PROLOGO
-Veo
esos cien- dijo Grant mientras depositaba una de sus fichas en el
pozo, después depositó otra ficha, la última que le quedaba- y
subo otros cien.
Su
contrincante y anfitrión en el mundo de los wadi, Chandra, esbozó
una sonrisa e igualó la apuesta bajo la atenta mirada de los otros
dos participantes en la partida que se habían retirado de esa mano;
el Dr. Julián Bashir y Lenux, otro wadi.
-Igualo
su apuesta, Sr. Grant. Veamos sus cartas.
Grant
puso sus cartas sobre la mesa, boca arriba. Tres reinas, un As y un
diez.
-Un
bonito trío, teniente- dijo Chandra- pero creo que mi jugada lo
supera.
Chandra
mostró sus cartas. Tres sietes y dos nueves.
-Si
no recuerdo mal, esta combinación se llama “Full”. ¿Es así?
-Lo
recuerda perfectamente, ministro. Temo que me ha desplumado. Aprende
deprisa, señor.
-A
los wadi nos encantan los juegos de azar. Forman una parte muy
importante de nuestra cultura y nos los tomamos muy en serio. Hacer
trampas en el juego es el peor delito en nuestro mundo, después del
asesinato.
-Ya
veo.
-Este
juego suyo...poker, es muy divertido. ¿Y dice que hay diferentes
variantes?
-Está
el descubierto, el Texas Holdem, el...
-Texas
Holdem, ese suena bien. ¿Nos enseña a jugar?
-Será
un placer, pero me temo que me he quedado sin fichas.
-No
importa, tomen recuperen sus fichas- dijo entregando un montón de
fichas a Grant y Bashir.
-Pero
usted las ha ganado limpiamente.
-Bah!,
considérenlo un pago por sus clases.
-Siendo
así.
-Esos
naipes suyos son muy curiosos, ¿Y dicen que se pueden usar en más
juegos?
-Hay
cientos de juegos: Gin Rummy, Blackjack, Fizzbin, Bacará... Pero
seguro que están incluidos en los ficheros de datos que hemos
compartido con ustedes.
-¿Empezamos?-
intervino Bashir que ya había acabado de barajar el mazo.
-Las
jugadas son las mismas que en el poker- empezó a explicar Grant-
pero aquí jugaremos con dos cartas para cada jugador y cinco de
comunitarias....
---------------------
Capítulo
1
WADEY
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55441.4.
El
JTK se encuentra en órbita sobre Wadey. Sus habitantes, los wadi,
establecieron el primer contacto con la Federación en la estación
DS9 en la fecha estelar 46728.4. Según el informe no fue un primer
contacto muy afortunado. Los wadi parecen obsesionados por los juegos
de azar, de hecho, su planeta se ha convertido en el casino del
sector. Un “Las Vegas” planetario al que acuden razas de todo el
cuadrante.
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La
doctora Nangó salió de las cálidas aguas del océano, extendió la
toalla y se tumbó sobre las blancas arenas. El sol rojo de Wadey
refulgió en las gotas de agua que resbalaban por el cuerpo de la
mujer cubriendo su piel de ébano de pequeños arco-iris. Cerró los
ojos y dejó que el calor y el sonido de las olas la llevaran a un
ligero estado de sopor. De pronto sintió que alguien se interponía
entre ella y el sol. Abrió los ojos y vio al comandante Glem
sosteniendo dos vasos de limonada. El andoriano se sentó junto a
ella y le tendió uno de los vasos.
-Gracias,
comandante- dijo exhibiendo una radiante sonrisa.
-Niara,
¿Cómo tengo que decirte que me llames por mi nombre cuando no
estemos de servicio?
-Se
me hace difícil, Glem, no acabo de acostumbrarme.
-Pues
ve acostumbrándote, no puedes llamarme constantemente “comandante”.
Los amigos se llaman por su nombre.
-Claro.
Glem
observó a la bella exobióloga mientras ella se tumbaba de nuevo y
cerraba los ojos. Pensó en las palabras que acababa de pronunciar y
una de ellas resaltó en su mente: “amigos”. Si, había
desarrollado una profunda amistad con Niara, pero él deseaba algo
más. Sin embargo, en su última conversación con el Dr. Bashir,
este le comunicó que andorianos y humanos apenas eran compatibles,
las posibilidades de reproducción entre ambas especies eran
realmente escasas. Así que...¿Tenía derecho a pedirle a la mujer
que se convirtiera en su pareja?
Sabía
que los humanos no le daban la importancia que le daban los
andorianos al hecho de tener descendencia, pero aún así, también
era importante para ellos.
-Un
penique por tus pensamientos.
Glem
abandonó sus divagaciones y sintió que su alma se hundía en los
preciosos ojos color café que le miraban fijamente. Sonrió.
-¿Y
qué diablos es un penique?
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-Te
aseguro que estoy completamente recuperado, vuelvo a ser el de
siempre.
Ezri
Dax, la simpática trill que ejercía de consejera de la nave, apoyó
los codos sobre la mesa de su consulta y unió sus manos por la yema
de los dedos. Miró a su interlocutor a los ojos y guardó unos
segundos de silencio, como si estuviera sopesando cual iba a ser su
respuesta.
-Aparentemente
así es, pero estas cosas no son tan fáciles. Se que tu te sientes
bien, Norn, pero aún pueden quedar secuelas ocultas. Lo que te hizo
Q te afectó más de lo que crees.(1)
Laurence
Norn se removió en la butaca e hizo una mueca de disgusto.
-Dax,
esta inactividad me está matando, necesito volver a mi trabajo.
Dax
guardó silencio mientras sopesaba los pros y los contras del caso.
Conocía a Norn desde hacía más de trescientos años, pero esta
nueva encarnación de su viejo amigo era muy diferente a lo habitual.
Nunca en la historia de su planeta se había dado el caso de que un
simbionte se uniera a un anfitrión que no fuera trill. Laurence era
humano, pero parecía haberse adaptado bien a esa unión. Le
recordaba un poco a si misma, Ezri se vio unida a Dax por
circunstancias extraordinarias, no estaba preparada y sufrió
bastante hasta que pudo estabilizarse y equilibrar su mente. Por eso
sabía, o creía saber, lo mal que lo pasó su amigo con la
jugarreta de Q.
-Está
bien- dijo- voy a darte el alta, pero tendrás que seguir viniendo a
terapia una vez por semana hasta que me convenza que estás
totalmente recuperado.
-Gracias
Dax- respondió Norn recogiendo el pad que le tendía la consejera.
-Nos
vemos aquí dentro de una semana.
-Espero
verte antes de eso en Nivel-10. Te invitaré a una copa.
-Trato
hecho.
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La
sala ingeniería del JTK bullía de actividad, la teniente Mina
estaba aprovechando la parada en Wadey para hacerle una revisión a
los ya de por si afinados motores a los que la bajorana mimaba como
si fueran sus hijos.
-¿Mucho
trabajo?
