Estamos casados ahora, también sirve en esta nave. Le envía saludos.

-Bien. Les presento al capitán Drago- dijo Odo señalando a los jem´hadar- y al teniente Grod.

Drago y Grod saludaron con una leve inclinación de cabeza.

La Rouge hizo un gesto a Odo con la mano indicándole la salida de la sala de transportes.

-Tal vez quiera visitar nuestra nave antes de hablar del asunto que le ha traído aquí embajador.

-Será un placer capitán. Nunca he visitado una nave de la envergadura de una Galaxy, será interesante.

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-Bueno, ahora que ya hemos cumplido con todos los rituales inherentes al protocolo, ¿qué les parece si tratamos el asunto que me ha traído aquí?

Odo estaba sentado a un lado de la mesa de la sala de reuniones, los dos jem´hadar se habían situado de pie detrás de él. Al otro lado de la mesa estaban La Rouge y Norn.

-¿Es por nuestro encuentro con los oxalanos?- preguntó La Rouge.

-¿Los oxalanos?- Odo hizo un gesto despectivo. -Los oxalanos son unos fanáticos religiosos, creen que ese planeta es el origen de la vida, algo parecido al Paraíso Terrenal de ustedes. No tienen porque preocuparse por ellos, simplemente manténgase alejados de ese planetucho. No, no es ese el asunto que preocupa al Dominio.

-¿De qué se trata entonces?

-Capitán, el Dominio consintió en que una nave de la federación entrara en el cuadrante Gamma en viaje de exploración y que su tripulación actuara como embajada del cuadrante Alpha. Una sola nave, y ahora hay dos.

Odo señaló a los ventanales de la sala de reuniones desde los que se podía ver al Kurosawa.

-Dígame capitán. ¿Cómo ha llegado esta nave aquí sin pasar por el agujero de gusano y sin ser detectada por el Dominio hasta hace dos días? ¿Y qué está haciendo aquí?

-También a nosotros nos gustaría saberlo embajador. Nuestros sensores no la han detectado hasta esta mañana, acabábamos de llegar cuando han aparecido ustedes.

La Rouge puso a Odo en antecedentes y le mostró los archivos referentes al Kurosawa que ella había estado revisando.

-¿Una nave de la federación que lleva más de ocho décadas desaparecida en el cuadrante Alpha, aparece de pronto en el cuadrante Gamma sin señales de desgaste y no responde a las llamadas? Todo esto es muy extraño capitán.

-Ciertamente lo es. Ahora mismo pensaba enviar un equipo al puente del Kurosawa para investigar. Naturalmente, usted y sus acompañantes están invitados a formar parte del grupo.

-Acepto la invitación. ¿Cuando partimos?

-¿Qué tal ahora mismo?

-Perfecto.

-Sr. Norn reúna a su equipo en la sala del transportador 3.

-Ahora mismo capitán, embajador.- Norn saludó con una inclinación de cabeza a Odo y salió de la sala.

-Todo esto es muy misterioso embajador, le aseguro que la federación no tiene nada que ver con ello.

-Le creo capitán, yo no tengo la desconfianza en los sólidos que tiene la mayoría de mi raza.

-Veamos si en el interior del Kurosawa encontramos respuestas a este enigma. ¿Vamos?

-Después de usted capitán-dijo Odo poniéndose en pie.

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Grant entró en la enfermería y vio a su esposa sentada en una de las camillas conversando con Bashir.

-¿Ha terminado con esos análisis doctor? T´Brell y yo hemos sido requeridos para una misión.

-Ya he terminado. No he encontrado trazas de Trelium-D en su organismo. Dentro de unas horas podre decirles algo más concreto.

-¿No hay ningún inconveniente en que ella participe en la misión?

-No estoy invalida, solo embarazada.

-No quería decir eso exactamente.

-Tranquilo Sr. Grant, su esposa está perfectamente.

Grant apoyó la mano sobre el abdomen de T´Brell.

-Aún es demasiado pronto para que notes a tu hijo- dijo ella.

-Pero puede que él me haya sentido a mi.

T´Brell sonrió-¿Vamos?

-Ya ha aprendido a sonreír- pensó Grant, se está adaptando mejor de lo que ella cree.- Vamos- dijo.

-¿El Kurosawa?- preguntó ella mientras se encaminaban a la sala del teletransportador.

-Si. Norn te necesita para manejar la computadora del Kurosawa. La capitán quiere que vuelques toda su memoria en la computadora del JTK.

Poco después entraban en la sala del teletransportador 3 donde les esperaban el resto del equipo: Norn, Mina Lars y dos miembros del cuerpo de seguridad además de Odo y los jem'hadar.

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El equipo de exploración se materializó en el puente del Kurosawa e inmediatamente Norn empezó a dar ordenes.

-T´Brell, mire en la computadora a ver si puede averiguar como llegó aquí esta cafetera y que fue de su tripulación y empiece el volcado de memoria.

-Veré que puedo averiguar señor.

-Teniente Mina, vaya a examinar los motores, tal vez podamos devolver al Kurosawa a casa, aunque no se que podrán hacer con ella aparte de ponerla en un museo.- Se volvió a los dos hombres de seguridad.- Ustedes dos, acompáñenla y no se separen de ella.

Señor Grant usted quédese al lado de su esposa. Embajador, ¿quiere acompañarme al despacho del capitán? Tal vez encontremos algunas respuestas ahí.

-Usted está al mando de esta misión comandante, mis hombres y yo estamos a su disposición, técnicamente el Kurosawa es territorio de la federación.

-Gracias embajador, es por aquí.

Entraron en el despacho del capitán, comparado con su equivalente en el JTK era minúsculo pensó Norn mientras se acercaba al terminal de la computadora.

-Computadora- a través de los altavoces se escuchó un breve pitido, señal de que la computadora estaba activada.

-Computadora, ¿qué ha sucedido aquí?

-Por favor redefina su pregunta.

Norn comprendió que debía de ser más concreto en sus preguntas para que la computadora le respondiese.

-¿Cual es la posición actual de la nave?

-Coordenadas desconocidas.

La computadora no sabía donde estaba, magnífico, empezaban bien.

