STAR TREK - JTK

Star Trek-JTK narra las aventuras de la nave de la Federación de Planetas Unidos -USS James T. Kirk-.

La acción se inicia unos tres años después de los hechos narrados en DS9.

jueves, 9 de julio de 2015

STAR TREK - JTK V // PASADO IMPERFECTO

PROLOGO

-Veo esos cien- dijo Grant mientras depositaba una de sus fichas en el pozo, después depositó otra ficha, la última que le quedaba- y subo otros cien.

Su contrincante y anfitrión en el mundo de los wadi, Chandra, esbozó una sonrisa e igualó la apuesta bajo la atenta mirada de los otros dos participantes en la partida que se habían retirado de esa mano; el Dr. Julián Bashir y Lenux, otro wadi.

-Igualo su apuesta, Sr. Grant. Veamos sus cartas.

Grant puso sus cartas sobre la mesa, boca arriba. Tres reinas, un As y un diez.

-Un bonito trío, teniente- dijo Chandra- pero creo que mi jugada lo supera.

Chandra mostró sus cartas. Tres sietes y dos nueves.

-Si no recuerdo mal, esta combinación se llama “Full”. ¿Es así?

-Lo recuerda perfectamente, ministro. Temo que me ha desplumado. Aprende deprisa, señor.

-A los wadi nos encantan los juegos de azar. Forman una parte muy importante de nuestra cultura y nos los tomamos muy en serio. Hacer trampas en el juego es el peor delito en nuestro mundo, después del asesinato.

-Ya veo.

-Este juego suyo...poker, es muy divertido. ¿Y dice que hay diferentes variantes?

-Está el descubierto, el Texas Holdem, el...

-Texas Holdem, ese suena bien. ¿Nos enseña a jugar?

-Será un placer, pero me temo que me he quedado sin fichas.

-No importa, tomen recuperen sus fichas- dijo entregando un montón de fichas a Grant y Bashir.

-Pero usted las ha ganado limpiamente.

-Bah!, considérenlo un pago por sus clases.

-Siendo así.

-Esos naipes suyos son muy curiosos, ¿Y dicen que se pueden usar en más juegos?

-Hay cientos de juegos: Gin Rummy, Blackjack, Fizzbin, Bacará... Pero seguro que están incluidos en los ficheros de datos que hemos compartido con ustedes.

-¿Empezamos?- intervino Bashir que ya había acabado de barajar el mazo.

-Las jugadas son las mismas que en el poker- empezó a explicar Grant- pero aquí jugaremos con dos cartas para cada jugador y cinco de comunitarias....

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Capítulo 1
WADEY

Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 55441.4.
El JTK se encuentra en órbita sobre Wadey. Sus habitantes, los wadi, establecieron el primer contacto con la Federación en la estación DS9 en la fecha estelar 46728.4. Según el informe no fue un primer contacto muy afortunado. Los wadi parecen obsesionados por los juegos de azar, de hecho, su planeta se ha convertido en el casino del sector. Un “Las Vegas” planetario al que acuden razas de todo el cuadrante.

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La doctora Nangó salió de las cálidas aguas del océano, extendió la toalla y se tumbó sobre las blancas arenas. El sol rojo de Wadey refulgió en las gotas de agua que resbalaban por el cuerpo de la mujer cubriendo su piel de ébano de pequeños arco-iris. Cerró los ojos y dejó que el calor y el sonido de las olas la llevaran a un ligero estado de sopor. De pronto sintió que alguien se interponía entre ella y el sol. Abrió los ojos y vio al comandante Glem sosteniendo dos vasos de limonada. El andoriano se sentó junto a ella y le tendió uno de los vasos.

-Gracias, comandante- dijo exhibiendo una radiante sonrisa.

-Niara, ¿Cómo tengo que decirte que me llames por mi nombre cuando no estemos de servicio?

-Se me hace difícil, Glem, no acabo de acostumbrarme.

-Pues ve acostumbrándote, no puedes llamarme constantemente “comandante”. Los amigos se llaman por su nombre.

-Claro.

Glem observó a la bella exobióloga mientras ella se tumbaba de nuevo y cerraba los ojos. Pensó en las palabras que acababa de pronunciar y una de ellas resaltó en su mente: “amigos”. Si, había desarrollado una profunda amistad con Niara, pero él deseaba algo más. Sin embargo, en su última conversación con el Dr. Bashir, este le comunicó que andorianos y humanos apenas eran compatibles, las posibilidades de reproducción entre ambas especies eran realmente escasas. Así que...¿Tenía derecho a pedirle a la mujer que se convirtiera en su pareja?
Sabía que los humanos no le daban la importancia que le daban los andorianos al hecho de tener descendencia, pero aún así, también era importante para ellos.

-Un penique por tus pensamientos.

Glem abandonó sus divagaciones y sintió que su alma se hundía en los preciosos ojos color café que le miraban fijamente. Sonrió.

-¿Y qué diablos es un penique?

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-Te aseguro que estoy completamente recuperado, vuelvo a ser el de siempre.

Ezri Dax, la simpática trill que ejercía de consejera de la nave, apoyó los codos sobre la mesa de su consulta y unió sus manos por la yema de los dedos. Miró a su interlocutor a los ojos y guardó unos segundos de silencio, como si estuviera sopesando cual iba a ser su respuesta.

-Aparentemente así es, pero estas cosas no son tan fáciles. Se que tu te sientes bien, Norn, pero aún pueden quedar secuelas ocultas. Lo que te hizo Q te afectó más de lo que crees.(1)

Laurence Norn se removió en la butaca e hizo una mueca de disgusto.

-Dax, esta inactividad me está matando, necesito volver a mi trabajo.

Dax guardó silencio mientras sopesaba los pros y los contras del caso. Conocía a Norn desde hacía más de trescientos años, pero esta nueva encarnación de su viejo amigo era muy diferente a lo habitual. Nunca en la historia de su planeta se había dado el caso de que un simbionte se uniera a un anfitrión que no fuera trill. Laurence era humano, pero parecía haberse adaptado bien a esa unión. Le recordaba un poco a si misma, Ezri se vio unida a Dax por circunstancias extraordinarias, no estaba preparada y sufrió bastante hasta que pudo estabilizarse y equilibrar su mente. Por eso sabía, o creía saber, lo mal que lo pasó su amigo con la jugarreta de Q.

-Está bien- dijo- voy a darte el alta, pero tendrás que seguir viniendo a terapia una vez por semana hasta que me convenza que estás totalmente recuperado.

-Gracias Dax- respondió Norn recogiendo el pad que le tendía la consejera.

-Nos vemos aquí dentro de una semana.

-Espero verte antes de eso en Nivel-10. Te invitaré a una copa.

-Trato hecho.