Lars
reconoció al instante la voz de su marido y se giró hacia él con
una sonrisa.
-¡Laurence!
¿Qué haces en ingeniería?
-Traigo
buenas noticias, vuelvo a estar en activo.
-Eso
es estupendo.
-Tengo
que llevar este informe de Dax a la capitán, pero quería que tú
fueras la primera en saberlo.
-Eres
un cielo-dijo ella abrazándole.- No pierdas más el tiempo, ve a ver
a La Rouge.
Norn
guiñó un ojo a su esposa y se encaminó al turboascensor bajo la
atenta mirada de ella. Cuando las puertas se cerraron tras él Lars
emitió un largo suspiro de alivio. Ya era tiempo, Laurence se estaba
poniendo realmente insoportable a causa de su prolongada inactividad.
---------------------
Ezri
Dax entró en su cabina sorprendiendo a su marido, el doctor Bashir,
contemplándose en el espejo vestido con su disfraz de espartano.
-Saludos,
rey Leónidas- dijo- ¿Volvemos hoy a las Termópilas?
-Saludos
mi fiel Artemis- respondió Bashir- ¿Preparada?
-Voy
por mi lanza y mi escudo.
Poco
después se encaminaban a la holosección ante la divertida mirada de
los pocos tripulantes que se cruzaron en su camino.
(1)
Ver: “El vals de Q”
-------------------
Capítulo
2
SORPRENDENTES VISITANTES
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55443.7
Continuamos
en órbita sobre Wadey. La hospitalidad de la que hacen gala los wadi
me ha decidido a permanecer unos días en el lugar para que la
tripulación pueda disfrutar de un merecido descanso. Desde el inicio
de nuestra misión hemos pasado por varias crisis y creo que esta es
una buena oportunidad para relajarnos.
La
capitán Esther La Rouge estaba en su despacho degustando una taza de
té enfrascada en la lectura de un ejemplar replicado de “Historia
de dos Ciudades” de Dickens, podía haber cargado el libro en un
pad, pero le gustaba la sensación de tener un libro de verdad en sus
manos, el tacto del papel era para ella parte fundamental para
disfrutar de la lectura.
De
pronto sonó su comunicador. Dejó el libro a un lado y respondió.
-Aquí
La Rouge.
-Capitán,-
reconoció en el acto la voz del teniente-comandante Norn al que
había dejado temporalmente al mando del puente- una nave acaba de
salir de warp a poca distancia de nuestra posición. Nos saluda
capitán, con el saludo standar de la federación.
-¿De
la federación? Voy de inmediato.
Salió
de su despacho preguntándose qué diablos hacía allí otra nave de
la FUP.
-Informe
teniente.
-Capitán,
parece una nave de la federación, pero...
-¿Pero?
-Parece
tratarse de una nave tipo Galaxy, pero posee tecnología alienígena,
capitán.
-¡Tecnología
alienígena! ¿Conocida?
-Hemos
detectado por lo menos cuatro tipos diferentes de tecnología que no
pertenecen a la federación, todas ellas desconocidas.
-¿Continúan
llamándonos?
-Afirmativo.
-Abran
un canal, en pantalla.
Nada
podía haber preparado a la capitán La Rouge ni a ninguno de los
tripulantes que en ese momento se hallaban en el puente para lo que
vieron cuando se iluminó la pantalla principal.
----------------------
El
Dr. Bashir sonrió ante los resultados que mostraban las pantallas de
la terminal de análisis.
-Pueden
estar tranquilos, el embarazo evoluciona con normalidad, todo va
perfectamente. Puedo decirles el sexo del futuro bebé si lo desean.
Grant
y T'Brell se miraron y sonrieron.
-Preferimos
esperar a que llegue el momento doctor.
-Como
quieran. Veo, T'Brell, que lleva bastante bien el tener que convivir
con sus emociones.
-He
aprendido a aceptarlas, doctor. Adam me ha ayudado mucho y creo que
nuestro futuro hijo también a contribuido a ello. También la
terapia con la consejera Dax ha sido muy útil.
-Me
alegra saberlo. ¿Tienen alguna pregunta? ¿Alguna duda?
-Ninguna,
doctor.
-Entonces
les veré la semana que viene.
--------------
-¿Estás
segura de esto?-preguntó Ezri Dax levantando el Bat'Leth.
-Completamente-
respondió Mina Lars que sujetaba un arma idéntica.
-Verás,
yo no soy tan ágil y fuerte como lo era Jadzia, así que no estoy
muy segura que...
-Pero
conservas sus memorias. Me contaste que era una experta con las armas
klingon.
-Tanto
como experta... digamos que se defendía bastante bien.
-Mira,
solo necesito que me enseñes un par de movimientos, algo con lo que
sorprender a Laurence en nuestro próximo entrenamiento.
-Si
solo es eso, creo que podré ayudarte- respondió la trill con una
pícara sonrisa. Lo primero es aprender a sujetar el Bat'Leth...
-------------------
Dos
rostros observaban desde la pantalla principal a los ocupantes del
puente del JTK. Dos rostros que, aunque envejecidos, todos
reconocieron al instante. Eran el comandante Glem y la teniente
T'Brell.
-Capitán,
Sr. Norn, no saben el placer que me causa volver a verles.
El
que pronunció estas palabras era el andoriano.
-¿Quienes
son ustedes?- preguntó la capitán algo mosqueada. -¿Es esto algún
tipo de broma?
-No
es ninguna broma, capitán. Soy el capitán Glem, de la nave estelar
generacional Esther La Rouge. Esta es mi primer oficial, la
comandante T'Brell.
-¿Su
nave tiene mi nombre? ¿Qué demonios significa todo esto? ¿Vienen
ustedes del futuro?
-No
capitán, no venimos del futuro, más bien todo lo contrario, aunque
eso tampoco es totalmente cierto. Comprendemos su confusión, pero
todo tiene su explicación, aunque es una explicación un poco larga.
¿Le parece bien que pasemos a visitarles dentro de, pongamos, dos
horas?
-Me
parece bien, me gustará oír su explicación. Serán bienvenidos.
-Perfecto,
estamos deseando contarles nuestro periplo.
Los
recién llegados cortaron la comunicación en ese punto. La capitán
se volvió hacia su segundo oficial.
-¿Qué
opina usted de todo esto señor Norn?
-La
verdad capitán, estoy estupefacto. No estoy seguro de que pensar
sobre esa gente, me reservaré mi opinión hasta haber oído lo que
tienen que decir. Mientras tanto mas vale no fiarse demasiado de
ellos, si usted lo permite doblaré la seguridad hasta saber a que
atenernos.
-Hágalo.
Espero que no tengamos que vérnoslas con una de esas molestas
anomalías temporales.
-Pues,
de momento, tiene toda la pinta.
La
capitán pulsó su comunicador.
-Aquí
La Rouge, que todos los jefes de sección se presenten en la sala de
juntas dentro de dos horas.