-¿Cual es la fecha actual?

-Fecha estelar 9755.7.

Estupendo,tampoco sabía cuando estaba.

-¿Cuanto tiempo lleva el Kurosawa en estas coordenadas?

-Sesenta y ocho horas dieciocho minutos treinta y tres segundos y contando.

-¿Donde está la tripulación?

-Información reservada a personal de nivel tres o superior.

-Computadora deme esos datos, clave de seguridad Norn, Beta, Epsilon.

-Clave de seguridad no válida.

-¡Claro! La nave tiene ocho décadas, no reconoce mi clave y no reconocería la de ningún oficial en activo de la flota.

-Computadora, acceda al cuaderno de bitácora del capitán Bradbury.

-Información reservada a personal de nivel tres o superior.

-Muestre cualquier bitácora o diario personal al cual pueda acceder.

-Todas las bitácoras y diarios personales son información reservada a perso...

-¡Oh, cállate!

De pronto Norn escuchó un zumbido, débil al principio pero que iba subiendo de intensidad. Miró a Odo, el también lo oía al igual que los jem´hadar.

-¿Qué diablos es este ruido?

-Información insuficiente.-respondió la computadora.

-No hablaba contigo.

Norn pulsó la insignia de su pecho.- Norn al JTK...- No hubo respuesta, insistió varias veces sin resultado, el zumbido era tan intenso que Norn tenía que taparse las orejas, miro a los otros y vio que los jem´hadar habían perdido el conocimiento y que Odo empezaba a adoptar su estado liquido, señal de que también él empezaba a perder el sentido. Intentó alcanzar la puerta del despacho para salir al puente pero perdió el equilibrio y cayó al suelo, unos segundos después también él se había desmayado.

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Desde su silla en el puente, la Rouge veía como el Kurosawa parecía parpadear.

-Rápido, informen.

-Capitán, los sensores tienen dificultades para detectar al Kurosawa.

-Que traigan al equipo de exploración al JTK inmediatamente.

-Aquí sala del teletransportador, capitán. Los sensores no pueden fijar al equipo de salida. Es como si no estuvieran ahí.

-Sigan intentándolo, tenemos que sacarlos de ahí.

De pronto La rouge abrió unos ojos como platos, todo el personal de puente enmudeció.

-¡¡Qué diablos...!!

La pantalla principal del JTK solo mostraba un fondo estrellado. El Kurosawa había desaparecido.

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     Capítulo 3

Norn flotaba en medio de una absoluta oscuridad. ¿Cuanto tiempo llevaba así? Podían ser minutos o años, de alguna manera el tiempo parecía haberse detenido, o al menos, él no tenía sensación del discurrir del mismo. De pronto creyó oír algo, empezó como un un zumbido apenas imperceptible que se fue transformando en un susurro. Le pareció que alguien pronunciaba su nombre.

-Sr. Norn.

¿Norn? Si, seguía siendo Laurence Norn, humano y simbionte seguían estando unidos, así que debía seguir vivo. ¿Pero quién le llamaba? ¿Porqué todo estaba tan oscuro?

-Sr, Norn.

Esta vez la voz sonó clara y muy cercana, Norn abrió los ojos y vio un rostro que le observaba. Se trataba de un varón humano que debía rondar los cuarenta años.

Norn notó que estaba tumbado en una camilla en una sala que parecía una enfermería e intentó levantarse, pero un campo de fuerza a su alrededor se lo impidió.

-¿Qué diablos está...?

El hombre levantó la mano derecha abierta en un claro gesto trnquilizador que hizo que Norn dejara su pregunta a medias. Después se volvió hacia otro hombre más joven que estaba en la habitación y en el que Norn aún no había reparado.

-Libérelo.

El hombre joven manipuló en una consola y el campo de fuerza que sujetaba a Norn se retiró.

-Levántese despacio.- dijo el que parecía el jefe- Puede que experimente un pequeño mareo.

Norn hizo lo que le pedía, se quedó sentado en la camilla y durante unos segundos sintió que la cabeza le daba vueltas. Miró a su interlocutor con curiosidad.

-Se que tiene usted muchas preguntas. Responderé a todas excepto a las que puedan poner en peligro mi misión.

-¿Misión? ¿Donde estoy y quien es usted?

-Soy el capitán Ducane. Y está usted en la nave temporal de la federación Relativity.

-¡Nave temporal! ¿Viene del futuro?

-De unos quinientos años en el futuro de su linea temporal. Venga conmigo- dijo Ducane mientras le ayudaba a levantarse- Le contaré todo mientras come usted algo.

Norn se apoyó en el brazo que Ducane le tendía y salió con el de la habitación mientras intentaba vencer al mareo.

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En el puente de mando del JTK reinaba el estupor, todos habían visto desaparecer al Kurosawa como por arte de magia y nadie parecía capaz de reaccionar. La Rouge fue la primera en sobreponerse.

-Todos los sensores a máximo alcance. Quiero saber lo que le ha pasado al Kurosawa y, si es posible, saber donde está.

La voz firme y autoritaria de la capitán hizo que todos los tripulantes reaccionaran y se pusieran al trabajo. Poco después empezaron a informar de los resultados de la búsqueda.

-No se detecta al Kurosawa por ningún lado capitán, si aun está entera se encuentra fuera del alcance de nuestros sensores.

-Capitán, detecto los restos de un campo de cronitones en las coordenadas que ocupaba el Kurosawa. Se desvanece rápidamente.

-¿Una alteración temporal?- preguntó La Rouge.

-Los datos aportados por los sensores parecen indicar precisamente eso capitán.

-Alerta amarilla. Sigan explorando los alrededores e informen inmediatamente de cualquier novedad.

La Rouge estaba furiosa. Si había algo que odiaba de verdad, era todo lo relacionado con alteraciones temporales y viajes en el tiempo. Este tipo de fenómenos lo complicaban todo excesivamente. Y por si fuera poco, su primer oficial en funciones y tres oficiales de puente habían desaparecido, lo cual, aparte de las implicaciones emocionales, desbarataba completamente la cadena de mando. La mayoría de suboficiales carecía de experiencia para ocupar un puesto de mando. Dadas las circunstancias solo podía hacer una cosa, aunque no le entusiasmaba demasiado la idea. Pulsó el comunicador.