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La sala ingeniería del JTK bullía de actividad, la teniente Mina estaba aprovechando la parada en Wadey para hacerle una revisión a los ya de por si afinados motores a los que la bajorana mimaba como si fueran sus hijos.

-¿Mucho trabajo?

Lars reconoció al instante la voz de su marido y se giró hacia él con una sonrisa.

-¡Laurence! ¿Qué haces en ingeniería?

-Traigo buenas noticias, vuelvo a estar en activo.

-Eso es estupendo.

-Tengo que llevar este informe de Dax a la capitán, pero quería que tú fueras la primera en saberlo.

-Eres un cielo-dijo ella abrazándole.- No pierdas más el tiempo, ve a ver a La Rouge.

Norn guiñó un ojo a su esposa y se encaminó al turboascensor bajo la atenta mirada de ella. Cuando las puertas se cerraron tras él Lars emitió un largo suspiro de alivio. Ya era tiempo, Laurence se estaba poniendo realmente insoportable a causa de su prolongada inactividad.

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Ezri Dax entró en su cabina sorprendiendo a su marido, el doctor Bashir, contemplándose en el espejo vestido con su disfraz de espartano.

-Saludos, rey Leónidas- dijo- ¿Volvemos hoy a las Termópilas?

-Saludos mi fiel Artemis- respondió Bashir- ¿Preparada?

-Voy por mi lanza y mi escudo.

Poco después se encaminaban a la holosección ante la divertida mirada de los pocos tripulantes que se cruzaron en su camino.

(1) Ver: “El vals de Q”

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     Capítulo 2
SORPRENDENTES VISITANTES

Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 55443.7
Continuamos en órbita sobre Wadey. La hospitalidad de la que hacen gala los wadi me ha decidido a permanecer unos días en el lugar para que la tripulación pueda disfrutar de un merecido descanso. Desde el inicio de nuestra misión hemos pasado por varias crisis y creo que esta es una buena oportunidad para relajarnos.

La capitán Esther La Rouge estaba en su despacho degustando una taza de té enfrascada en la lectura de un ejemplar replicado de “Historia de dos Ciudades” de Dickens, podía haber cargado el libro en un pad, pero le gustaba la sensación de tener un libro de verdad en sus manos, el tacto del papel era para ella parte fundamental para disfrutar de la lectura.

De pronto sonó su comunicador. Dejó el libro a un lado y respondió.

-Aquí La Rouge.

-Capitán,- reconoció en el acto la voz del teniente-comandante Norn al que había dejado temporalmente al mando del puente- una nave acaba de salir de warp a poca distancia de nuestra posición. Nos saluda capitán, con el saludo standar de la federación.

-¿De la federación? Voy de inmediato.

Salió de su despacho preguntándose qué diablos hacía allí otra nave de la FUP.

-Informe teniente.

-Capitán, parece una nave de la federación, pero...

-¿Pero?

-Parece tratarse de una nave tipo Galaxy, pero posee tecnología alienígena, capitán.

-¡Tecnología alienígena! ¿Conocida?

-Hemos detectado por lo menos cuatro tipos diferentes de tecnología que no pertenecen a la federación, todas ellas desconocidas.

-¿Continúan llamándonos?

-Afirmativo.

-Abran un canal, en pantalla.

Nada podía haber preparado a la capitán La Rouge ni a ninguno de los tripulantes que en ese momento se hallaban en el puente para lo que vieron cuando se iluminó la pantalla principal.

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El Dr. Bashir sonrió ante los resultados que mostraban las pantallas de la terminal de análisis.

-Pueden estar tranquilos, el embarazo evoluciona con normalidad, todo va perfectamente. Puedo decirles el sexo del futuro bebé si lo desean.

Grant y T'Brell se miraron y sonrieron.

-Preferimos esperar a que llegue el momento doctor.

-Como quieran. Veo, T'Brell, que lleva bastante bien el tener que convivir con sus emociones.

-He aprendido a aceptarlas, doctor. Adam me ha ayudado mucho y creo que nuestro futuro hijo también a contribuido a ello. También la terapia con la consejera Dax ha sido muy útil.

-Me alegra saberlo. ¿Tienen alguna pregunta? ¿Alguna duda?

-Ninguna, doctor.

-Entonces les veré la semana que viene.

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-¿Estás segura de esto?-preguntó Ezri Dax levantando el Bat'Leth.

-Completamente- respondió Mina Lars que sujetaba un arma idéntica.

-Verás, yo no soy tan ágil y fuerte como lo era Jadzia, así que no estoy muy segura que...

-Pero conservas sus memorias. Me contaste que era una experta con las armas klingon.

-Tanto como experta... digamos que se defendía bastante bien.

-Mira, solo necesito que me enseñes un par de movimientos, algo con lo que sorprender a Laurence en nuestro próximo entrenamiento.

-Si solo es eso, creo que podré ayudarte- respondió la trill con una pícara sonrisa. Lo primero es aprender a sujetar el Bat'Leth...

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Dos rostros observaban desde la pantalla principal a los ocupantes del puente del JTK. Dos rostros que, aunque envejecidos, todos reconocieron al instante. Eran el comandante Glem y la teniente T'Brell.

-Capitán, Sr. Norn, no saben el placer que me causa volver a verles.

El que pronunció estas palabras era el andoriano.

-¿Quienes son ustedes?- preguntó la capitán algo mosqueada. -¿Es esto algún tipo de broma?

-No es ninguna broma, capitán. Soy el capitán Glem, de la nave estelar generacional Esther La Rouge. Esta es mi primer oficial, la comandante T'Brell.

-¿Su nave tiene mi nombre? ¿Qué demonios significa todo esto? ¿Vienen ustedes del futuro?

-No capitán, no venimos del futuro, más bien todo lo contrario, aunque eso tampoco es totalmente cierto. Comprendemos su confusión, pero todo tiene su explicación, aunque es una explicación un poco larga. ¿Le parece bien que pasemos a visitarles dentro de, pongamos, dos horas?

-Me parece bien, me gustará oír su explicación. Serán bienvenidos.

-Perfecto, estamos deseando contarles nuestro periplo.

Los recién llegados cortaron la comunicación en ese punto. La capitán se volvió hacia su segundo oficial.

-¿Qué opina usted de todo esto señor Norn?

-La verdad capitán, estoy estupefacto. No estoy seguro de que pensar sobre esa gente, me reservaré mi opinión hasta haber oído lo que tienen que decir. Mientras tanto mas vale no fiarse demasiado de ellos, si usted lo permite doblaré la seguridad hasta saber a que atenernos.

-Hágalo. Espero que no tengamos que vérnoslas con una de esas molestas anomalías temporales.

-Pues, de momento, tiene toda la pinta.