-----------------
Capítulo
3
HIJOS
DEL TIEMPO
La capitán La Rouge estaba en su despacho frente a una taza de te,
meditando sobre sus asombrosos visitantes cuando sonó el avisador de
la entrada.
-Adelante.
-Traigo
nuevas y sorprendentes noticias sobre nuestros nuevos amigos,
capitán. La nave en la que viajan, es el JTK. Más viejo, con
modificaciones alienígenas, pero sin duda es nuestra propia nave.
-Lo
que me temía, una alteración temporal. ¿Cuanto más vieja que
nuestro JTK se supone que es esa nave?
-Unos
setenta años.
-------------------
La
capitán La Rouge, el comandante Glem, el teniente-comandante Norn y
el Dr. Bashir se encontraban en la sala de transporte 3 esperando a
sus extraños visitantes.
-Energice-
dijo la capitán.
El
oficial encargado del teletransportador manipuló los controles del
sofisticado aparato y tres figuras se materializaron en la sala. Se
trataba de los presuntos Glem Y T'Brell, les acompañaba una joven
vulcana. Todos ellos vestían ropas civiles, pero llevaban prendidos
en ellas sendas insignias de la federación.
-Permiso
para subir a bordo- dijo el andoriano.
-Concedido.
Los
tres descendieron de la plataforma de transporte y se plantaron
frente al comité de bienvenida.
-Supongo
que sobran las presentaciones, capitán.
-Si
de verdad son quienes dicen ser, así es. Con la excepción de esa
joven.
-Claro,
ustedes no se conocen. Les presento a mi oficial de seguridad, la
teniente Alicia Grant.
-¿Grant?
¿Quiere decir que es la hija de...?
-De
Adam Grant y T'Brell, si. Pero veo que el doctor Bashir ha traído su
escáner médico, por favor doctor, proceda.
Bashir
escaneó a los tres visitantes y comprobó los resultados.
-Es
increíble.
-¿Doctor?-la
voz de la capitán sonó impaciente.
-Por
improbable que parezca capitán, esta gente es quien dice ser. Son
Glem y T'Brell, en cuanto a la joven, no es tan joven, tiene unos
sesenta años, lo que no es mucho para un vulcano y es indudablemente
hija de T'Brell y Grant.
-Bueno-
dijo la capitán dirigiéndose a sus visitantes- no se que decir.
-Creo
que lo mejor es que antes de que diga nada le aclaremos nuestra
presencia aquí y el motivo por el que hemos contactado con ustedes.
----------------------
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55443.7. Anexo.
El
Dr. Bashir a confirmado que nuestros visitantes son una versión más
anciana de algunos tripulantes del JTK. Así mismo nuestros sensores
confirman que la nave que ahora lleva mi nombre es en realidad el
propio JTK, pero más viejo y con algunas modificaciones alienígenas.
Espero que la visita de esta gente nos aclare este misterio.
Todo
el estado mayor del JTK estaba reunido en la sala de juntas con los
tres visitantes. Se sentían incómodos, pero los que más
evidenciaban esa incomodidad eran Glem y T'Brell al encontrase cara a
cara con una imagen distorsionada de si mismos.
-Bien,
capitán Glem, creo que ha llegado el momento de que se expliquen
ustedes.
-Capitán
La Rouge, comprendo que esta historia será difícil de aceptar, pero
les ruego que escuchen sin interrupciones, después responderemos a
todas las preguntas que quieran.
-Me
parece bien, adelante.
-Todo
empezó cuando estábamos en el momento en que se encuentran ustedes
ahora, en la órbita de Wadey.
Después
de cuatro días de merecido descanso, nos despedimos de los wadi para
continuar nuestra misión. Estábamos a punto de salir del sistema
cuando detectamos una pequeña nube de energía de unos tres
kilómetros de diámetro. Nunca habíamos visto nada parecido, así
que nos acercamos a ella para investigar. De pronto esa cosa empezó
a avanzar a nuestro encuentro, ya que desconocíamos de que tipo de
fenómeno se trataba, decidimos alejarnos prudentemente de ella hasta
que pudiésemos averiguar de que se trataba exactamente, pero nos
persiguió, cuanto más rápido huíamos, más rápido avanzaba hacia
nosotros. Más tarde, analizando los datos que recogieron los
sensores durante nuestra huida, descubrimos que se trataba de un
fenómeno natural y que era la energía que desprendían nuestras
barquillas las que lo atraían hacia nosotros, de forma parecida a
como un imán atrae un objeto de hierro.
Finalmente
nos alcanzó. Sacudió nuestra nave como a una cáscara de nuez en un
tifón. Estuvimos bajo el ataque de esa cosa durante unos diez
minutos, pensábamos que ya no lo contábamos cuando de pronto nos
soltó y se marchó. La nave estaba destrozada, múltiples sistemas
inutilizados, varias cubiertas despresurizadas que, por suerte,
estaban vacías en ese momento, las barquillas estaban inutilizadas,
apenas quedaba energía para el sistema vital y para desplazarnos a
impulso.
Pero
lo peor fue el impacto que causó entre la tripulación, múltiples
heridos de diversa gravedad y diecisiete bajas.
Al
llegar a este punto, el capitán Glem pareció dudar un momento, como
si no se atreviera a decir lo que en ese momento pasaba por su mente,
pero solo dudó un instante.
-Entre
esas bajas- continuó- estaba la capitán La Rouge.
Todas
las miradas se centraron en la capitán. Esta hizo como si no se
diera cuenta de la atención que ahora acaparaba y siguió escuchando
impasible.
-Empezamos
las reparaciones de inmediato, sobreponiéndonos a nuestra pérdida.
Enviamos una llamada de auxilio así que pudimos, pero no recibimos
respuesta. Cuando los sensores externos fueron reparados intentamos
averiguar nuestra posición, pero la computadora no pudo darnos una
respuesta clara.
Al
final, T'Brell se dio cuenta de lo sucedido. Seguíamos en la misma
posición, pero las estrellas no estaban donde deberían estar. Solo
había una explicación para ese fenómeno, la computadora lo
confirmó cuando T'Brell introdujo nuevos datos. Esa cosa nos había
desplazado en el tiempo, sesenta y siete años hacia el pasado
concretamente.
La
Rouge hizo una mueca. Lo sabía, una anomalía temporal. Por una vez
lamentó no haberse equivocado.
-Finalmente,
conseguimos hacerles un remiendo a las barquillas que nos permitió
alcanzar warp 4. Durante esos días, la teniente Mina, se enfrascó
en su trabajo, trabajaba turnos dobles e incluso triples para obtener
el máximo de los dañados motores. Supongo que se refugió en el
trabajo para no pensar en su marido, que estaba en enfermería muy
malherido.
-Ya
estábamos en condiciones de movernos, pero entonces surgió la duda.
¿Hacia donde debíamos dirigirnos? No podíamos volver al espacio de
la federación, nuestra presencia allí, en ese tiempo, podría
causar un caos.