-La Rouge a Bashir.

-Aquí Bashir.

-Doctor, preséntese en el puente de inmediato.

-Recibido capitán.

Bashir solo tardó un par de minutos en presentarse en el puente.

-A mi despacho, doctor.- dijo la Rouge cuando le vio entrar.

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-¿Se encuentra usted mejor?

Norn había devorado un par de emparedados, hasta que no dio el primer mordisco no se dio cuenta del hambre que tenía. Ahora delante de una humeante taza de café, el mareo ya había desparecido.

-Mucho mejor capitán, gracias. Ahora, ¿va a explicarme de que va todo esto?

-Supongo que lo primero que querrá saber es cual es exactamente la misión de esta nave y su tripulación y porqué está usted aquí manteniendo esta conversación conmigo.

-Eso sería de gran ayuda.

-Entenderá usted que deberá guardar absoluto silencio sobre todo lo que voy a contarle.

-Entiendo que cualquier información que pueda dar sobre el futuro puede alterar nuestra linea temporal.

-Exacto. Lo llamamos la Primera Directriz Temporal. No difundir conocimientos sobre sucesos futuros.

-Lo comprendo. Tiene usted mi palabra.

-Verá, cuando la tecnología para viajar en el tiempo se hizo posible, fue necesario crear un cuerpo de vigilancia que impidiera cualquier alteración temporal por parte de desaprensivos. Alguien, por poner un ejemplo, podría viajar al pasado y alterar algunos hechos históricos que provocarían que ese alguien, al regresar a su tiempo, se encontrara convertido en emperador del cuadrante Alfa. Toda la linea temporal, se habría pervertido. Para evitar cosas como esta fue creada una flota de naves temporales que investigan alteraciones en el tiempo y actúan para encauzar las cosas y detener a los responsables,

-Una policía temporal.

-Puede llamarlo así si quiere.

-Entonces, el Kurosawa...

-Fue víctima de un atentado temporal, la linea del tiempo ha sido alterada. En su tiempo las alteraciones son insignificantes, pero en el mio han sido catastróficas.

-¿Qué pinto yo en esto y donde están mis compañeros?

-Sus compañeros están en esta nave, a salvo, junto con la tripulación del Kurosawa. Todos ellos están en estado de éxtasis y cuando restablezcamos la linea temporal serán devueltos a sus naves y tiempo y no recordarán nada de lo sucedido. En cuanto a usted, no está con ellos porque ha sido reclutado.

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-Dígame doctor, ¿cual es el estado del comandante Glem?

-¿Quiere decir si está apto para el servicio?

-Si.

-Aún está muy débil. Ya sabe que hace unos días le di permiso para trasladarse a su habitación, pero no recomiendo que se reincorpore al servicio antes de quince días.

-Doctor, le supongo al corriente de nuestra situación. En este momento, esta nave tiene un déficit de oficiales experimentados.

-Lo sé capitán, pero mi recomendación es que el comandante Glem siga de baja. Si lo reincorpora ahora al servicio no respondo de las consecuencias.

-Entonces tendré que echar mano de los oficiales y suboficiales con más antigüedad para cubrir los puestos vacantes.

-Supongo que si capitán y esperar que lo hagan bien, a pesar de su inexperiencia.

La Rouge se quedó mirando fijamente a su oficial médico durante largos segundos.- Felicidades doctor.- dijo- Le asciendo a primer oficial.

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Capítulo 4

-La situación es la siguiente- dijo Ducane- Un descendiente de uno de los tripulantes del Kurosawa tuvo un papel trascendental en la creación de la Flota de Vigilancia Temporal. La desaparición del Kurosawa impidió la creación de la FVT. Ninguna de las alteraciones temporales que esta evitó fueron así evitadas. Las consecuencias en el siglo XXIX son catastróficas.

-Pero si la FVT desapareció de la existencia, ¿cómo es posible que ustedes estén aquí y recuerden como debían ser las cosas?

-La Relativity estaba actuando en otra linea temporal, por lo que no fue afectada.

-¿Pero no es una paradoja que exista la Relativity si la FVT jamás fue creada?

-Es difícil de explicar. La mecánica temporal lleva años de estudio y ahora no tengo tiempo de explicarle la posibilidad de una paradoja.

-¿Y cual es mi papel en todo este lío?

-Le introduciremos en el Kurosawa cinco días antes de su desaparición. Deberá usted localizar al terrorista y evitar que coloque el disrruptor temporal causante del desastre.

-¿Cómo piensan hacerlo y porqué yo y no uno de sus hombres?

-El Kurosawa atracó en Nevanna-3 durante dos días para hacer reparaciones y para renovar a parte del personal. Así le introduciremos, le daremos documentación de la época que le identificará como uno de los reemplazos destinados a la nave. En cuanto a la razón por la que ha sido elegido es por sentido práctico.

-¿Sentido práctico?

-Usted vivió en esa época, Norn lo hizo, conoce las costumbres y giros lingüísticos propios del momento. Por lo que le será más fácil que a ninguno de mis hombres desenvolverse en ese ambiente.

-Es que sus operativos no estudian las costumbres de cada época?

-Claro que si, pero no siempre es tan fácil. ¿Conoce usted, por ejemplo las costumbres del siglo XIX o del siglo XX?

-De niño me encantaba Julio Verne, así que creo que conozco un poco el siglo XIX.

-Bien, imagine que le dejo en medio de una gran urbe de la Tierra en el año 1860. ¿Cree que podría desenvolverse sin llamar la atención?

-Supongo que me sería muy difícil. Capto su idea.. Pero siguiendo su razonamiento, ¿no seria mejor reclutar a algún tripulante del Kurosawa?

-Estaría demasiado implicado emocionalmente. Usted, al no formar parte de la tripulación, actuará de una forma más... más...

-¿...más desapasionada?

-Justo la expresión que buscaba.

-No me deja alternativa, ¿verdad?

-Siempre hay una alternativa.

-Me alegra oírlo...De acuerdo, lo haré.

-Bien, venga conmigo, lo equiparemos adecuadamente.