La capitán pulsó su comunicador.

-Aquí La Rouge, que todos los jefes de sección se presenten en la sala de juntas dentro de dos horas.

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Capítulo 3
HIJOS DEL TIEMPO

La capitán La Rouge estaba en su despacho frente a una taza de te, meditando sobre sus asombrosos visitantes cuando sonó el avisador de la entrada.

-Adelante.

-Traigo nuevas y sorprendentes noticias sobre nuestros nuevos amigos, capitán. La nave en la que viajan, es el JTK. Más viejo, con modificaciones alienígenas, pero sin duda es nuestra propia nave.

-Lo que me temía, una alteración temporal. ¿Cuanto más vieja que nuestro JTK se supone que es esa nave?

-Unos setenta años.

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La capitán La Rouge, el comandante Glem, el teniente-comandante Norn y el Dr. Bashir se encontraban en la sala de transporte 3 esperando a sus extraños visitantes.

-Energice- dijo la capitán.

El oficial encargado del teletransportador manipuló los controles del sofisticado aparato y tres figuras se materializaron en la sala. Se trataba de los presuntos Glem Y T'Brell, les acompañaba una joven vulcana. Todos ellos vestían ropas civiles, pero llevaban prendidos en ellas sendas insignias de la federación.

-Permiso para subir a bordo- dijo el andoriano.

-Concedido.

Los tres descendieron de la plataforma de transporte y se plantaron frente al comité de bienvenida.

-Supongo que sobran las presentaciones, capitán.

-Si de verdad son quienes dicen ser, así es. Con la excepción de esa joven.

-Claro, ustedes no se conocen. Les presento a mi oficial de seguridad, la teniente Alicia Grant.

-¿Grant? ¿Quiere decir que es la hija de...?

-De Adam Grant y T'Brell, si. Pero veo que el doctor Bashir ha traído su escáner médico, por favor doctor, proceda.

Bashir escaneó a los tres visitantes y comprobó los resultados.

-Es increíble.

-¿Doctor?-la voz de la capitán sonó impaciente.

-Por improbable que parezca capitán, esta gente es quien dice ser. Son Glem y T'Brell, en cuanto a la joven, no es tan joven, tiene unos sesenta años, lo que no es mucho para un vulcano y es indudablemente hija de T'Brell y Grant.

-Bueno- dijo la capitán dirigiéndose a sus visitantes- no se que decir.

-Creo que lo mejor es que antes de que diga nada le aclaremos nuestra presencia aquí y el motivo por el que hemos contactado con ustedes.

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Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 55443.7. Anexo.
El Dr. Bashir a confirmado que nuestros visitantes son una versión más anciana de algunos tripulantes del JTK. Así mismo nuestros sensores confirman que la nave que ahora lleva mi nombre es en realidad el propio JTK, pero más viejo y con algunas modificaciones alienígenas. Espero que la visita de esta gente nos aclare este misterio.

Todo el estado mayor del JTK estaba reunido en la sala de juntas con los tres visitantes. Se sentían incómodos, pero los que más evidenciaban esa incomodidad eran Glem y T'Brell al encontrase cara a cara con una imagen distorsionada de si mismos.

-Bien, capitán Glem, creo que ha llegado el momento de que se expliquen ustedes.

-Capitán La Rouge, comprendo que esta historia será difícil de aceptar, pero les ruego que escuchen sin interrupciones, después responderemos a todas las preguntas que quieran.

-Me parece bien, adelante.

-Todo empezó cuando estábamos en el momento en que se encuentran ustedes ahora, en la órbita de Wadey.
Después de cuatro días de merecido descanso, nos despedimos de los wadi para continuar nuestra misión. Estábamos a punto de salir del sistema cuando detectamos una pequeña nube de energía de unos tres kilómetros de diámetro. Nunca habíamos visto nada parecido, así que nos acercamos a ella para investigar. De pronto esa cosa empezó a avanzar a nuestro encuentro, ya que desconocíamos de que tipo de fenómeno se trataba, decidimos alejarnos prudentemente de ella hasta que pudiésemos averiguar de que se trataba exactamente, pero nos persiguió, cuanto más rápido huíamos, más rápido avanzaba hacia nosotros. Más tarde, analizando los datos que recogieron los sensores durante nuestra huida, descubrimos que se trataba de un fenómeno natural y que era la energía que desprendían nuestras barquillas las que lo atraían hacia nosotros, de forma parecida a como un imán atrae un objeto de hierro.

Finalmente nos alcanzó. Sacudió nuestra nave como a una cáscara de nuez en un tifón. Estuvimos bajo el ataque de esa cosa durante unos diez minutos, pensábamos que ya no lo contábamos cuando de pronto nos soltó y se marchó. La nave estaba destrozada, múltiples sistemas inutilizados, varias cubiertas despresurizadas que, por suerte, estaban vacías en ese momento, las barquillas estaban inutilizadas, apenas quedaba energía para el sistema vital y para desplazarnos a impulso.

Pero lo peor fue el impacto que causó entre la tripulación, múltiples heridos de diversa gravedad y diecisiete bajas.

Al llegar a este punto, el capitán Glem pareció dudar un momento, como si no se atreviera a decir lo que en ese momento pasaba por su mente, pero solo dudó un instante.

-Entre esas bajas- continuó- estaba la capitán La Rouge.

Todas las miradas se centraron en la capitán. Esta hizo como si no se diera cuenta de la atención que ahora acaparaba y siguió escuchando impasible.

-Empezamos las reparaciones de inmediato, sobreponiéndonos a nuestra pérdida. Enviamos una llamada de auxilio así que pudimos, pero no recibimos respuesta. Cuando los sensores externos fueron reparados intentamos averiguar nuestra posición, pero la computadora no pudo darnos una respuesta clara.
Al final, T'Brell se dio cuenta de lo sucedido. Seguíamos en la misma posición, pero las estrellas no estaban donde deberían estar. Solo había una explicación para ese fenómeno, la computadora lo confirmó cuando T'Brell introdujo nuevos datos. Esa cosa nos había desplazado en el tiempo, sesenta y siete años hacia el pasado concretamente.

La Rouge hizo una mueca. Lo sabía, una anomalía temporal. Por una vez lamentó no haberse equivocado.

-Finalmente, conseguimos hacerles un remiendo a las barquillas que nos permitió alcanzar warp 4. Durante esos días, la teniente Mina, se enfrascó en su trabajo, trabajaba turnos dobles e incluso triples para obtener el máximo de los dañados motores. Supongo que se refugió en el trabajo para no pensar en su marido, que estaba en enfermería muy malherido.