Pensamos
en encontrar un planeta clase M deshabitado y establecer una colonia,
pero finalmente decidimos permanecer en la nave y continuar nuestra
misión de exploración, aunque los datos que recabásemos no podrían
ser entregados hasta pasadas más de seis décadas, cuando
volviésemos a este tiempo.
------------------
Capítulo
4
LA OFERTA
Todo
el estado mayor del JTK estaba en silencio, escuchando la increíble
historia que contaba el capitán Glem.
-Lo
primero que hicimos una vez estuvimos lo suficientemente preparados
par seguir viaje, fue celebrar los funerales de las víctimas del
accidente, a las que lamentablemente hubo que sumar a nuestro jefe de
seguridad, que falleció a causa de sus heridas cuatro días después.
Esta
vez fue Laurence Norn el blanco de todas las miradas.
-Otra
de las decisiones que tuvimos que tomar, fue la desligarnos de
cualquier cosa que pudiera relacionarnos con la Flota Estelar y la
FPU. Así no corríamos el riesgo de contaminar ese tiempo con
cualquier pista sobre el futuro. Nos desprendimos de nuestros
uniformes, pero mantuvimos la jerarquía y cambiamos el nombre a la
nave, en honor a nuestra capitán.
Así,
nos convertimos en nómadas, adaptamos tecnología de diversos mundos
que visitamos para que la nave recuperara su antiguo esplendor e
incluimos algunas mejoras, como una protección contra la nube de
energía que causó el desastre, la conseguimos de los habitantes de
Grebon IV, los cuales ya se habían tropezado alguna vez con el
fenómeno.
Con
el tiempo la tripulación se fue emparejando y no tardaron en nacer
los primeros niños, los primeros hijos de la Esther La Rouge. Nos
convertimos en una nave generacional. Hoy son los hijos y nietos de
los tripulantes originales los que controlan esa nave. Solo T'Brell y
yo continuamos ya que nuestras razas son más longevas. Hasta hoy
hemos sobrevivido gracias al comercio con distintos mundos. Algunos
habitantes de esos mundos se unieron a la tripulación, haciendo a
esta más heterogénea. Y esto nos lleva al presente. Como ve,
capitán La Rouge, no venimos del futuro y tampoco puede decirse que
vengamos del pasado.
-Una
historia fascinante capitán Glem- dijo Norn. -Eso explica el como
están ustedes aquí. Pero no explica el porque. ¿Porqué han
contactado con nosotros? Esto es una violación a la Directiva
Temporal Primaria, nos están dando pistas sobre nuestro futuro.
-Estamos
aquí para evitar que a ustedes les pase lo mismo que a nosotros.
Como ya le dije, ahora poseemos la tecnología para defendernos de
ese fenómeno. Compartiremos esa tecnología con ustedes.
-Eso
es ilógico- dijo T'Brell. -Si aceptamos y adaptamos esa tecnología
al JTK, ese fenómeno no nos afectará. Por lo tanto no viajaremos al
pasado y ustedes dejarán de existir.
-Te
equivocas- respondió su contrapartida más vieja. -Llevamos casi
setenta años existiendo fuera de nuestro tiempo original, ahora
formamos parte de esta realidad, no desapareceremos en la nada,
créeme. He estado estudiando este fenómeno temporal durante mucho
tiempo. Puedo mostrarte mi trabajo para que lo evalúes.
-Me
gustaría verlo, no me convence demasiado tu argumento.
-Cuando
tú quieras puedes venir a verme a mis aposentos.
-Capitán-
intervino La Rouge- agradecemos mucho su oferta, pero comprenderá
que no puedo aceptarla sin hablarlo antes con mi gente. Aún tenemos
que digerir toda esta historia y sopesar los pros y los contras antes
de tomar una decisión.
-Lo
comprendo perfectamente, yo habría hecho lo mismo en su lugar.
Mientras tanto, ¿le parece bien que autoricemos la libre circulación
entre las dos naves? Algunos de mis tripulantes desean visitar a
seres queridos que desaparecieron durante nuestra aventura. Y supongo
que algunos de ustedes tendrán curiosidad por conocer a sus
descendientes.
-Lo
autorizo, pero dentro de un orden. ¿Pongamos que no más de tres
visitantes a la vez en cada nave?
-Me
parece correcto. Ahora debo volver a mi nave. Nos mantendremos en
contacto. Hágame saber su decisión tan pronto la haya tomado.
-Así
lo haré.
La
Rouge, Glem y Norn acompañaron a los visitantes hasta la sala de
transporte y observaron como desaparecían entre el fulgor azulado
del teletransportador.
-¿Qué
opinan de todo esto?- preguntó La Rouge una vez que el transporte
había terminado.
-No
se que decirle capitán. Respondió Glem- pero hay algo que me huele
mal en todo esto.
-¿Señor
Norn?
-Opino
igual que el comandante. No dudo de su historia, es una buena
explicación a su presencia aquí. Pero dudo de sus intenciones, no
se que es exactamente, pero hay algo en todo esto que no acaba de
convencerme.
-Si,
les comprendo, yo siento exactamente lo mismo. Sr. Norn, escanee esa
nave con el mayor disimulo posible, intente averiguar todo lo que
pueda pero sin que se den cuenta.
-A
sus ordenes, capitán- respondió Norn antes de marcharse a cumplir
el cometido asignado.
-Comandante,
asuma el mando en el puente. Yo voy a repasar el manual de la flota
por si encuentro algo que nos ayude a tomar una decisión. Aunque
dudo que plantee una situación tan anómala como esta.
--------------------
Cuando
se materializaron en su nave, Glem y T'Brell fueron directamente al
despacho del capitán.
-¿Te
apetece un te?
-Si,
gracias- respondió T'Brell.
Glem
pidió dos tazas al replicador, le ofreció una a su primer oficial y
se sentó tras su mesa con la otra.
-¿Qué
opinas, aceptarán nuestra oferta?
-No
lo se, pero su respuesta carece de importancia. Hemos previsto todas
las variables posibles, nuestros planes no pueden fallar- respondió
la vulcana.
-No
estoy tan seguro, con La Rouge nunca puedes estar seguro de nada, es
muy intuitiva, seguro que sospecha algo y tu contrapartida también
sera difícil de convencer. Además está Norn, siempre se las
arreglaba para salir de las peores situaciones de la forma más
absurda.
-Déjame
a mi a T'Brell, en cuanto a La Rouge, es lista, pero nosotros
también, y hemos tenido mucho tiempo para elaborar este plan.
Además, nosotros también tenemos a nuestro Norn.
-Yo
no contaría con nuestro Norn. Me temo que ella no estaría muy de
acuerdo con nuestro plan.
-No
te preocupes capitán, todo saldrá bien.
Mientras
esta conversación tenía lugar, Norn planeaba su visita al JTK.
Había una persona allí con la que tenía muchas ganas de conversar.