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-Señor, necesito que me firme esto.

Julián Bashir estaba sentado en la silla de mando y miró al joven alférez que le tendía un pad. Era un informe de seguridad.

-Diablos- pensó- ¿Qué se yo de seguridad? Soy médico, por Dios.

Estudió el pad, no era mas que un informe rutinario, le pareció correcto así que lo firmó y se lo devolvió al alférez. Por enésima vez en ese día, Bashir se preguntó cómo se había metido en este lío.

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El comandante Glem recorría uno de los numerosos pasillos del JTK con evidente malhumor. En ese momento se dirigía a enfermería donde tenía cita con la doctora Solís.

-Malditos matasanos humanos-pensó-Decir que no estoy en condiciones de asumir mi puesto...En estos momentos me siento capaz de ganarle una partida de speedball al mismísimo Junk, el campeón de Andoria.

De pronto interrumpió sus pensamientos al ver a la teniente Mina en la entrada de uno de los tubos de Jeffries, la saludó con la mano pero Mina no pareció verle y se introdujo en el tubo.

¡Un momento! ¿Mina Lars no había desaparecido con el Kurosawa?

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-¡Señor he detectado otra fuente de cronitones!

Bashir se levantó de su silla de mando y se acercó al joven subteniente que acababa de hablar.

-Informe.

-Es mucho más pequeña y mas concentrada que la que rodeó al Kurosawa antes de desaparecer.

-¿En las mismas coordenadas?

-No señor, se ha formado en el interior del JTK.

-¿Aquí? ¿Donde exactamente?

El joven suboficial le dio la situación exacta del fenómeno.

Bashir se volvió hacia el oficial de seguridad.- Quiero cuatro hombres de seguridad allí ahora mismo-le dijo mientras salía disparado hacia el turboascensor- y avisen a la capitán inmediatamente.

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Laurence Norn se contempló en el espejo y apenas se reconoció. Llevaba el uniforme que usaba la flota estelar en la época del Kurosawa: pantalón negro con una raya roja a lo largo de las perneras, casaca roja y, bajo esta, el suéter gris que lo identificaría como miembro del cuerpo de seguridad. Luciría galones de teniente. Según los documentos que le proporcionó Ducane ahora era Richard Smith.

-¡Vaya, menos mal que no me llamo John!- se dijo con una sonrisa. Tras una última mirada al espejo fue a reunirse con Ducane.

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          Capítulo 5

-¿Está usted seguro de que se trataba de la teniente Mina?

La Rouge, Glem y Bashir estaban reunidos en la sala de juntas discutiendo los últimos sucesos. Cuando la capitán llegó frente al conducto donde le esperaban Glem y Bashir junto a varios hombres de seguridad, Glem le había explicado entonces como había visto a Mina Lars introducirse en el conducto. Cuando el accedió al mismo para cercionarse de que era realmente la bajorana, ésta desapareció, seguramente a través de algún tipo de teletransporte. Poco después llegaron Bashir y los otros.

-Completamente seguro capitán.

-¿Se ha descubierto que estaba haciendo Mina allí?

-Había abierto un panel de acceso a los tubos de plasma, pero fue descubierta por el comandante antes de que pudiera manipularlo- dijo Bashir.

-¿Y no hay rastro de ella en el interior de la nave?

-Ni de ella ni de ninguno de los otros.

-¿Qué diablos está pasando aquí?

Glem y Bashir guardaron silencio. Ninguno de los dos podía responder a esa pregunta.

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Laurence Norn, ahora Richard Smith, echó un vistazo al detector de cronitones que le había proporcionado Ducane. Había acabado su primer turno de servicio en el Kurosawa y ahora estaba dando vueltas por la nave buscando algún indicio del saboteador . El detector volvió a darle un resultado negativo.

-¡Richard! ¿Qué estas haciendo aquí?

Norn apenas tuvo tiempo de ocultar el detector en un bolsillo antes de volverse para encararse con Pablo Llanas, su compañero de habitación.

-¡Pablo!- sonrió- Creo que me he despistado. Estaba buscando la zona de ocio.

-Eso está dos niveles mas abajo. ¿En qué estabas pensando?

-Supongo que aún no me he familiarizado con la nave. Llegué ayer, ¿recuerdas?

-Si, supongo que es fácil perderse en una nave tan grande como esta. La zona de ocio esta en el nivel 8.

-Gracias compañero. No comentes esto con nadie, ¿quieres? Tengo una reputación que mantener.

-¡Claro!

Tras despedirse, Norn se metió en el turboascensor más cercano. Sonrió al pensar en las palabras de Pablo. Se preguntó que pensaría su nuevo compañero si pudiese ver el JTK y si después de eso seguiría viendo el Kurosawa como una nave “grande”.

-Nivel ocho- solicitó. El turboascensor se puso en marcha y justo en ese momento escuchó un débil pitido, salía del detector de su bolsillo.

-¡Mierda, justo ahora tenía que sonar este cacharro!- Sacó el detector y observó las lecturas, la fuente de cronitones estaba situado por debajo de él.

-Alto- El turboascensor se detuvo ante la orden y Norn volvió a observar las lecturas e hizo sus cálculos.

-Sala de máquinas-dijo y el turboascensor puso rumbo al nuevo destino.

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-¿Cómo ha ido el turno, primer oficial?

-Por favor, no empieces tu ahora, bastante he tenido ya con todos pululando a mi alrededor haciéndome firmar informes sobre temas de los que no tengo ni idea.

Ezri sonrió a su marido, lo hizo sentar en una butaca y empezó a masajearle el cuello.

-Estoy segura de que lo has hecho muy bien.

-¿Bien? Prefiero enfrentarme a una plaga de viruela rigeliana antes que volver a sentarme en esa silla.

-Vamos, no deberías preocuparte tanto, toda esa gente que, según tu, pululaba a tu alrededor, son profesionales y si hay problemas mientras estás al mando solo tienes que confiar en ellos. Tu solo aparenta confianza en ti mismo y los demás también confiarán en ti.

-Es más fácil de decir que de hacer.

-Te has salido con nota de situaciones peores.

-¡Un momento! ¿Estoy hablando con la consejera de la nave o con mi mujer?