-Ya estábamos en condiciones de movernos, pero entonces surgió la duda. ¿Hacia donde debíamos dirigirnos? No podíamos volver al espacio de la federación, nuestra presencia allí, en ese tiempo, podría causar un caos.
Pensamos en encontrar un planeta clase M deshabitado y establecer una colonia, pero finalmente decidimos permanecer en la nave y continuar nuestra misión de exploración, aunque los datos que recabásemos no podrían ser entregados hasta pasadas más de seis décadas, cuando volviésemos a este tiempo.

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     Capítulo 4
LA OFERTA

Todo el estado mayor del JTK estaba en silencio, escuchando la increíble historia que contaba el capitán Glem.

-Lo primero que hicimos una vez estuvimos lo suficientemente preparados par seguir viaje, fue celebrar los funerales de las víctimas del accidente, a las que lamentablemente hubo que sumar a nuestro jefe de seguridad, que falleció a causa de sus heridas cuatro días después.

Esta vez fue Laurence Norn el blanco de todas las miradas.

-Otra de las decisiones que tuvimos que tomar, fue la desligarnos de cualquier cosa que pudiera relacionarnos con la Flota Estelar y la FPU. Así no corríamos el riesgo de contaminar ese tiempo con cualquier pista sobre el futuro. Nos desprendimos de nuestros uniformes, pero mantuvimos la jerarquía y cambiamos el nombre a la nave, en honor a nuestra capitán.
Así, nos convertimos en nómadas, adaptamos tecnología de diversos mundos que visitamos para que la nave recuperara su antiguo esplendor e incluimos algunas mejoras, como una protección contra la nube de energía que causó el desastre, la conseguimos de los habitantes de Grebon IV, los cuales ya se habían tropezado alguna vez con el fenómeno.
Con el tiempo la tripulación se fue emparejando y no tardaron en nacer los primeros niños, los primeros hijos de la Esther La Rouge. Nos convertimos en una nave generacional. Hoy son los hijos y nietos de los tripulantes originales los que controlan esa nave. Solo T'Brell y yo continuamos ya que nuestras razas son más longevas. Hasta hoy hemos sobrevivido gracias al comercio con distintos mundos. Algunos habitantes de esos mundos se unieron a la tripulación, haciendo a esta más heterogénea. Y esto nos lleva al presente. Como ve, capitán La Rouge, no venimos del futuro y tampoco puede decirse que vengamos del pasado.

-Una historia fascinante capitán Glem- dijo Norn. -Eso explica el como están ustedes aquí. Pero no explica el porque. ¿Porqué han contactado con nosotros? Esto es una violación a la Directiva Temporal Primaria, nos están dando pistas sobre nuestro futuro.

-Estamos aquí para evitar que a ustedes les pase lo mismo que a nosotros. Como ya le dije, ahora poseemos la tecnología para defendernos de ese fenómeno. Compartiremos esa tecnología con ustedes.

-Eso es ilógico- dijo T'Brell. -Si aceptamos y adaptamos esa tecnología al JTK, ese fenómeno no nos afectará. Por lo tanto no viajaremos al pasado y ustedes dejarán de existir.

-Te equivocas- respondió su contrapartida más vieja. -Llevamos casi setenta años existiendo fuera de nuestro tiempo original, ahora formamos parte de esta realidad, no desapareceremos en la nada, créeme. He estado estudiando este fenómeno temporal durante mucho tiempo. Puedo mostrarte mi trabajo para que lo evalúes.

-Me gustaría verlo, no me convence demasiado tu argumento.

-Cuando tú quieras puedes venir a verme a mis aposentos.

-Capitán- intervino La Rouge- agradecemos mucho su oferta, pero comprenderá que no puedo aceptarla sin hablarlo antes con mi gente. Aún tenemos que digerir toda esta historia y sopesar los pros y los contras antes de tomar una decisión.

-Lo comprendo perfectamente, yo habría hecho lo mismo en su lugar. Mientras tanto, ¿le parece bien que autoricemos la libre circulación entre las dos naves? Algunos de mis tripulantes desean visitar a seres queridos que desaparecieron durante nuestra aventura. Y supongo que algunos de ustedes tendrán curiosidad por conocer a sus descendientes.

-Lo autorizo, pero dentro de un orden. ¿Pongamos que no más de tres visitantes a la vez en cada nave?

-Me parece correcto. Ahora debo volver a mi nave. Nos mantendremos en contacto. Hágame saber su decisión tan pronto la haya tomado.

-Así lo haré.

La Rouge, Glem y Norn acompañaron a los visitantes hasta la sala de transporte y observaron como desaparecían entre el fulgor azulado del teletransportador.

-¿Qué opinan de todo esto?- preguntó La Rouge una vez que el transporte había terminado.

-No se que decirle capitán. Respondió Glem- pero hay algo que me huele mal en todo esto.

-¿Señor Norn?

-Opino igual que el comandante. No dudo de su historia, es una buena explicación a su presencia aquí. Pero dudo de sus intenciones, no se que es exactamente, pero hay algo en todo esto que no acaba de convencerme.

-Si, les comprendo, yo siento exactamente lo mismo. Sr. Norn, escanee esa nave con el mayor disimulo posible, intente averiguar todo lo que pueda pero sin que se den cuenta.

-A sus ordenes, capitán- respondió Norn antes de marcharse a cumplir el cometido asignado.

-Comandante, asuma el mando en el puente. Yo voy a repasar el manual de la flota por si encuentro algo que nos ayude a tomar una decisión. Aunque dudo que plantee una situación tan anómala como esta.

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Cuando se materializaron en su nave, Glem y T'Brell fueron directamente al despacho del capitán.

-¿Te apetece un te?

-Si, gracias- respondió T'Brell.

Glem pidió dos tazas al replicador, le ofreció una a su primer oficial y se sentó tras su mesa con la otra.

-¿Qué opinas, aceptarán nuestra oferta?

-No lo se, pero su respuesta carece de importancia. Hemos previsto todas las variables posibles, nuestros planes no pueden fallar- respondió la vulcana.

-No estoy tan seguro, con La Rouge nunca puedes estar seguro de nada, es muy intuitiva, seguro que sospecha algo y tu contrapartida también sera difícil de convencer. Además está Norn, siempre se las arreglaba para salir de las peores situaciones de la forma más absurda.

-Déjame a mi a T'Brell, en cuanto a La Rouge, es lista, pero nosotros también, y hemos tenido mucho tiempo para elaborar este plan. Además, nosotros también tenemos a nuestro Norn.

-Yo no contaría con nuestro Norn. Me temo que ella no estaría muy de acuerdo con nuestro plan.

-No te preocupes capitán, todo saldrá bien.

Mientras esta conversación tenía lugar, Norn planeaba su visita al JTK. Había una persona allí con la que tenía muchas ganas de conversar.