---------------
Capítulo
5
ENCUENTROS
El
comandante Glem se encontraba en el Nivel10 tomándose un descanso
frente a una cerveza andoriana cuando se presentó ante él la
persona más sorprendente que había visto nunca. Se trataba de una
joven de aspecto andoriano, pelo blanco, antenas sensitivas...podría
haber pasado por un miembro de su pueblo a no ser por un asombroso
detalle. Su piel era negra.
-¿Puedo
hacer algo por ti?- pregunto.
Ella
se rió ante esa pregunta.
-Venga.
¿De verdad no imaginas quién soy?
-No,
no es posible.
-Si,
soy tu hija. Tuya y de Niara. Me llamo Niota.
-Por
favor, siéntate Niota. ¿Quieres tomar algo?
-No,
gracias.
-Así
que Niara y yo finalmente...
-Si,
yo soy la prueba viviente.
-Pero
Bashir me dijo que las posibilidades de que un andoriano y una humana
tuvieran hijos eran prácticamente nulas.
-En
realidad estaba en lo cierto, pero la ELR se encontró con los
Kentari, una raza que había hecho grandes progresos en el campo de
la genética. Ellos os echaron una mano a ti y a mamá.
-¿Ella
sigue viva?
-Si,
y goza de buena salud para su edad, pero es ya muy mayor y
prácticamente no sale de casa.
-¿Casa?
-Jerga
de la nave. Ahora la nave es como nuestra nación y lo que vosotros
denomináis habitación o camarote nosotros lo llamamos hogar,
nuestra casa.
-Comprendo.
Cuéntame más sobre nuestra familia.
------------------
T'Brell
se materializó en la sala de transporte de la ELR. Observó a su
alrededor, evidentemente la sala era exactamente igual a la del JTK
en lo más básico, pero su decoración era radicalmente diferente.
Las paredes estaban pintadas con colores vivos, incluso había un
cuadro colgando de una de ellas. Se trataba de una pintura abstracta,
unos círculos de colores que se mezclaban con espirales y trazos
irregulares. Los pasillos de tan singular nave seguían la misma
tónica que la sala de transporte. Supuso que los tripulantes
quisieron convertir la nave en lo más parecido a un hogar, hacer de
esas salas y pasillos un lugar más alegre en el que vivir.
Por
fin llegó a su destino, llamó y la puerta se abrió de inmediato.
La
ocupante de la habitación sonrió al ver quien era su visitante.
-Adelante,
no te quedes en la puerta.
T'Brell
entró en la habitación y ambas mujeres quedaron frente a frente.
-¿Sabes?
A pesar de que yo ya estaba preparada para este encuentro se me sigue
haciendo muy raro. Me estoy viendo a mi misma hace setenta años
-Si,
claro. He venido por tus informes sobre la paradoja temporal a la que
nos enfrentamos.
-¿Sigues
teniendo problemas con tus emociones? Si, claro que los tienes,
recuerdo esa época, no te preocupes, lo superarás.
En
ese momento se abrió la puerta y entró Alicia, la hija de Grant y
T'Brell. Venía canturreando una alegre melodía.
-Mamá
ya estoy en casa. ¡Oh! Tienes visita. No quiero molestaros, volveré
más tarde.
-No
hace falta- respondió T'Brell- si tu madre me da esos informes me
marcharé enseguida.
-No,
por favor, quédate. Yo me iré un rato al Nivel 10. Hasta luego.
-Parece
una chica muy alegre.
-No
ha sido instruida en la doctrina de Surak, si es lo que te preguntas.
-Comprendo,
dadas las circunstancias en las que os habéis encontrado era la
opción más lógica.
-Así
es, ante la imposibilidad de contactar con otros vulcanos y dado que
su padre es humano y yo he perdido el control emocional que
caracteriza a nuestra raza, era mejor criarla como a una humana.
-Dijisteis
que es la jefa de seguridad. ¿No ha seguido tus pasos?
-No,
se parece demasiado a su padre para dedicarse a las ciencias. Es una
mujer de acción.
-Su
padre...¿Sigue vivo?
-Si,
ahora está en la consulta del Dr. Bashir, está haciéndose una
revisión.
-¿Bashir
sigue ejerciendo?
-No
el Bashir en el que estás pensando. Se trata de su hijo mayor,
Samuel Bashir.
-Vaya,
realmente habéis prosperado como comunidad.
-¿Porqué
no te quedas a cenar?
-No
se, yo...
-Por
favor, a Adam le hará mucha ilusión verte.
------------------
Mina
Lars estaba frente al pequeño templo que tenía en su habitación,
rezando a los Profetas, cuando sonó el timbre de la puerta.
Hizo
una pequeña mueca de disgusto, pero apagó las velas y se giró
hacia la entrada.
-Adelante.
La
puerta se abrió dejando paso a una visita que aunque esperada no
dejaba de ser inquietante.
-Hola
pequeña. ¿Cómo te va?
Lars
se enfrentó a su contrapartida, tenía arrugas y el pelo blanco,
pero seguía siendo su rostro. Los ojos de la anciana Lars le
sorprendieron, eran tan vivaces como los de una jovencita.
-Me
sorprendió cuando me dijiste que querías verme a mi, creía que
antes querrías ver a Laurence, supongo que le echas mucho de menos.
-Le
veré más tarde, antes quería hablar contigo. Y respondiendo a tu
pregunta, no le echo de menos tanto como piensas, él está siempre
dentro de mí.
-Entiendo
La
anciana le acarició la mejilla, un gesto que le recordó al que su
marido le hacía a menudo.
-No,
no lo entiendes. El está realmente dentro de mi. Yo conservo sus
memorias.
Lars
tardó unos segundos en comprender lo que su anciana contrapartida le
decía.
-Tú...Tú
eres Norn.
-Lars
Norn ahora. Cuando sufrimos el accidente, Laurence murió, pero Norn
sobrevivió. Ese pequeño cabrón es muy resistente.
-Pequeño
cabrón, he oído a Laurence referirse a Norn con ese apelativo más
de una vez.
-No
había ningún trill a bordo, a excepción de Ezri, que ya cargaba
con Dax. Así que me ofrecí voluntaria como anfitrión. Realmente no
hubo ningún problema físico, según parece los simbiontes son más
compatibles de lo que nos han hecho creer.
-Ningún
problema físico dices, pero si que tuviste problemas de
personalidad.
-Me
sucedió lo mismo que a Laurence. Durante un tiempo creí que me
volvería loca. No sabía si era Lars, Laurence, Lilandra o
cualquiera de los otros siete. Pero lo superé.
-Debe
ser una sensación muy extraña recordar...
-¿Mi
amor por él y su amor por mi al mismo tiempo? Lo es, muy raro, pero
también a sido lo que me ha ayudado a superar mi pérdida.
Volvió
a acariciarle la mejilla con ese gesto heredado de Laurence.
-El
te ama, pequeña. Te ama con locura. Si tuviera cien vidas, se
dejaría matar gustoso cien veces para salvar la tuya. No olvides
jamás mis palabras.
---------------
Capítulo
6
CAUSA Y EFECTO
La
puerta del turboascensor se abrió con un suave siseo dejando paso a
Lars Norn.