-Con las dos. Ambas te quieren.

-Hummm. Soy un hombre afortunado.

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La puerta del turboascensor se abrió con un leve zumbido y Norn asomó la cabeza. No se veía a nadie, la sala de máquinas no era un lugar muy concurrido. Consultó su detector y empezó a andar procurando no hacer ruido. Pasó al lado de uno de los contenedores de antimateria y al asomarse tras él vio a un individuo que manipulaba en un panel en la pared. El hombre, que a primera vista parecía humano, no llevaba el uniforme de la flota, sino que vestía prendas de color negro y llevaba la cabeza cubierta por un pasamontañas negro que solo dejaba al descubierto sus ojos. En ese momento estaba introduciendo un extraño artefacto en el panel.

-¡Eh!- gritó Norn mientras saltaba hacia el hombre. Pero el saboteador demostró tener unos reflejos envidiables pues, nada mas oír el grito de Norn se volvió y sin darle tiempo a reaccionar le dio un puñetazo que le acertó de lleno en la mandíbula. A causa del impulso que llevaba, Norn cayó encima de su oponente haciéndole caer y este perdió el artefacto que fue a parar al suelo. El hombre se zafó de Norn y al momento desapareció en medio de un fulgor azulado. Norn se incorporó y recogió el artefacto.

-¿Qué es todo este alboroto? ¿Quién diablos es usted y qué esta haciendo aquí?

El que estaba haciendo estas preguntas era Olaf Ogareff, el jefe de ingenieros del Kurosawa y la mirada que le dirigía a Norn no presagiaba nada bueno.

Norn pulsó el emisor de emergencia que llevaba oculto bajo la piel de su muñeca y un segundo mas tarde desaparecía dejando a un sorprendido Ogareff con la boca abierta.

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Ducane estaba estudiando el artefacto que le había traído Norn.

-Ya había visto dispositivos parecidos. Esto crea un flujo de cronitones que envía todo lo que hay alrededor a un lugar del tiempo y del espacio de forma aleatoria, no hay forma de saber a donde y cuando hasta que el artefacto a actuado.

-¿Entonces he impedido el atentado?

-No, ya que el Kurosawa y su tripulación continúan desplazados.

-Eso quiere decir...

-Que volverá a intentarlo, si.

-Pero no puedo volver al Kurosawa, uno de los oficiales, el jefe de ingeniería, me vio desaparecer de forma sospechosa.

-Podríamos enviarle de nuevo al mismo lugar y tiempo que la primera vez, usted se fusionaría con su otro yo y podría intentar detenerle de nuevo en su primer intento.

-Si lo lograse, él no tendría oportunidad de volver a intentarlo y habríamos impedido el atentado.

-Eso es, pero puede haber complicaciones.

-¿Complicaciones?

-Verá, desplazarse temporalmente en una nave como la Relativity no supone ningún problema, pero hacerlo individualmente como usted ha hecho, es diferente.

-¿En qué sentido?

-A partir del tercer viaje de este estilo, el cuerpo comienza a degradarse y puede conllevar una muerte muy dolorosa. Por eso, debemos tomar todas las precauciones posibles y no desplazarlo de nuevo hasta estar completamente seguros de sus posibilidades de éxito.

-Esto se pone cada vez más divertido. ¿No se le ha ocurrido a nadie viajar en el tiempo y liquidar al inventor de la maquina del tiempo?

-Esa es una idea maquiavélica señor Norn, de todas formas no arreglaría nada. Tal acción solo crearía un linea temporal alternativa en la que los viajes en el tiempo no existirían, pero esta linea temporal seguiría existiendo.

-Solo pretendía ser sarcástico, no lo decía en serio.

-Se sorprendería del gran número de personas que han tenido esta misma idea y que la han considerado seriamente. -Ducane sostuvo el artefacto a la altura de la vista. -Bueno, ahora sabemos lo que buscamos y podemos localizarlo más fácilmente.

-¿A qué esperamos?

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Capítulo 6

Norn y Ducane estaban en el comedor de la Relativity tomando café tras haber repuesto energías con una buena comida cuando sonó el comunicador de este último.

-Ducane.

-Capitán, debería venir al puente de inmediato, tenemos algo.

-Voy para allá. Venga conmigo Norn, esto también le interesa.

Momentos más tarde entraban los dos en el puente de la fantástica nave temporal.

-Informen.

La disposición del puente de la Relativity era muy diferente de la de la JFK. Si bien en esta todas las consolas estaban orientadas hacia la pantalla principal (o hacia popa), en la Relativity estaban orientadas hacia el centro del puente, de forma que todos los que estaban trabajando en el mismo podían verse unos a otros sin esfuerzos. Por esa razón, Norn no estaba muy seguro de la función del oficial que se levantó ante la orden de Ducane.

-Señor, hemos rastreado la línea temporal en busca de la firma del artefacto que nos trajo el señor Norn.

-¿Y bien?

-La hemos detectado en dos puntos espacio-temporales distintos.

-¿Dos?

-Uno en el Kurosawa, cinco horas después del primer intento; el otro en el JTK, diez horas después de la desaparición del Kurosawa.

-Eso complica mucho las cosas.

-¿Para qué atentar contra el JTK?- Dijo Norn.-No tiene sentido, su objetivo es el Kurosawa.

-Tal vez quiera eliminar al JTK de la ecuación para evitar intrusos molestos.- Dijo Ducane.

-¿Diez horas después de que interviniéramos? No tiene sentido, seis tripulantes del JTK y tres invitados están ahora en la Relativity y seguramente él lo sabe, aunque posiblemente no sepa el número exacto. No, esto me huele a una trampa.

-De todas formas tenemos que enviar a alguien al JTK, no podemos arriesgarnos.

-¿Uno de los suyos o uno de los míos?

-Bueno, siguiendo la misma lógica por la que lo reclutamos a usted, uno de los suyos estaría mejor preparado para el trabajo.

-Temía que diría eso.

-¿Qué tal Grant?

-Un buen elemento, le confiaría cualquier misión, pero creo que tengo a alguien mejor para este trabajo. Alguien que conoce la JTK mejor que nadie.