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     Capítulo 5
ENCUENTROS

El comandante Glem se encontraba en el Nivel10 tomándose un descanso frente a una cerveza andoriana cuando se presentó ante él la persona más sorprendente que había visto nunca. Se trataba de una joven de aspecto andoriano, pelo blanco, antenas sensitivas...podría haber pasado por un miembro de su pueblo a no ser por un asombroso detalle. Su piel era negra.

-¿Puedo hacer algo por ti?- pregunto.

Ella se rió ante esa pregunta.

-Venga. ¿De verdad no imaginas quién soy?

-No, no es posible.

-Si, soy tu hija. Tuya y de Niara. Me llamo Niota.

-Por favor, siéntate Niota. ¿Quieres tomar algo?

-No, gracias.

-Así que Niara y yo finalmente...

-Si, yo soy la prueba viviente.

-Pero Bashir me dijo que las posibilidades de que un andoriano y una humana tuvieran hijos eran prácticamente nulas.

-En realidad estaba en lo cierto, pero la ELR se encontró con los Kentari, una raza que había hecho grandes progresos en el campo de la genética. Ellos os echaron una mano a ti y a mamá.

-¿Ella sigue viva?

-Si, y goza de buena salud para su edad, pero es ya muy mayor y prácticamente no sale de casa.

-¿Casa?

-Jerga de la nave. Ahora la nave es como nuestra nación y lo que vosotros denomináis habitación o camarote nosotros lo llamamos hogar, nuestra casa.

-Comprendo. Cuéntame más sobre nuestra familia.

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T'Brell se materializó en la sala de transporte de la ELR. Observó a su alrededor, evidentemente la sala era exactamente igual a la del JTK en lo más básico, pero su decoración era radicalmente diferente. Las paredes estaban pintadas con colores vivos, incluso había un cuadro colgando de una de ellas. Se trataba de una pintura abstracta, unos círculos de colores que se mezclaban con espirales y trazos irregulares. Los pasillos de tan singular nave seguían la misma tónica que la sala de transporte. Supuso que los tripulantes quisieron convertir la nave en lo más parecido a un hogar, hacer de esas salas y pasillos un lugar más alegre en el que vivir.

Por fin llegó a su destino, llamó y la puerta se abrió de inmediato.

La ocupante de la habitación sonrió al ver quien era su visitante.

-Adelante, no te quedes en la puerta.

T'Brell entró en la habitación y ambas mujeres quedaron frente a frente.

-¿Sabes? A pesar de que yo ya estaba preparada para este encuentro se me sigue haciendo muy raro. Me estoy viendo a mi misma hace setenta años

-Si, claro. He venido por tus informes sobre la paradoja temporal a la que nos enfrentamos.

-¿Sigues teniendo problemas con tus emociones? Si, claro que los tienes, recuerdo esa época, no te preocupes, lo superarás.

En ese momento se abrió la puerta y entró Alicia, la hija de Grant y T'Brell. Venía canturreando una alegre melodía.

-Mamá ya estoy en casa. ¡Oh! Tienes visita. No quiero molestaros, volveré más tarde.

-No hace falta- respondió T'Brell- si tu madre me da esos informes me marcharé enseguida.

-No, por favor, quédate. Yo me iré un rato al Nivel 10. Hasta luego.

-Parece una chica muy alegre.

-No ha sido instruida en la doctrina de Surak, si es lo que te preguntas.

-Comprendo, dadas las circunstancias en las que os habéis encontrado era la opción más lógica.

-Así es, ante la imposibilidad de contactar con otros vulcanos y dado que su padre es humano y yo he perdido el control emocional que caracteriza a nuestra raza, era mejor criarla como a una humana.

-Dijisteis que es la jefa de seguridad. ¿No ha seguido tus pasos?

-No, se parece demasiado a su padre para dedicarse a las ciencias. Es una mujer de acción.

-Su padre...¿Sigue vivo?

-Si, ahora está en la consulta del Dr. Bashir, está haciéndose una revisión.

-¿Bashir sigue ejerciendo?

-No el Bashir en el que estás pensando. Se trata de su hijo mayor, Samuel Bashir.

-Vaya, realmente habéis prosperado como comunidad.

-¿Porqué no te quedas a cenar?

-No se, yo...

-Por favor, a Adam le hará mucha ilusión verte.

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Mina Lars estaba frente al pequeño templo que tenía en su habitación, rezando a los Profetas, cuando sonó el timbre de la puerta.

Hizo una pequeña mueca de disgusto, pero apagó las velas y se giró hacia la entrada.

-Adelante.

La puerta se abrió dejando paso a una visita que aunque esperada no dejaba de ser inquietante.

-Hola pequeña. ¿Cómo te va?

Lars se enfrentó a su contrapartida, tenía arrugas y el pelo blanco, pero seguía siendo su rostro. Los ojos de la anciana Lars le sorprendieron, eran tan vivaces como los de una jovencita.

-Me sorprendió cuando me dijiste que querías verme a mi, creía que antes querrías ver a Laurence, supongo que le echas mucho de menos.

-Le veré más tarde, antes quería hablar contigo. Y respondiendo a tu pregunta, no le echo de menos tanto como piensas, él está siempre dentro de mí.

-Entiendo

La anciana le acarició la mejilla, un gesto que le recordó al que su marido le hacía a menudo.

-No, no lo entiendes. El está realmente dentro de mi. Yo conservo sus memorias.

Lars tardó unos segundos en comprender lo que su anciana contrapartida le decía.

-Tú...Tú eres Norn.

-Lars Norn ahora. Cuando sufrimos el accidente, Laurence murió, pero Norn sobrevivió. Ese pequeño cabrón es muy resistente.

-Pequeño cabrón, he oído a Laurence referirse a Norn con ese apelativo más de una vez.

-No había ningún trill a bordo, a excepción de Ezri, que ya cargaba con Dax. Así que me ofrecí voluntaria como anfitrión. Realmente no hubo ningún problema físico, según parece los simbiontes son más compatibles de lo que nos han hecho creer.

-Ningún problema físico dices, pero si que tuviste problemas de personalidad.

-Me sucedió lo mismo que a Laurence. Durante un tiempo creí que me volvería loca. No sabía si era Lars, Laurence, Lilandra o cualquiera de los otros siete. Pero lo superé.

-Debe ser una sensación muy extraña recordar...

-¿Mi amor por él y su amor por mi al mismo tiempo? Lo es, muy raro, pero también a sido lo que me ha ayudado a superar mi pérdida.

Volvió a acariciarle la mejilla con ese gesto heredado de Laurence.

-El te ama, pequeña. Te ama con locura. Si tuviera cien vidas, se dejaría matar gustoso cien veces para salvar la tuya. No olvides jamás mis palabras.