-Permiso
para acceder al puente.
-Concedido-
respondió La Rouge levantándose del sillón de mando y dirigiéndose
a ella.- Bienvenida.
-No
se imagina lo que me alegra volver a verla, capitán- dijo Lars
dándole un abrazo.
Laurence
Norn observaba desde la consola de seguridad un tanto envarado.
-¿Qué
le trae por aquí?
-He
venido a ver a mi esposo, capitán.
-Lo
suponía. De acuerdo, tiene el resto del día libre Sr. Norn, puede
retirarse.
-Gracias,
capitán- respondió este.
Lars
y Laurence entraron en el turboascensor.
-Nivel
10- dijo él, y el aparato se puso en marcha.
Laurence
acarició la mejilla de la mujer, ella retuvo la mano de él como no
queriendo perder el contacto.
-Hace
tanto tiempo que no sentía esta caricia.
-Siento
no haber estado allí para ti.
-No
fue tu culpa. Y siempre has estado conmigo.
El
la miró con un brillo de compresión en sus ojos.
-¿Norn?
-Si,
soy Norn.
-¡Pequeño
cabrón, eres indestructible!
Ella
rió ante ese comentario como no lo hacía en mucho tiempo.
Abandonaron
el turboascensor y entraron en Nivel 10.
-Sigues
siendo la más hermosa de la nave.
-Gracias,
y tú sigues mintiendo igual de mal.
-Gracias.
Durante
unos minutos se produjo un silencio incómodo que finalmente fue roto
por Lars.
-Hay
algo que quieres preguntarme, ¿verdad? Algo incomodo que no sabes
como plantear. Bueno, te lo pondré fácil, se directo.
-Lars...¿De
qué diablos va todo esto? ¿Qué estáis haciendo aquí exactamente?
No me cuadra el motivo que nos ha dado vuestro capitán.
-¡Pero
ese es el motivo por el que hemos venido a vuestro encuentro! Debes
creerme, no hay intenciones ocultas.
-Te
creo, tú seguramente no las tienes, pero no puedo decir lo mismo de
vuestro capitán, ni de vuestro comandante, estoy seguro que ocultan
algo.
Lars,
tú y yo ya tenemos experiencia con viajes temporales. Ambos sabemos
que no es tan fácil.(2)
-No
lo es, lo se, pero T'Brell a trabajado mucho tiempo en este asunto y
dice que...
-Me
importa un bledo lo que diga tu T'Brell. Causa y efecto. ¿Recuerdas?
Lo estudiamos en la academia, son inseparables.
-No
veo la relación.
-Causa:
el JTK es atacado por una nube de energía. Efecto: El JTK es enviado
sesenta y siete años al pasado. Si eliminas la causa, eliminas el
efecto. Si nosotros no viajamos al pasado, vosotros dejareis de
existir. No habréis existido nunca de hecho. Podría comprenderlo si
solo se tratase de los tripulantes originales del JTK, pero... ¿Qué
hay de Alicia Grant, de Niota y de tantos otros? ¿De verdad
condenareis a dos o tres generaciones a la no existencia?
-Tu
lógica es impecable, pero puedes estar equivocado, tú y yo no somos
científicos, pero T'Brell ha...
-¡Olvídate
de T'Brell!- le cortó de nuevo Laurence.- No puedes cambiar las
leyes naturales. Si yo levanto este vaso y lo suelto se estrellará
contra el suelo. Causa y efecto. Vuestro escudo protector contra ese
fenómeno eliminará la causa, yo no soltare el vaso; pero si no lo
suelto, no se estrellará contra el suelo.
-Puedo
eliminar la gravedad de esta sala, tú podrás soltar el vaso sin que
se estrelle. He cambiado las leyes naturales.
-No,
no lo has hecho, habrás eliminado la auténtica causa de que el vaso
se estrellara contra el suelo, la gravedad. El resultado es el mismo,
el efecto ha sido eliminado: el vaso no se ha estrellado.
-Tú
crees que Grant y T'Brell os están conduciendo a una trampa:
-Creo
que pretenden asegurarse de que el accidente se produce. ¿Realmente
tuvo alguien la disparatada idea de proporcionarnos esa protección
para que no cayésemos en la misma trampa que vosotros?
-Si.
Fue idea mía.
-¿Tuya?
-Si,
hace treinta años. Expuse la idea al estado mayor y después de
muchas deliberaciones fue aceptada por la mayoría.
-Déjame
que adivine. Un voto en contra, el de T'Brell.
-Así
fue. ¿Cómo...?
-Muy
fácil, tú misma lo has dicho, es muy inteligente, fue la única que
supo desde el primer momento que no funcionaría. Supongo que
finalmente convenció a Glem y ambos han elaborado algún plan.
-¿A
escondidas del resto de la tripulación? ¿Porqué el secretismo?
-Para
evitar conflictos entre vosotros. Cuando todo hubiese acabado, ya no
tendría remedio.
(2)
Ver:”El Enigma Kurosawa”
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Capítulo
7
VERDADES Y MENTIRAS
Adam
Grant se materializó en la sala de transporte de la ELR, su futura
hija, Alicia, le estaba esperando.
-Hola
papá, bienvenido- dijo ella besándolo en la mejilla.
-Se
me hace muy raro que me llames así. Hace un par de días tu madre y
yo le estábamos comentando a Bashir que no queríamos saber el sexo
del bebé hasta que naciera.
-También
a mi se me hace raro verte tan joven.
Grant
pasó un brazo alrededor de los hombros de su hija mientras
abandonaban la sala de transporte.
-¡Así
que jefa de seguridad!
-Si,
tú mismo me nombraste para el puesto el día que te retiraste, te
veías tan orgulloso de mi.
-Ya
lo estoy ahora.
-He
intentado mantenerme a tu altura.
-¿Lo
has conseguido?
-Si,
eso creo.
-Bien,
muy bien. Y ahora, señorita jefa de seguridad, ¿qué tal si me
enseñas esos escudos y armas mejorados?
---------------
El
avisador de la entrada del camarote de los Bashir sonó
interrumpiendo los arrumacos a los que estaban entregados la feliz
pareja.
-¿Quién
podrá ser tan inoportuno? Preguntó Bashir.
-Averigüémoslo.
¡Adelante!
La
puerta se abrió con su habitual siseo y dio paso a un hombre de unos
cuarenta años cuyo rostro era un calco del de Julián. Las manchas
características de los trill adornaban su cuello y sus hombros.
-Espero
no llegar en mal momento.
-En
absoluto- respondió Ezri.
El
hombre les abrazó a ambos efusivamente.
-No
imagináis lo que significa para mi volver a veros a ambos.
-¿Eres
de la familia? Pregunto Ezri.
-Soy
vuestro segundo hijo, Julián. Julián Dax.
-¿Dax?-
intervino Julián.- ¿Significa eso que en vuestra nave Ezri está...
-Ambos
moristeis hace unos cuatro años, con solo tres meses de diferencia.