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Mina Lars abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de su esposo.

-¿Laurence?...¿Qué...qué ha pasado?¿Donde estamos?

-Tranquilízate cariño, estamos a salvo, en un lugar seguro. Te ayudaré a levantarte... despacio...eso es.¿Cómo te encuentras?

-Un poco mareada. ¿Qué lugar es este?

-Te presento al capitán Ducane de la nave Relativity en la que ahora nos encontramos. El y yo te lo contaremos todo, pero primero será mejor que comas algo, eso ayudara a que te pase el mareo.

Lars miró a su esposo y vio confianza en sus ojos, así que se tranquilizó un poco y dejó que este le ayudara a bajar de la camilla y la sostuviera mientas abandonaban la sala.

Momentos más tarde estaban en el comedor y mientras Mina Lars devoraba una opípara comida, Norn y Ducane la informaron de todo lo que debía saber.

-Esto es alucinante, Laurence, sino fuera por lo bien que te conozco diría que me estás gastando una broma.

-Teniente Mina. -dijo Ducane. -No puedo obligarla a aceptar la misión, pero...

-Lo haré. -le cortó. -Si el JTK y todos los que están en ella están en peligro, debo ayudar. Y como dice Laurence nadie conoce esa nave mejor que yo, la he recorrido de punta a punta, hasta el más escondido de sus rincones.

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El comandante Glem estaba tumbado en el “potro de tortura de Bashir”. Así era como llamaba mentalmente a las camillas de reconocimiento de la enfermería.

-¿Y bien, doctor? ¿Cual es su diagnostico?

Bashir hizo como si no hubiera captado el tono irónico de las palabras del andoriano y dio un último repaso a los resultados.

-Comandante debo decir que estos resultados me han sorprendido. Tiene usted una constitución envidiable, no me deja usted ninguna opción -al decir esto levanto la vista de las pantallas que mostraban el estado físico de Glem y sonrió. -Voy a darle de alta en el servicio.

-Ya iba siendo tiempo doctor.

-Presente este informe a la capitán y podrá usted recuperar el puesto que le corresponde en el puente.

-Gracias doctor. -Glem cogió el padd y se dispuso a abandonar la enfermería, pero en el último momento, pareció recordar algo y se volvió hacia Bashir. -¿Qué hay del speedball, doctor?

-Supongo que puede volver a jugar a su deporte favorito comandante. ¿No se le ha ocurrido practicarlo usando protecciones?

-¡Protecciones! Eso le quitaría toda la emoción al juego.

Bashir miró hacia el techo y puso los ojos en blanco

¿Por qué a todos los oficiales de la flota les gustaba tanto arriesgar su integridad física? se preguntó.

-Buena suerte en su próximo partido, comandante.

Glem hizo un nuevo amago de abandonar la enfermería pero una vez más se detuvo y se quedó mirando a Bashir. Parecía dudar entre decir algo más o no.

-¿Puedo ayudarle en algo más, comandante?

-¡Hummm! Si doctor, hay algo que quisiera preguntarle. Pero le pido que no comente nada con nadie.

-La confidencialidad entre médico y paciente es sagrada para mi.

-Doctor, ¿es biologicamente factible la unión entre andorianos y humanos?

-¿Tiene usted un interés personal en el tema?

-Bueno...Digamos que tengo un amigo que...

-Ya veo. No sabría decirle. No tengo constancia de ningún caso de mestizaje entre estas dos especies. Pero puedo estudiarlo.

-Se lo agradecería mucho doctor.

-Estudiaré las posibilidades. Y tranquilo, nada de esto saldrá de aquí.

-Gracias una vez más.

Glem abandonó la enfermería dejando a un sorprendido Julián Bashir.

-¿Un andoriano y una humana?- Bashir sonrió. Bueno, uniones más raras había visto se dijo. Recordó a Jadzia y Worf y a Kira y Odo y, claro, Ezri y el mismo. Definitivamente no era tan descabellado.

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La capitán Esther La Rouge estaba sentada en el sillón de mando en el puente del JTK repasando mentalmente lo sucedido desde que localizaron el Kurosawa y en las nefastas consecuencias que estos hechos traían consigo. Veamos...

1º: Seis tripulantes del JTK habían desaparecido sin dejar rastro (exceptuando la breve y aún no demostrada aparición de la teniente Mina) y tres de ellos eran oficiales mayores.

2º: Si no aparecían estos tripulantes, la JTK quedaría huérfana de oficiales experimentados en el mando, por lo que no podría continuar su misión en esas condiciones y tendría que dar media vuelta y volver al cuadrante Alfa.

3º: Junto con sus tripulantes habían desaparecido 3 invitados del cuadrante Gamma, uno de ellos un embajador del Dominio, por lo que...

4º: Podría crearse un conflicto diplomático que podría incluso desembocar en una nueva guerra.

Realmente, el panorama no era nada halagüeño.

El susurro de la puerta del turboascensor al abrirse la sacó de sus pensamientos. Se giró y vio entrar al comandante Glem con un padd en la mano.

-Señor Glem ¿Qué le trae por el puente?

Glem le tendió el padd.

-Bien, por fin una alegría. Me alegra tenerle de vuelta comandante. Llega usted a punto, tome el mando. Estaré en mi despacho.

-Le relevo capitán.

Glem se sentó en el sillón de mando con aire satisfecho y echó un vistazo a su alrededor.

-Informen...

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                  Capítulo 7

-Estas muy guapo con este uniforme.

Norn sonrió ante el piropo de Lars. Ambos estaban en la plataforma de transporte espacio temporal de la Relativity equipados con sendos detectores de cronitones.

-Y tu estas hermosa te pongas lo que te pongas.

-Eso se lo dirás a todas.

-Pero funciona ¿No es así?

-Por lo menos conmigo te funciona.

Laurence la besó.

-Con eso me basta. Tú eres la única que me interesa.

-¡Ejem! ¿Preparados? -preguntó Ducane un tanto molesto por lo embarazoso de contemplar la tierna escena.

-Preparados. Respondieron al unísono.