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Capítulo 6
CAUSA Y EFECTO

La puerta del turboascensor se abrió con un suave siseo dejando paso a Lars Norn.

-Permiso para acceder al puente.

-Concedido- respondió La Rouge levantándose del sillón de mando y dirigiéndose a ella.- Bienvenida.

-No se imagina lo que me alegra volver a verla, capitán- dijo Lars dándole un abrazo.

Laurence Norn observaba desde la consola de seguridad un tanto envarado.

-¿Qué le trae por aquí?

-He venido a ver a mi esposo, capitán.

-Lo suponía. De acuerdo, tiene el resto del día libre Sr. Norn, puede retirarse.

-Gracias, capitán- respondió este.

Lars y Laurence entraron en el turboascensor.

-Nivel 10- dijo él, y el aparato se puso en marcha.

Laurence acarició la mejilla de la mujer, ella retuvo la mano de él como no queriendo perder el contacto.

-Hace tanto tiempo que no sentía esta caricia.

-Siento no haber estado allí para ti.

-No fue tu culpa. Y siempre has estado conmigo.

El la miró con un brillo de compresión en sus ojos.

-¿Norn?

-Si, soy Norn.

-¡Pequeño cabrón, eres indestructible!

Ella rió ante ese comentario como no lo hacía en mucho tiempo.

Abandonaron el turboascensor y entraron en Nivel 10.

-Sigues siendo la más hermosa de la nave.

-Gracias, y tú sigues mintiendo igual de mal.

-Gracias.

Durante unos minutos se produjo un silencio incómodo que finalmente fue roto por Lars.

-Hay algo que quieres preguntarme, ¿verdad? Algo incomodo que no sabes como plantear. Bueno, te lo pondré fácil, se directo.

-Lars...¿De qué diablos va todo esto? ¿Qué estáis haciendo aquí exactamente? No me cuadra el motivo que nos ha dado vuestro capitán.

-¡Pero ese es el motivo por el que hemos venido a vuestro encuentro! Debes creerme, no hay intenciones ocultas.

-Te creo, tú seguramente no las tienes, pero no puedo decir lo mismo de vuestro capitán, ni de vuestro comandante, estoy seguro que ocultan algo.
Lars, tú y yo ya tenemos experiencia con viajes temporales. Ambos sabemos que no es tan fácil.(2)

-No lo es, lo se, pero T'Brell a trabajado mucho tiempo en este asunto y dice que...

-Me importa un bledo lo que diga tu T'Brell. Causa y efecto. ¿Recuerdas? Lo estudiamos en la academia, son inseparables.

-No veo la relación.

-Causa: el JTK es atacado por una nube de energía. Efecto: El JTK es enviado sesenta y siete años al pasado. Si eliminas la causa, eliminas el efecto. Si nosotros no viajamos al pasado, vosotros dejareis de existir. No habréis existido nunca de hecho. Podría comprenderlo si solo se tratase de los tripulantes originales del JTK, pero... ¿Qué hay de Alicia Grant, de Niota y de tantos otros? ¿De verdad condenareis a dos o tres generaciones a la no existencia?

-Tu lógica es impecable, pero puedes estar equivocado, tú y yo no somos científicos, pero T'Brell ha...

-¡Olvídate de T'Brell!- le cortó de nuevo Laurence.- No puedes cambiar las leyes naturales. Si yo levanto este vaso y lo suelto se estrellará contra el suelo. Causa y efecto. Vuestro escudo protector contra ese fenómeno eliminará la causa, yo no soltare el vaso; pero si no lo suelto, no se estrellará contra el suelo.

-Puedo eliminar la gravedad de esta sala, tú podrás soltar el vaso sin que se estrelle. He cambiado las leyes naturales.

-No, no lo has hecho, habrás eliminado la auténtica causa de que el vaso se estrellara contra el suelo, la gravedad. El resultado es el mismo, el efecto ha sido eliminado: el vaso no se ha estrellado.

-Tú crees que Grant y T'Brell os están conduciendo a una trampa:

-Creo que pretenden asegurarse de que el accidente se produce. ¿Realmente tuvo alguien la disparatada idea de proporcionarnos esa protección para que no cayésemos en la misma trampa que vosotros?

-Si. Fue idea mía.

-¿Tuya?

-Si, hace treinta años. Expuse la idea al estado mayor y después de muchas deliberaciones fue aceptada por la mayoría.

-Déjame que adivine. Un voto en contra, el de T'Brell.

-Así fue. ¿Cómo...?

-Muy fácil, tú misma lo has dicho, es muy inteligente, fue la única que supo desde el primer momento que no funcionaría. Supongo que finalmente convenció a Glem y ambos han elaborado algún plan.

-¿A escondidas del resto de la tripulación? ¿Porqué el secretismo?

-Para evitar conflictos entre vosotros. Cuando todo hubiese acabado, ya no tendría remedio.

    (2) Ver:”El Enigma Kurosawa”

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     Capítulo 7
VERDADES Y MENTIRAS

Adam Grant se materializó en la sala de transporte de la ELR, su futura hija, Alicia, le estaba esperando.

-Hola papá, bienvenido- dijo ella besándolo en la mejilla.

-Se me hace muy raro que me llames así. Hace un par de días tu madre y yo le estábamos comentando a Bashir que no queríamos saber el sexo del bebé hasta que naciera.

-También a mi se me hace raro verte tan joven.

Grant pasó un brazo alrededor de los hombros de su hija mientras abandonaban la sala de transporte.

-¡Así que jefa de seguridad!

-Si, tú mismo me nombraste para el puesto el día que te retiraste, te veías tan orgulloso de mi.

-Ya lo estoy ahora.

-He intentado mantenerme a tu altura.

-¿Lo has conseguido?

-Si, eso creo.

-Bien, muy bien. Y ahora, señorita jefa de seguridad, ¿qué tal si me enseñas esos escudos y armas mejorados?

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El avisador de la entrada del camarote de los Bashir sonó interrumpiendo los arrumacos a los que estaban entregados la feliz pareja.

-¿Quién podrá ser tan inoportuno? Preguntó Bashir.

-Averigüémoslo. ¡Adelante!

La puerta se abrió con su habitual siseo y dio paso a un hombre de unos cuarenta años cuyo rostro era un calco del de Julián. Las manchas características de los trill adornaban su cuello y sus hombros.

-Espero no llegar en mal momento.

-En absoluto- respondió Ezri.

El hombre les abrazó a ambos efusivamente.

-No imagináis lo que significa para mi volver a veros a ambos.

-¿Eres de la familia? Pregunto Ezri.

-Soy vuestro segundo hijo, Julián. Julián Dax.

-¿Dax?- intervino Julián.- ¿Significa eso que en vuestra nave Ezri está...

