PRÓLOGO
Espejo,
espejito en la pared...
¿Quién
es la más bella?
(Blancanieves
y los siete enanitos)
-...y
si no te portas bien ahora mismo -añadió-,
Te
voy a meter en la Casa del Espejo.
¿Te
gustaría eso?
(Alicia
a través del Espejo)
La
capitán Esther La Rouge entró en su apartamento en Los Ángeles, la
Tierra; dejó la bolsa que llevaba en el suelo y se dejó caer en el
sofá con un suspiro de alivio. Tras dos semanas de informes y mas
informes al Estado Mayor de la Flota por fin podría descansar unos
días. Si bien necesitaba y deseaba ese descanso, también añoraba
encontrarse en el puente de su nave, navegando entre las estrellas.
Había nacido para eso, no podía imaginarse otra forma de vida.