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Mina Lars se materializó en un desierto pasillo en uno de los niveles del JTK destinados a invitados eventuales y que en ese momento se encontraba vacío. Consultó su detector y se puso en marcha. Su gran conocimiento de la nave le permitió llegar a la entrada del tubo Jefferis donde estaba localizada la emisión de cronitones pasando por los pasillos menos frecuentados sin ser descubierta. Abrió el acceso al conducto y se introdujo en él sin perder un segundo. Unos cien metros mas adelante, justo en una bifurcación localizo la fuente de cronitones: una pequeña caja negra que no parecía en absoluto peligrosa. Oyó a alguien que se arrastraba por el camino por el que ella había llegado y sin intentar averiguar quien era pulsó el emisor que le habían injertado bajo la piel de su muñeca y se desmaterializó un segundo antes de que el comandante Glem girara en la bifurcación.

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Laurence Norn se materializó en la sala de máquinas del Kurosawa, consultó su cronómetro y comprobó que había llegado un minuto exacto antes de que lo haría (o había hecho) su oponente. Esperó hasta que vio a este materializarse junto a otro panel, justo en el lado opuesto del primero. Esta vez sin heroicidades decidió, nada de lanzarse a un cuerpo a cuerpo, había demasiado en juego para arriesgarse. Esperó a que el hombre estuviera de espaldas y le disparó con su phaser en posición de aturdir.

El tipo cayó redondo y Norn se acercó a él, recogió el artefacto y rodeó al terrorista con uno de sus brazos para teletransportarlo con él.

-Ni un solo movimiento o disparo.

Norn sintió el phaser apoyado sobre la cabeza y se giró lentamente. Quien le apuntaba era ni mas ni menos que Raimond Bradbury, capitán del Kurosawa.

-¿Quién es usted y qué está haciendo en mi nave?

-Evitar una desgracia capitán.

-Ya veremos. ¿Su nombre?

-Me llamo Laurence Norn capitán y le aseguro que estoy aquí para evitar un atentado contra el Kurosawa.

-¿Evitarlo o llevarlo a término?

-Capitán, responderé a sus preguntas dentro de lo que me está permitido, pero antes le sugiero que lleve a este hombre a enfermería, verá que lleva un pequeño transmisor bajo la piel de su muñeca izquierda. Le sugiero que su doctor se lo extraiga antes de que pueda escapar activándolo.

Uno de los hombres que acompañaban a Bradbury se acercó al terrorista y le examino con un tricorder.

-Tiene razón capitán -dijo.

-Llévenlo a enfermería y extráiganle el transmisor y luego enciérrenlo en una celda. -Miró a Norn sin dejar de apuntarle. -¿Cómo sabia lo de ese transmisor?

-Porqué yo llevo uno igual capitán.

-Bien, empiece a hablar.

-Lo poco que puedo decir solo puede escucharlo usted, señor. No hablaré en presencia de nadie más. Y, por favor capitán, tenga mucho cuidado con eso que tiene en las manos, si lo activa accidentalmente podría desencadenar una catástrofe.

Bradbury observó con atención el detonador de cronitones.

-¿Qué es lo que hace esto exactamente?

-Solo a usted, capitán.

-Está bien, acompáñeme a mi despacho.

Uno de los hombres se puso frente a Bradbury bloqueándole el paso, Norn vio que lucia los galones de comandante.

-Capitán, creo que no es seguro que se quede a solas con este hombre, nadie sabe quien es ni como a llegado aquí después de desaparecer misteriosamente hace varios días.

-Algo en este hombre me impulsa a creerle comandante. Además, mira a los ojos cuando habla, eso no lo haría alguien que está mintiendo u ocultando algo.

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Mina Lars se materializó en la sala de transporte de la Relativity. Ducane la estaba esperando. Ella le entregó la caja que había encontrado en el JTK.

-No vi a nadie. -dijo -Solo este cacharro.

Ducane estudió el aparato durante unos segundos.

-Lo que nos temíamos. Solo es un reclamo para desviar nuestra atención. Ahora solo queda esperar que su esposo tenga éxito. Lo ha hecho usted muy bien, teniente.

-Gracias señor. Ha sido fácil. Pero ahora temo por Laurence, seguramente la tripulación del Kurosawa estará alerta después de su primera incursión. Pueden estar esperándole.

-Cuento con ello teniente, cuento con ello.

-¿Cómo? ¿Dice usted que espera que lo atrapen?

-De hecho, estoy seguro de que así será.

-¿Por qué?

-¿Recuerda que le dije que un descendiente de un tripulante del Kurosawa tendría un papel fundamental en la creación de la FVT?

-Lo recuerdo.

-Verá ese hombre es el mismo que diseñó la primera nave temporal. Una vez me contó que empezó a estudiar la forma de viajar libremente en el tiempo inspirado en las historias que le contaba su bisabuelo sobre un viajero del tiempo que visitó una vez el Kurosawa. Ese hombre se llamaba Simón Bradbury.

-Y su bisabuelo era Raimond Bradbury.

-El capitán del Kurosawa, si.

-Creo que empieza a dolerme la cabeza. O sea que, el intento de atentado, en realidad a contribuido a la creación de la FVT.

-Así es. Irónico. ¿No cree?

-Pero usted dijo que las consecuencias de ese atentado habían sido terribles en su tiempo.

-Y así fue, es difícil de explicar, la mecánica temporal...

-¡No! Déjelo, no quiero saberlo, me dolería aún más la cabeza, estoy segura.

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-Déjeme ver si lo he entendido, usted trabaja en una nave de la federación en el siglo XXIV y una nave del tiempo del siglo XXIX lo reclutó para esta misión.

-Así es en términos generales capitán. No puedo contarle nada más, me liga la Directiva Temporal Primaria.

-Que debe ser algo tan restrictivo como la Primera Directiva.

-Puede que más, no se mucho más que usted en lo que a leyes temporales se refiere. Probablemente esté violando la DTP al contarle esto.

-Bueno, a mi modo de ver, ahora yo también estoy comprometido por esa directiva.

-Me alegra que lo vea usted así capitán.

-Supongo que querrá marcharse cuanto antes y llevarse a su prisionero.

-Lo antes posible, si.

-Solo una pregunta más. ¿Porqué es tan importante el Kurosawa?