-Ambos moristeis hace unos cuatro años, con solo tres meses de diferencia. Tú a causa de una epidemia que sufrimos. Mamá no tardó en seguirte. Creo que murió de pena.

-Dices que eres nuestro segundo hijo. ¿Qué hay del primero?

-Samuel. Puedes sentirte orgulloso de él, ahora es el jefe médico de la nave.

-Es bueno saber que mi legado sigue vivo. ¿Y qué hay de ti? ¿Cual es tu función en la nave?

-Yo seguí los pasos de mamá, ahora soy uno de los consejeros del ELR.

-¿Es que hay más de uno?-preguntó Ezri.

-Hay más de tres mil personas viviendo en la nave, somos tres consejeros.

Ezri abrazó a su hijo.

-Siéntate, Julián. Tienes que contarnos todo, desde el principio. ¿Te quedarás a cenar, verdad? ¿Y tu hermano? ¿Crees que también podrá venir?

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Cuaderno de Bitácora. Fecha estelar 55445.6
He ordenado una nueva reunión del estado mayor para tratar sobre la inusual situación en la que nos encontramos. ¿Es prudente aceptar la propuesta de nuestros homólogos? ¿Debemos rechazarla y aceptar nuestro destino? Debo declarar que me inclino más por esta segunda opción. Se que perderé la vida al aceptarla, pero...¿Qué es una vida, o diecisiete si la historia que nos contó el capitán Glem es correcta, a cambio de tres mil que, probablemente, dejarán de existir si eludimos a ese extraño fenómeno temporal?

-Por favor, no se levanten- dijo La Rouge al entrar en la sala de juntas donde le esperaban todos sus oficiales.

-Damas y caballeros, quiero saber su opinión sobre este absurdo asunto. Empecemos por usted, Sr. Norn. ¿Ha sacado algo en claro de su escaneo de esa nave?

-Esas mejoras alienígenas son formidables capitán, esa nave es una pequeña fortaleza. Creo que podría resistir incluso un ataque borg.

-Estoy de acuerdo- intervino Grant.- Mi hija me ha mostrado los sistemas de armas y los escudos mejorados. También he visto las defensas contra ese extraño fenómeno. Es un emisor de partículas que trabaja en conjunto con los escudos de la nave.

-¿Qué clase de partículas?

-Desconocidas para nosotros. Alicia las llamó trión.

-Hay otra cosa capitán- dijo Norn.

-¿De qué se trata?

-He estado hablando con Lars Norn. Según parece, lo de ofrecernos una alternativa a lo que debía ser nuestro destino, fue una decisión conjunta de todos los oficiales del ELR. Creo que todos ellos actúan de buena fe, lamentablemente creo que no puedo decir lo mismo de sus dos dirigentes. Sin ofender- añadió dirigiéndose a Glem y T'Brell.

-No ofende-dijo la vulcana.- De hecho, estoy con usted. Capitán, he estudiado el trabajo de mi homóloga. Es un galimatías, si me permite la expresión. Para un neófito su lógica es aplastante, pero un experto puede darse cuenta de que parte de unas premisas erróneas. Este informe se ha redactado con la intención de engañarnos.

-Vamos a ver si lo he entendido-dijo La Rouge.- Esa defensa contra el fenómeno temporal es real y es funcional. Si lo incorporamos a nuestra nave nos libraremos de sus efectos. Aún así afirman que hay gato encerrado, que Glem y T'Brell del ELR ocultan algo. ¿Qué pueden ocultar?

-No puedo asegurarlo, pero tengo una teoría-dijo Norn.

-Expóngala.

-Creo que esos dos han descubierto que la teoría de que ellos no van a desaparecer si nosotros nos libramos de esa cosa es errónea. Creo que quieren asegurarse que la historia se repita.

-¿Porqué andar con subterfugios? ¿Porqué no limitarse a observar como se repite la historia sin contactar con nosotros?

-Para no crear un conflicto entre su gente. Después del fenómeno solo tendrían que simular que descubren un error en sus cálculos y lamentarse por ello.

-Para mi su lógica es válida Sr. Norn- dijo T'Brell.

-¿Alguien quiere añadir algo?

-Si capitán- dijo Bashir.

-Adelante doctor.

-Ayer conocí a mis dos hijos, uno de ellos carga con el simbionte Dax. Pude analizarlos de forma minuciosa. No hay ninguna trampa en ese aspecto capitán. No hay manipulación genética ni nada parecido. Esa gente son realmente nuestros descendientes, no han mentido en ese sentido.

-Gracias doctor. ¿Alguien mas? ¿No? De acuerdo entonces. Sr. Glem, organice una encuesta, quiero saber cuantos de nuestros tripulantes estarían dispuestos a sacrificarse para que esas tres mil vidas no desaparezcan en la nada. Sr. Norn, comuníqueme con el capitán Glem. Todos a sus puestos.

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Capítulo 8
LA DECISION

Cuaderno de Bitácora. Fecha estelar 55445.6. Anexo.
Tras consultar con la tripulación, hemos decidido de forma unánime dejarnos atrapar por ese extraño fenómeno para salvar la nave de nuestros descendientes. Hacer lo contrario equivaldría a un genocidio. Si la historia se repite de la forma que nos contó el capitán Glem, esta será mi última entrada en esta bitácora.

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-¿Porqué toda esa pantomima, Glem? ¿Porqué no limitarse a observar como caíamos en la trampa de esa cosa?

La Rouge estaba en el despacho del capitán Glem. Ya le había comunicado sus sospechas y él las había confirmado.

-¿Pantomima? Si, creo que el apelativo es justo. ¿Porqué? El Sr. Norn lo ha adivinado. Sabía que ese hombre acabaría dándonos problemas. Si hubiésemos comunicado a la tripulación nuestro descubrimiento, hubiera habido un cisma. La tripulación se habría dividido entre los que apoyarían el plan de salvarles a ustedes y los que preferirían dejar que los acontecimientos siguieran su curso original. Después de casi setenta años de armonía no podíamos permitirnos el lujo. Somos más de tres mil personas Esther. En un espacio tan reducido como una nave ese cisma podría haberse convertido en una guerra civil. T'Brell y yo decidimos ocultar la verdad a los demás y actuar como si continuásemos con el plan original. Les daríamos a ustedes un emisor de partículas trión defectuoso, la defensa fallaría y toda la historia se repetiría... ¿Qué harán ahora?

-Sepa que mi tripulación ha decidido ir al encuentro de esa anomalía y dejar que la historia se repita. Diecisiete vidas es un precio pequeño a pagar a cambio de tres mil.

-Yo, no se que decir.

-No diga nada, seguiremos con su plan. Pero, cuando todo acabe, cuente la verdad a su gente. Merecen saber el sacrificio que sus ancestros hacen por ellos.