Tú a causa de una epidemia que sufrimos. Mamá no tardó en
seguirte. Creo que murió de pena.
-Dices
que eres nuestro segundo hijo. ¿Qué hay del primero?
-Samuel.
Puedes sentirte orgulloso de él, ahora es el jefe médico de la
nave.
-Es
bueno saber que mi legado sigue vivo. ¿Y qué hay de ti? ¿Cual es
tu función en la nave?
-Yo
seguí los pasos de mamá, ahora soy uno de los consejeros del ELR.
-¿Es
que hay más de uno?-preguntó Ezri.
-Hay
más de tres mil personas viviendo en la nave, somos tres consejeros.
Ezri
abrazó a su hijo.
-Siéntate,
Julián. Tienes que contarnos todo, desde el principio. ¿Te quedarás
a cenar, verdad? ¿Y tu hermano? ¿Crees que también podrá venir?
-----------------
Cuaderno
de Bitácora. Fecha estelar 55445.6
He
ordenado una nueva reunión del estado mayor para tratar sobre la
inusual situación en la que nos encontramos. ¿Es prudente aceptar
la propuesta de nuestros homólogos? ¿Debemos rechazarla y aceptar
nuestro destino? Debo declarar que me inclino más por esta segunda
opción. Se que perderé la vida al aceptarla, pero...¿Qué es una
vida, o diecisiete si la historia que nos contó el capitán Glem es
correcta, a cambio de tres mil que, probablemente, dejarán de
existir si eludimos a ese extraño fenómeno temporal?
-Por
favor, no se levanten- dijo La Rouge al entrar en la sala de juntas
donde le esperaban todos sus oficiales.
-Damas
y caballeros, quiero saber su opinión sobre este absurdo asunto.
Empecemos por usted, Sr. Norn. ¿Ha sacado algo en claro de su
escaneo de esa nave?
-Esas
mejoras alienígenas son formidables capitán, esa nave es una
pequeña fortaleza. Creo que podría resistir incluso un ataque borg.
-Estoy
de acuerdo- intervino Grant.- Mi hija me ha mostrado los sistemas de
armas y los escudos mejorados. También he visto las defensas contra
ese extraño fenómeno. Es un emisor de partículas que trabaja en
conjunto con los escudos de la nave.
-¿Qué
clase de partículas?
-Desconocidas
para nosotros. Alicia las llamó trión.
-Hay
otra cosa capitán- dijo Norn.
-¿De
qué se trata?
-He
estado hablando con Lars Norn. Según parece, lo de ofrecernos una
alternativa a lo que debía ser nuestro destino, fue una decisión
conjunta de todos los oficiales del ELR. Creo que todos ellos actúan
de buena fe, lamentablemente creo que no puedo decir lo mismo de sus
dos dirigentes. Sin ofender- añadió dirigiéndose a Glem y T'Brell.
-No
ofende-dijo la vulcana.- De hecho, estoy con usted. Capitán, he
estudiado el trabajo de mi homóloga. Es un galimatías, si me
permite la expresión. Para un neófito su lógica es aplastante,
pero un experto puede darse cuenta de que parte de unas premisas
erróneas. Este informe se ha redactado con la intención de
engañarnos.
-Vamos
a ver si lo he entendido-dijo La Rouge.- Esa defensa contra el
fenómeno temporal es real y es funcional. Si lo incorporamos a
nuestra nave nos libraremos de sus efectos. Aún así afirman que hay
gato encerrado, que Glem y T'Brell del ELR ocultan algo. ¿Qué
pueden ocultar?
-No
puedo asegurarlo, pero tengo una teoría-dijo Norn.
-Expóngala.
-Creo
que esos dos han descubierto que la teoría de que ellos no van a
desaparecer si nosotros nos libramos de esa cosa es errónea. Creo
que quieren asegurarse que la historia se repita.
-¿Porqué
andar con subterfugios? ¿Porqué no limitarse a observar como se
repite la historia sin contactar con nosotros?
-Para
no crear un conflicto entre su gente. Después del fenómeno solo
tendrían que simular que descubren un error en sus cálculos y
lamentarse por ello.
-Para
mi su lógica es válida Sr. Norn- dijo T'Brell.
-¿Alguien
quiere añadir algo?
-Si
capitán- dijo Bashir.
-Adelante
doctor.
-Ayer
conocí a mis dos hijos, uno de ellos carga con el simbionte Dax.
Pude analizarlos de forma minuciosa. No hay ninguna trampa en ese
aspecto capitán. No hay manipulación genética ni nada parecido.
Esa gente son realmente nuestros descendientes, no han mentido en ese
sentido.
-Gracias
doctor. ¿Alguien mas? ¿No? De acuerdo entonces. Sr. Glem, organice
una encuesta, quiero saber cuantos de nuestros tripulantes estarían
dispuestos a sacrificarse para que esas tres mil vidas no
desaparezcan en la nada. Sr. Norn, comuníqueme con el capitán Glem.
Todos a sus puestos.
--------------
Capítulo
8
LA DECISION
Cuaderno
de Bitácora. Fecha estelar 55445.6. Anexo.
Tras
consultar con la tripulación, hemos decidido de forma unánime
dejarnos atrapar por ese extraño fenómeno para salvar la nave de
nuestros descendientes. Hacer lo contrario equivaldría a un
genocidio. Si la historia se repite de la forma que nos contó el
capitán Glem, esta será mi última entrada en esta bitácora.
-----------------
-¿Porqué
toda esa pantomima, Glem? ¿Porqué no limitarse a observar como
caíamos en la trampa de esa cosa?
La
Rouge estaba en el despacho del capitán Glem. Ya le había
comunicado sus sospechas y él las había confirmado.
-¿Pantomima?
Si, creo que el apelativo es justo. ¿Porqué? El Sr. Norn lo ha
adivinado. Sabía que ese hombre acabaría dándonos problemas. Si
hubiésemos comunicado a la tripulación nuestro descubrimiento,
hubiera habido un cisma. La tripulación se habría dividido entre
los que apoyarían el plan de salvarles a ustedes y los que
preferirían dejar que los acontecimientos siguieran su curso
original. Después de casi setenta años de armonía no podíamos
permitirnos el lujo. Somos más de tres mil personas Esther. En un
espacio tan reducido como una nave ese cisma podría haberse
convertido en una guerra civil. T'Brell y yo decidimos ocultar la
verdad a los demás y actuar como si continuásemos con el plan
original. Les daríamos a ustedes un emisor de partículas trión
defectuoso, la defensa fallaría y toda la historia se repetiría...
¿Qué harán ahora?
-Sepa
que mi tripulación ha decidido ir al encuentro de esa anomalía y
dejar que la historia se repita. Diecisiete vidas es un precio
pequeño a pagar a cambio de tres mil.
-Yo,
no se que decir.
-No
diga nada, seguiremos con su plan. Pero, cuando todo acabe, cuente la
verdad a su gente. Merecen saber el sacrificio que sus ancestros
hacen por ellos.