-La DTP me impide responder a eso, capitán. Los conocimientos sobre el futuro pueden ser peligrosos. Lo siento.

-No lo sienta, comandante. Cumple usted con su deber. Le acompañaré a la zona de celdas.

Poco después, Norn recogía a su prisionero que seguía inconsciente y al que le habían retirado la capucha que cubría su rostro. Le pareció ver rasgos familiares en esa cara pero no supo reconocerlos. Rodeó al hombre con sus brazos.

-Ha sido un honor conocerle, señor.

Bradbury sonrió a Norn.

-Adiós -dijo.

-Adiós – Norn pulso su emisor y desapareció llevándose consigo a su prisionero.

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Capítulo 8

Laurence Norn se materializó en la sala del teletransportador de la Relativity con su prisionero entre los brazos. Ducane y Mina estaban esperándolo.

-Aquí lo tiene capitán.

Ducane se quedó mirando al hombre con tal cara de asombro que Norn enseguida se dio cuenta de que sucedía algo raro.

-¿Qué sucede capitán?

-¡Ese hombre es Simón Bradbury!

-¿Bradbury? -Norn comprendió porque los rasgos del hombre le resultaban familiares.

-¿El creador de la nave temporal? -Preguntó Mina.

-El mismo.

-¿Quiere alguien explicarme de qué va todo esto? -Dijo Norn.

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-No abre boca. No piensa decirnos porque atentó contra su propia obra.

Ducane estaba reunido con Norn y Mina en la sala de juntas de la Relativity.

-¿Qué va a pasarle ahora?

-Lo internaremos en una institución mental. Seguramente sufre psicosis temporal, una enfermedad que, a veces, afecta a los viajeros del tiempo.

-Lo dicho, cada vez más divertido.

Ducane hizo caso omiso del sarcasmo de Norn.

-Y ahora, ha llegado el momento de que ustedes regresen al JTK. Les devolveremos unos minutos antes de que detectaran al Kurosawa, solo que esta vez, no habrá nada que detectar.

-¿Y qué hay de los demás?

-Todos serán devueltos a sus respectivas naves en el mismo punto temporal. Se fusionarán con sus homólogos de ese momento. Solo ustedes dos recordaran lo sucedido. Recuerden que deben guardar absoluto secreto.

-¿Quién iba a creernos?

-Se lo ruego, hablo en serio.

-Puede confiar en nosotros capitán.

-Bien, ¿Vamos?

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Mina y Norn, que ya había recuperado su uniforme, se despidieron de Ducane y se situaron sobre la plataforma del teletransporte espacio-temporal.

-Una última pregunta, señor Norn. ¿Qué pasó con el transmisor que Bradbury llevaba en la muñeca?

Norn no esperaba esa pregunta, la verdad era que no había visto el transmisor en ningún momento.

-Supongo... supongo que se quedó en el Kurosawa.

-Bien...bien. -Ducane sonrió. -¿Preparados?

-Yo también tengo una última pregunta capitán. Si no le importa.

-Pregunte lo que quiera.

-Dígame, ¿donde diablos diablos a escondido al Kurosawa mientras estaba fuera de su tiempo para que el JTK no pudiera encontrarlo?

Ducane sonrió una vez más.

-Vamos comandante, no pretenderá que le cuente todos mis secretos ¿Verdad? -Y acciono el control de transporte.

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Norn estaba sentado en el sillón de mando del JTK, durante un momento se sintió confuso, como si no debiera estar allí, pero enseguida recordó todo lo sucedido. Se levantó y se acercó a la consola de navegación.

-Haga un barrido con los escaners de largo alcance subteniente.

-¿Sucede algo malo señor?

-No... es solo un presentimiento. -mintió.

El joven suboficial se apresuró a cumplir la orden de Norn.

-Ninguna nave al alcance de los sensores, señor.

-Está bien, mantenga la vigilancia.

-Si, señor.

La puerta del turboascensor se abrió para dejar paso a Mina Lars. La mirada que intercambiaron ella y Norn les convenció a ambos de que no habían soñado.

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-Capitán, detecto una nave saliendo de Warp, es Jem´Hadar, nos están llamando.

La Rouge había relevado a Norn hacía apenas una hora.

-En pantalla.

El rostro de un mutante les observó detenidamente desde la pantalla principal, tras él podían verse dos soldados jem´hadar.

-Soy Odo, embajador del Dominio, supongo que usted debe ser la capitán La Rouge.

-En efecto. ¿A que debemos su visita embajador?

Odo sonrió desde la pantalla.

-Solo es una visita de cortesía, capitán. Deseamos saber como les va a nuestros visitantes y si les podemos ser de alguna ayuda.

-Será un honor para nosotros recibirle en el JTK, embajador.

-¿Les parece que me teletransporte en una hora?

-Estaremos preparados, embajador.

La imagen de Odo desapareció y en su lugar volvió a aparecer el fondo estrellado del espacio.

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Epílogo

-Suerte que tú también te involucraste en este lío. Creo que me volvería loco si no tuviese a nadie con quien hablar de ello.

Mina abrazó a su esposo.

-Te comprendo, siento exactamente lo mismo.

-Ha sido una experiencia increíble. En siete vidas no había vivido nunca algo parecido.

-Lo más curioso es que ahora es como si nunca hubiera sucedido.

-Probablemente nunca ha sucedido.

-¡Oh no! Creo que está empezando a dolerme de nuevo la cabeza.

-¡Ja ja ja ja! Tal vez te pase si sacas ese estofado bajorano que has preparado.

-Buena idea...¡Un momento! ¿Cómo sabes lo del estofado? Lo he preparado en secreto, era una sorpresa.

-No puedo decírtelo.

-¿Cómo que no puedes decírmelo?

Norn sonrió.

-Es a causa de la Directriz Temporal Primaria, cariño.

Mina se quedó mirando asombrada a su marido y este no pudo reprimir la risa.

-¡Ja ja ja ja! La verdad es que lo he olido nada mas entrar y se me está haciendo la boca agua.

-Oh, eres un payaso. Por un momento me lo he creído.

-Te lo aseguro, he tenido suficientes viajes temporales para, por lo menos, siete vidas más.

FIN