-Así lo haré, Esther. Tiene mi palabra.

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-Bien, ya está instalado- dijo el jefe de ingenieros del ELR- ya están ustedes protegidos contra ese fenómeno.

-Bien, eso nos permitirá salir a salvo de la órbita de Wadey. Nos reuniremos con ustedes tras salir del sistema.

-Hasta entonces, capitán.

Minutos mas tarde, cuando los ingenieros del ELR habían regresado a su nave, la capitán La Rouge paseaba por el puente sumida en sus pensamientos.

-Sr. Norn,- dijo por fin- conecte la megafonía, que toda la nave pueda escuchar mis palabras.

Laurence Norn hizo un gesto de asentimiento.

-Cuando quiera capitán.

-Aquí la capitán Esther La Rouge. Quiero que sepan que estoy muy orgullosa de todos ustedes. Su decisión unánime de enfrentarse a esta gran prueba les honra. Les honra como oficiales de la Flota Estelar y les honra como personas. Están a punto de enfrentarse a una gran aventura que seguramente no está exenta de peligros. Pero eso es lo que hacemos. Eso es lo que somos, exploradores. Les deseo a todos mucha suerte.

Hizo la señal a Norn de que cerrase megafonía.

-Bien, vamos al encuentro de esa cosa.

La JTK abandonó la órbita de Wadey emprendiendo la que sería la última misión de la capitán La Rouge y de otros dieciséis tripulantes.

-He localizado a esa cosa, capitán-anunció Norn rodeando la cintura de su esposa que insistió en estar a su lado en ese crítico momento.

-Pues vamos a su encuentro- respondió La Rouge- antes de que nos arrepintamos. Conecte ese falso artilugio Sr. Norn. Nos están observando desde el ELR y no queremos levantar sospechas.

-Conectado.

La JTK puso rumbo hacia el fenómeno temporal.

-Pasa algo raro- dijo T'Brell.

-¿Qué sucede?

-Ya deberíamos haber atraído al fenómeno capitán, pero sigue inmóvil.

-Pues vamos a su encuentro, al diablo el disimulo, timonel métanos en las tripas de esa cosa.

El JTK se introdujo en la nube y una ligera sacudida conmovió la nave, después reinó la calma. El fenómeno se disolvió lentamente hasta desaparecer.

-¿Qué ha sucedido?

-¡No puedo creerlo!

-¿Sr. Norn?

-El dispositivo de protección capitán...¡Ha funcionado!

-¿Y el ERL?

-No hay ni rastro de él.

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Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 55446,4
Seguimos sin comprender porqué la tripulación del Esther La Rouge se sacrificó instalando en nuestra nave un dispositivo de protección completamente funcional. Y seguramente nunca lo sabremos. De modo que solo podemos especular.

La capitán La Rouge estaba en su despacho, la taza de te que sostenía en sus manos se había enfriado hacía rato, pero ella no pareció darse cuenta. No podía sacarse de la cabeza lo sucedido. ¿Porqué habían actuado así esa gente?

El avisador de la entrada la sacó de sus pensamientos.

-Adelante.

La teniente Mina entró en el despacho. Su mirada reflejaba una gran tristeza.

-¿Qué sucede teniente?

-Capitán, tengo la respuesta a la pregunta que todos nos estamos haciendo.

-¿Qué ha descubierto?

Mina le mostró un dispositivo de grabación.

-Lo descubrí en mi habitación. ¡Oh, capitán, es tan triste!- dijo entregándole el dispositivo.

La Rouge lo introdujo en su terminal.

-Ella lo dejó para mi- dijo Mina.

En la pantalla apareció la imagen de Lars Norn.

-Hola pequeña-dijo- Se que tendrás muchas preguntas, espero que esta grabación responda a todas ellas. Os preguntareis que ha pasado. Lo que ha pasado es que yo sustituí en secreto el falso dispositivo por uno auténtico. ¿Porqué? Porque no podía tolerar que el hombre que amo, el hombre que amamos, muriera de esa forma. Es un acto egoísta, lo se. Permitir la extinción de toda una comunidad solo por salvar la vida de mi esposo es algo que debes considerar atroz. Pero el amor no entiende de esas cosas, esa es mi pobre escusa. Recuerda lo que te dije de él en tu habitación. Vive feliz a su lado Mina Lars. Adiós.

-Increíble- dijo La Rouge cuando salió de su estupor.- Nunca pensé que, precisamente ella...

-No fue ella capitán, fueron sus manos las que efectuaron el cambio, pero fue Laurence el que guiaba, la parte de Laurence que quedaba en ella. Estoy segura. La última parte de su mensaje es la que me ha convencido de ello.

-Como sea, ya no tiene arreglo. Pero en esta grabación parece haber más cosas.

-Son cartas astronómicas. El cuadrante Gamma cartografiado casi en su totalidad. Tuvieron mucho tiempo para hacerlo. Mundos habitados, rutas comerciales, fenómenos singulares, todo lo que pueda ser de interés para la FPU.

-¡Dios mio! ¿Sabe lo que significa eso?

-Significa, que la misión que nos encomendó la Federación ha sido completada. Debemos volver a casa. Esa información es valiosísima. Debemos entregarla lo antes posible.

-Así es teniente. Volvemos a casa.

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EPÍLOGO

Lars y Laurence estaban en la holosección, disfrutando de la recreación de una playa paradisíaca.

-¿Sabes?-dijo él- Todo este asunto de desplazamientos temporales y naves generacionales me ha hecho pensar.

-¿Ah, si?

-Si alguna vez me pasase algo, no me gustaría que te quedases sola.

-¿Qué me estas diciendo exactamente?

-Bueno...Verás...¿No crees que ha llegado el momento de ampliar la familia?

-¿Quieres que tengamos un hijo?

-O dos, o tres, o...

-Para, para. Paso a paso cariño. De momento nos conformaremos con uno, luego ya veremos. ¿Estas seguro de esto?

-Nunca he estado más seguro de nada que de esto.

-¿Nos ponemos a ello?

-¿Ahora? ¿Aquí?

-¿Para que esperar?

-Tienes razón. No perdamos más tiempo discutiéndolo.

El JTK volvía a casa, pero eso para ellos no tenía importancia en esos momentos. Como tampoco lo hubiera tenido si estuvieran dirigiéndose a los más remotos confines de la galaxia.


     FIN

2 comentarios:

  1. Buen estilo literario. En cuanto acabe algo, que tengo entre manos, agruparé todos los relatos y lo copio a formato Kindle

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    1. Gracias por comentar, JRA. Como ya sabes la 6ª aventura del JTK ya está en marcha, En cuanto acabe de publicarla en el foro la subiré a este blog.

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