-Así
lo haré, Esther. Tiene mi palabra.
----------------
-Bien,
ya está instalado- dijo el jefe de ingenieros del ELR- ya están
ustedes protegidos contra ese fenómeno.
-Bien,
eso nos permitirá salir a salvo de la órbita de Wadey. Nos
reuniremos con ustedes tras salir del sistema.
-Hasta
entonces, capitán.
Minutos
mas tarde, cuando los ingenieros del ELR habían regresado a su
nave, la capitán La Rouge paseaba por el puente sumida en sus
pensamientos.
-Sr.
Norn,- dijo por fin- conecte la megafonía, que toda la nave pueda
escuchar mis palabras.
Laurence
Norn hizo un gesto de asentimiento.
-Cuando
quiera capitán.
-Aquí
la capitán Esther La Rouge. Quiero que sepan que estoy muy orgullosa
de todos ustedes. Su decisión unánime de enfrentarse a esta gran
prueba les honra. Les honra como oficiales de la Flota Estelar y les
honra como personas. Están a punto de enfrentarse a una gran
aventura que seguramente no está exenta de peligros. Pero eso es lo
que hacemos. Eso es lo que somos, exploradores. Les deseo a todos
mucha suerte.
Hizo
la señal a Norn de que cerrase megafonía.
-Bien,
vamos al encuentro de esa cosa.
La
JTK abandonó la órbita de Wadey emprendiendo la que sería la
última misión de la capitán La Rouge y de otros dieciséis
tripulantes.
-He
localizado a esa cosa, capitán-anunció Norn rodeando la cintura de
su esposa que insistió en estar a su lado en ese crítico momento.
-Pues
vamos a su encuentro- respondió La Rouge- antes de que nos
arrepintamos. Conecte ese falso artilugio Sr. Norn. Nos están
observando desde el ELR y no queremos levantar sospechas.
-Conectado.
La
JTK puso rumbo hacia el fenómeno temporal.
-Pasa
algo raro- dijo T'Brell.
-¿Qué
sucede?
-Ya
deberíamos haber atraído al fenómeno capitán, pero sigue inmóvil.
-Pues
vamos a su encuentro, al diablo el disimulo, timonel métanos en las
tripas de esa cosa.
El
JTK se introdujo en la nube y una ligera sacudida conmovió la nave,
después reinó la calma. El fenómeno se disolvió lentamente hasta
desaparecer.
-¿Qué
ha sucedido?
-¡No
puedo creerlo!
-¿Sr.
Norn?
-El
dispositivo de protección capitán...¡Ha funcionado!
-¿Y
el ERL?
-No
hay ni rastro de él.
----------------
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55446,4
Seguimos
sin comprender porqué la tripulación del Esther La Rouge se
sacrificó instalando en nuestra nave un dispositivo de protección
completamente funcional. Y seguramente nunca lo sabremos. De modo que
solo podemos especular.
La
capitán La Rouge estaba en su despacho, la taza de te que sostenía
en sus manos se había enfriado hacía rato, pero ella no pareció
darse cuenta. No podía sacarse de la cabeza lo sucedido. ¿Porqué
habían actuado así esa gente?
El
avisador de la entrada la sacó de sus pensamientos.
-Adelante.
La
teniente Mina entró en el despacho. Su mirada reflejaba una gran
tristeza.
-¿Qué
sucede teniente?
-Capitán,
tengo la respuesta a la pregunta que todos nos estamos haciendo.
-¿Qué
ha descubierto?
Mina
le mostró un dispositivo de grabación.
-Lo
descubrí en mi habitación. ¡Oh, capitán, es tan triste!- dijo
entregándole el dispositivo.
La
Rouge lo introdujo en su terminal.
-Ella
lo dejó para mi- dijo Mina.
En
la pantalla apareció la imagen de Lars Norn.
-Hola
pequeña-dijo- Se que tendrás muchas preguntas, espero que esta
grabación responda a todas ellas. Os preguntareis que ha pasado. Lo
que ha pasado es que yo sustituí en secreto el falso dispositivo por
uno auténtico. ¿Porqué? Porque no podía tolerar que el hombre que
amo, el hombre que amamos, muriera de esa forma. Es un acto egoísta,
lo se. Permitir la extinción de toda una comunidad solo por salvar
la vida de mi esposo es algo que debes considerar atroz. Pero el amor
no entiende de esas cosas, esa es mi pobre escusa. Recuerda lo que te
dije de él en tu habitación. Vive feliz a su lado Mina Lars. Adiós.
-Increíble-
dijo La Rouge cuando salió de su estupor.- Nunca pensé que,
precisamente ella...
-No
fue ella capitán, fueron sus manos las que efectuaron el cambio,
pero fue Laurence el que guiaba, la parte de Laurence que quedaba en
ella. Estoy segura. La última parte de su mensaje es la que me ha
convencido de ello.
-Como
sea, ya no tiene arreglo. Pero en esta grabación parece haber más
cosas.
-Son
cartas astronómicas. El cuadrante Gamma cartografiado casi en su
totalidad. Tuvieron mucho tiempo para hacerlo. Mundos habitados,
rutas comerciales, fenómenos singulares, todo lo que pueda ser de
interés para la FPU.
-¡Dios
mio! ¿Sabe lo que significa eso?
-Significa,
que la misión que nos encomendó la Federación ha sido completada.
Debemos volver a casa. Esa información es valiosísima. Debemos
entregarla lo antes posible.
-Así
es teniente. Volvemos a casa.
-----------
EPÍLOGO
Lars
y Laurence estaban en la holosección, disfrutando de la recreación
de una playa paradisíaca.
-¿Sabes?-dijo
él- Todo este asunto de desplazamientos temporales y naves
generacionales me ha hecho pensar.
-¿Ah,
si?
-Si
alguna vez me pasase algo, no me gustaría que te quedases sola.
-¿Qué
me estas diciendo exactamente?
-Bueno...Verás...¿No
crees que ha llegado el momento de ampliar la familia?
-¿Quieres
que tengamos un hijo?
-O
dos, o tres, o...
-Para,
para. Paso a paso cariño. De momento nos conformaremos con uno,
luego ya veremos. ¿Estas seguro de esto?
-Nunca
he estado más seguro de nada que de esto.
-¿Nos
ponemos a ello?
-¿Ahora?
¿Aquí?
-¿Para
que esperar?
-Tienes
razón. No perdamos más tiempo discutiéndolo.
El
JTK volvía a casa, pero eso para ellos no tenía importancia en esos
momentos. Como tampoco lo hubiera tenido si estuvieran dirigiéndose
a los más remotos confines de la galaxia.
FIN
Buen estilo literario. En cuanto acabe algo, que tengo entre manos, agruparé todos los relatos y lo copio a formato Kindle
ResponderEliminarGracias por comentar, JRA. Como ya sabes la 6ª aventura del JTK ya está en marcha, En cuanto acabe de publicarla en el foro la subiré a este blog.
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